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"¿No es suficiente ver que un jardín es hermoso sin tener que creer que también hay hadas en el fondo?" - Douglas Adams, La guía del autoestopista galáctico.

31/12/11 - DJ:

La ciencia argentina en rojo

T.E.L: 7 min. 24 seg.

¿Hay censura, discriminación y ajuste en el CONICET? Preguntas sobre el "relato".
Del "todo color de rosa" al rojo fuego.



De acuerdo a la RAE un relato es un Conocimiento que se da, generalmente detallado, de un hecho. Es también una narración, un cuento.

¿Estamos hablando de ficción o de realidad?
Sostengo que toda realidad es una ficción. Lo es porque ¿cómo saber cómo "es" la realidad? Lo que sabemos es una interpretación que en algún punto es algo ficticia. ¿Cómo son los átomos? ¿Como pequeños sistemas solares con electrones orbitando al núcleo? Es una ficción. Pero, ¿acaso decir que los electrones forman una "nube" alrededor de los nucleones no lo es también? ¿Nube?

Sin embargo, al margen de cuestiones epistemológicas, de interpretación de la realidad de la que todos somos rehenes, a veces los ciudadanos terminamos siendo prisioneros de otro tipo de ideas que intentan conscientemente manipular los datos de la realidad para crear una falsa imagen de ésta. A eso se le llama "relato". Se usa muchas veces como término despectivo.

Por ejemplo: Es posible pensar que existe una idea, transmitida por los medios, dirigentes políticos y sociales, educadores, etc, de que la Ciencia en Argentina ha avanzado mucho en los últimos años.
¿Es esto un "relato"? Es decir, ¿es una ficción o una realidad?

Toda realidad es una ficción. Pero, al margen de las subjetividades propias del ser humano, ¿hay un intento por "crear" una realidad "virtual"?

Pues la cosa se complica, a menos que caigamos en el pensamiento binario.
Y lo cierto es que si bien esta idea de la bonanza científica argentina está instalada, así como la valoración profesional que se tiene de los científicos, al mismo tiempo hay una mayoría de ciudadanos a los que poco les interesa la ciencia.

Y este dato no es menor. Sin suponer que lo que sigue es una idea absoluta de la realidad, y considerando que es un tanto simplista, es lógico entender que a mayor interés habrá mayor información, mayor nivel de detalle del conocimiento.

Entonces, por un lado, en números y actos macro, se puede sostener que aquella idea NO es una ficción: la creación de una cartera específica para la ciencia, el polo científico-tecnológico, el programa Raíces de repatriación de científicos, una mayor flujo de fondos, Tecnópolis, Atucha II. Hay también en estos datos un simbolismo: que se generen implica un apoyo a la ciencia.

Pero, con mayor nivel de discernimiento, es posible empezar a separar la paja del trigo. Que haya en la Casa Rosada un Salón de los científicos, inaugurado en 2009, no generará mejor ciencia en el país. Pero sí funciona como símbolo: esto nos importa.

Se podría decir lo mismo de Tecnópolis u otros eventos vinculados más con la divulgación que con la investigación, aunque es posible entrever que algún tipo de impacto tendrán en la afluencia de estudiantes a las carreras de ciencia.

Ha habido también un número de eventos de reconocimiento de la tarea científica que funcionan del mismo modo.

Pero si el tema nos interesa, ¿cómo evaluar si al margen de estos puntos la ciencia argentina está bien?
"Está bien" es un concepto relativo. Implicaría alguna comparación. No parece caber ninguna duda de que existe en los últimos años un mayor apoyo del Estado en materia científica. Un apoyo activo y con algo de planificación estratégica, especialmente vinculada a la nanotecnología y con hincapié en la transferencia de tecnologías y ciencias aplicadas para resolver problemas concretos de la sociedad.

La imagen macro no parece estar en discusión. Ni la oposición política al gobierno nacional ni los medios "opositores" realizan señalamientos distintos.

Esto último es (era) llamativo. El principal medio gráfico del país, en abierta confrontación con el gobierno nacional, no tenía en materia de política científica un discurso "opositor", como sí es obvio en las primeras páginas del conocido matutino.

