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11/8/06 - DJ:

Receta para hacer un Universo

Un gigante detector de partículas atómicas ubicado en Suiza, comenzó a registrar lo que ha sido un misterio de casi cien años para la ciencia: los rayos cósmicos.
Vía BBC

La compleja maquinaria (CMS por sus siglas en inglés para Compact Muon Solenoid) fue puesta en funcionamiento recientemente en el CERN, el centro de la Organización Europea para la Investigación Nuclear en Suiza.

Se trata de uno de los cuatro grandes detectores que se integrarán al Gran Colisionador de Hadrones (LHC), el acelerador de partículas más grande del mundo cuya inauguración está prevista para noviembre del año próximo.

El LHC, cuyo costo se estima en US$1.000 millones, tratará de responder preguntas fundamentales sobre el Universo y el origen y composición de la materia.

Se trata por otro lado de una imponente túnel circular de 27 kilómetros de diámetros extendido entre el territorio de Francia y Suiza, por donde se harán girar las partículas millones de veces por segundo para estudiar su comportamiento.

El CMS y otros tres maquinarias llamadas Alice, Atlas y LHCb, serán los encargados de observar las colisiones de partículas de alta energía producidas por el LHC.

Misterios

Según el físico teórico del CERN, Álvaro de Rújula el registro de estos rayos cósmicos por parte del CMS, es algo así como "precalentar la máquina", pues todavía faltan varias etapas para completar los componentes del Gran Colisionador de Hadrones.

"Los rayos cósmicos han sido durante casi un siglo uno de los mayores misterios de la ciencia desde los experimentos hechos por el austriaco Victor Hess en 1912", explica Rújula.
Estos rayos cósmicos que proceden de las galaxias, son partículas ionizantes como las que proceden de desintegraciones radiactivas.

"Son partículas como las que nosotros aceleramos en el laboratorio, pero que tienen energía muy superiores a las que lograremos acelerar artificialmente en un futuro próximo", indica el físico español.

A pesar de que la ciencia está más próxima a entender qué son estos rayos cósmicos, Rújula confiesa que sólo darían la respuesta a un 1% de la gran pregunta que se hacen: ¿de qué está hecho el Universo?

"Los rayos cósmicos están compuestos de los mismos objetos (núcleos atómicos y electrones) de los que estamos compuestos nosotros", dice.

La partícula divina

"El verdadero misterio está en la receta que uno tendría que usar si quiere fabricar un Universo. Menos de un 1% es materia como la nuestra, el 29% es algo misterioso que sabemos que está allí y se llama 'materia oscura' y el otro 70% es algo todavía más misterioso que se llama la 'energía del vacío'", ejemplifica Rújula.

En este sentido, la cosmología y la física de partículas o de pequeña escala tienen un punto en común, ya que el mayor misterio de ambas tiene que ver con el vacío.

En efecto, en la base de este proyecto está la creencia de que el vacío puede ser hecho vibrar y que las vibraciones de este vacío serían las partículas Bosón de Higgs a las que el premio Nóbel de Física Leon Lederman denominó "la partícula divina".

"Son el mayor proyecto de descubrimiento que vamos a realizar con este acelerador", dice Rújula para quien esta partícula daría explicaciones sobre la masa y hasta por qué la naturaleza prefiere la materia a la antimateria.

¿Conspiraciones?

Precisamente la antimateria y el CERN, alimentó la imaginación del autor de "El Código Da Vinci", para otras de sus novelas, "Ángeles y Demonios".

En esta última, Dan Brown narra un complot de una fraternidad llamada los "Iluminati", para acabar con la iglesia Católica y hacer estallar Ciudad del Vaticano con antimateria robada de los laboratorios del CERN.
Según Rújula la antimateria existe y se descubrió mucho antes de que la organización se fundara. También es cierto de que podría producir explosiones de entre cien y mil veces más fuertes que una bomba nuclear.

"Lo que pasa es que producir antimateria es carísimo, dificilísimo y una vez que uno la tiene no sabe cómo manejarla, de manera que hacer una bomba con antimateria es la cosa más inútil y peligrosa que pueda imaginarse", dice.

El físico niega de que los trabajos de investigación de la institución que reúne a cerca de 6.500 físicos de más de 70 países, tengan finalidad militar.

Los hallazgos realizados hasta ahora en el centro de Suiza, han aportado importantes contribuciones a la medicina, como por ejemplo la reducción considerable de los efectos secundarios de los Rayos X, ejemplifica.

"Los resultados de la investigación fundamental que hacemos son totalmente públicos, lo que es todo lo contrario a la investigación militar", dice Rújula.

"Afortunadamente nada de lo que haya producido el CERN en los últimos 50 años ha servido para nada a los militares", afirma.

El CERN se considera a sí mismo el padre de la red de redes (www), que días pasados cumplió 15 años de vida, mientras otorga al Pentágono la paternidad de la internet.

"No hay nada tenebroso en el CERN", sostiene finalmente Rújula.

"De hecho la novela de Dan Brown ha tenido un efecto muy positivo despertando el interés de muchísima gente por lo que hacemos. Si bien no se sostiene científica ni técnicamente, desde el punto de vista de vulgarización de la ciencia, ha tenido un impacto muy positivo y entonces le podemos dar las gracias al señor Dan Brown".
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Más info en Cern y Experimento Atlas

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