¿Será así porque no hay nada que decir de "malo"?
En los últimos días esta "historia de color de rosa" de la ciencia en el país empezó a cambiar, incluso en medios "oficialistas". Es que no se podía ocultar el reclamo de los trabajadores del CONICET sobre las becas doctorales y post doctorales y los criterios de asignación. Y tras esos reclamos, empezaron a aparecer voces que hace tiempo que existen, como las de Diego Harari.

Todo empezó con la desafortunada carta del Vicepresidente del Asuntos Científicos del CONICET Dr. Faustino Siñeriz:


Lo primero que uno puede pensar es lo siguiente. El contenido es bastante obvio, a priori. Yo soy empleado de una empresa. Si me pidieran opinión sobre la política comercial de la misma no estoy en condiciones de responder, no sólo por no tener conocimiento específico de la misma, sino por que no me compete. Cuando Clarín se hizo eco de esta carta, pensé: si le preguntase a un periodista del diario qué opina de la política editorial del mismo, es probable que no me conteste. No le corresponde.

Sin embargo, es posible que ese mismo periodista sí tenga una opinión formada. Y no tiene sentido prohibirle su expresión porque, de última, será él responsable de sus palabras y no serán representativas del directorio. Esto es tan obvio que acto seguido me pregunté: ¿si es obvio, qué sentido tiene la carta?

El problema es que es ambigua, como señala Andrés Carrasco.
¿Acaso los empleados de CONICET no deben opinar sobre los criterios de becas?

Cabe decirse que el 30 de diciembre se comunicó que en su última reunión ordinaria, el Directorio de CONICET resolvió designar al Ing. Santiago Sacerdote como Vicepresidente de Asuntos Tecnológicos, en reemplazo del Dr. Faustino Siñeriz.

Sí, un Sacerdote en la Ciencia...

Sin embargo, ATE-CONICET se explayó al respecto, planteando dudas que por un lado pueden generar un debate de fondo sobre qué tipo de criterios son los mejores, pero por otro con incertidumbres sobre cierta laxitud moral en algunos manejos del principal organismo dedicado a la promoción de la ciencia y la tecnología en la Argentina..

No son los planteos de Harari los primeros ni los únicos. Lo mismo señala el Dr. en Historia Eduardo Saguier, a quien entrevisté para este blog hace un tiempo (Ver "Una voz en la maraña").

Empero, da la sensación que los dichos de ambos surgen de situaciones personales, si bien Saguier ha realizado un conjunto de denuncias vinculadas con favoritismos difíciles de probar, por cierto.

Ya en aquella oportunidad en que lo entrevisté señalé cierto escepticismo de mi parte sobre sus afirmaciones, pero no me quise quedar con la despectiva idea de que era un "loquito", como algunos afirman por allí, descalificándolo. Me pareció que si bien es posible que su situación lo nuble un poco y toda su mirada sobre CONICET tenga un sesgo en ese sentido, es perfectamente verosímil que existan conflictos de intereses y que sería bueno buscar sistemas que sean más transparentes.

Hay toda una discusión sobre si los pares a quienes se consulta en ciencia en diferentes instancias deben ser anónimos o no, con posturas lógicas tanto para un lado como para otro.

Otra situación que empieza a tomar más estado público, pero que existe desde hace mucho tiempo, es la de los "precarizados".

La ciencia argentina cambia de color
Por lo dicho, el "relato" de que todo era color de rosa en la ciencia del país, empieza a oscurecerse.
Yo creo que esto es positivo. Lo es porque no creo en los discursos únicos y porque la realidad no es sólo macro y cuantitativa.

Pero creo que no sería lógico ni justo pasar de un extremo al otro. El Ministerio de Ciencia hizo el año pasado un racconto de la gestión. Ciertamente forma un "relato" sesgado porque se valora la política oficial, sin mayor autocrítica. Pero allí hay un conjunto de hechos e iniciativas que son ciertas, aunque seguramente habrá puntos más o menos cuestionables.

Que la ciencia no se vea ya como de color de rosa, sino en rojo (un poco más "oscura") bien puede ser el puntapié para que algunos aspectos se iluminen con la razón en busca de una transparencia que apunte al bien común.

También sería bueno que existan más científicos capaces de salirse del discurso oficial, de sacarse el casete, y plantear sus críticas racionales sobre temas de planificación, recursos, infraestructura, criterios de evaluación, etc.

No fue Clarín a escudriñar subrepticiamente al CONICET para ver si encontraba algo. Fueron los propios investigadores los que salieron a quejarse. Pero se quejan con el bolsillo. No es esto una crítica. Nos pasa a todos.

Pero así como sería mejor que los empleados del sistema de transportes no realizaran medidas de fuerza únicamente para plantear reclamos salariales o de situación laboral, sino también en pos de tener mejores vías, coches más modernos, etc, también sería bueno que los científicos hicieran lo propio.

Sin embargo parecen reacios al debate público, aunque sí se generen discusiones puertas adentro de laboratorios e institutos.

A ninguna persona mínimamente formada desde el punto de vista intelectual le puede gustar la formación de "relatos" de una realidad que no es. Hasta ahora eso vino pasando con respecto a la ciencia en Argentina. Hay una cierta responsabilidad de los medios de comunicación (desde diarios a blogs como este), pero lo cierto es que los medios se hacen eco de voces o documentos forjados entre los propios científicos. Y mucha crítica allí no hay, puertas afuera, con estas excepciones vinculadas o con temas personales o con distribución de fondos.

Pero ¿Están de acuerdo los científicos con los rumbos que va tomando la ciencia en el país? ¿Hay un rumbo?
Cada disciplina tiene, aunque no se pueda entender la ciencia como compartimientos estancos, su propio universo. Cabría preguntarnos, entonces, ¿cuál es la situación en la astronomía?

¿De qué color es la astronomía argentina?
Aquí me hice eco de ciertos planteos a futuro y di cuenta de situaciones como la de la Oficina Gemini.
No es lo único que hay, sepa el lector. La astronomía argentina está iluminada por fabulosos profesionales e instituciones educativas, pero no todo lo que brilla es oro. En cuanto se empieza a rascar un poquito surgen las cuestiones personales más mundanas, los instintos de supervivencia, las excusas y las burocracias.

A veces, ampliar el "relato" para que deje de ser tal, es difícil. En este blog no he hablado, aún, de algunos temas complejos y difíciles de abordar, como el "plagio", aunque en Córdoba y en Santa Fe sepan a qué me refiero. En La Plata también.

Mañana haré aquí un balance del año para el blog y quien escribe. Pero debe saberse desde ya que hay temas que quedan en el tintero y que haré lo posible por remediar, al menos en parte, la próxima vuelta al Sol.

¿Cómo está la astronomía argentina? ¿Qué desafíos hay por delante? ¿Qué iniciativas se están evaluando? ¿Qué relaciones se plantearán entre profesionales y voluntarios? ¿Qué proyectos existen para lidiar con el diluvio de datos?

Se termina 2010 en un calendario que quizás sea hora de cambiar (y sería bueno debatirlo seriamente). Pero para el cosmos no hay principio ni final. Eso también es un "relato".

Fuentes y links relacionados

Sobre las imágenes
  • Logo de CONICET.
  • Imagen de fondo: INQUISAL.


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6 comentarios:

  1. Hola Gerardo,

    Ante todo, gracias por la nota. Es bueno que alguien se interese por todo esto, creo yo. Frente a la pregunta "¿De qué color es la ciencia argentina?"

    **RESPUESTA RAPIDA:
    La respuesta breve y rapida es que es muchisimo mas rosa de lo que fue. Esto se ve;

    tanto en el cambio del discurso que nos llevo del "que se vayan a lavar los platos" del hiperministro Cavallo a la creacion en de Ministerio de Ciencia y Tecnologia en 2007 y a que se mencione (en el discurso inaugural de la presidencia hace unos dias) que "todas nuestras áreas técnicas desempeñan un rol tan importante y lo van a seguir haciendo. Es clave la innovación y la ciencia y la tecnología en la competitividad en esta etapa."

    como en el cambio practico que nos llevo a que los sueldos y becas de hoy sean dignos y mucho mejores que los sueldos de hambre de la epoca de Alfonsin (segun me han contado, no lo vivi) o que la carrera de investigador este abierta e incorporando 500
    cientificos por anno al CONICET en contraste con el congelamiento de la planta de investigadores durante los annos noventa. Y tambien frenando el exilio masivo de cientificos. Cabria agregar que, ademas, hoy en dia es mucho mas facil conseguir un trabajo de planta (estable) en la ciencia mucho mas facil en la Argentina que en cualquier pais central donde la competencia por un cargo es feroz (y esto ya era asi antes de la crisis de los paises centrales).

    Ya solo eso permite la respuesta rapida a la pregunta. Estamos mejor, mucho mejor que antes.

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  2. **AJUSTE FINO:
    Despues si uno quiere empezar a hilar fino sobre el discurso oficial entonces, si. Las cosas no son rosas, el mundo real no lo es nunca y hay exageracion o propaganda, a mi entender, en el discurso oficial. Nada de que asustarse, todos los gobiernos lo hacen.

    Por ejemplo si uno mira las becas entregadas hace unas semanas (http://www.conicet.gov.ar/web/conicet.convocatorias.becas/internas-resultados) podra ver que las becas otorgadas en la categorias de comienzo del doctorado, postdoctorado son 300 para las doctorales y 190 para las postdoctorales en cada gran area. Es decir, se otorgaron el mismo numero de becas a todas las grandes areas sin fijarse en el interes de cada tema para el pais o el numero de inscriptos. Eso, a mi entender, es un claro reflejo de la falta de politica cientifica que hay a nivel conicet. Pero, un punto importante es que esto no es culpa del gobierno nacional sino de como nosotros mismos, los cientificos, estamos poco preparados para proyectar la politica cientifica de CONICET.

    Mas importante, en relacion con la politica a gran escala es el hecho de que, si bien CONICET a mejorado muchisimo y su presupuesto ha ido aumentando, el aumento del presupuesto de conicet es principalmente un reflejo del aumento del PBI de la Argentina. Si bien el PBI paso de un 0,46% (2003) a un 0,52% (2011), ese valor no esta lejos de los valores tipicos del menemismo (0,50%) (http://www.razonyrevolucion.org/ryr/index.php?option=com_content&view=article&id=1782:ia-lavar-los-platos-pasado-presente-y-futuro-en-el-sector-ciencia-y-tecnica&catid=233:el-aromo-nd-64-qa-confesion-de-partesq&Itemid=120). Esto muestra un fuerte contraste con el aumento del % del PBI dedicado a educacion donde se ve un fuerte cambio de politica que ha llevado del 2% en 2002 al 6,47% actualemente. Ahi se ve una politica fortisima del gobierno nacional en recuperar la educacion argentina (despues si nosotros los docentes somos incapaces de mejorar la educacion con esas ventajas... entonces el problema es nuestro). Tambien vale la pena notar que la mejora en la educacion tiene un impacto directo en la mejora de la ciencia argentina y su valoracion.

    Los cuetionamientos gremiales desde ATE-CONICET y "precarizados" (JCP). Son un tema muy delicado. Por una parte hay un reclamo a mi entender valido, que tiene que ver con el reconocimiento de aquellos que investigan bajo una beca de ser considerados trabajadores y tener aportes y seguro social. Sin embargo es un reclamo que debe ser puesto en contexto. En la mayoria de los paises los becarios doctorales NO son considerados trabajadores, por considerarse que la beca es un dinero que se da para "permitirles formarse". A mi entender esto es una falacia ya que esta lleno de rubros donde los aprendices o profesionales jovenes son considerados trabajadores y como tales se los considera en su situacion laboral. El tema es que existe una idea (incluso entre los cientificos, alguna vez lo pense yo tambien) de que a uno le estan haciendo un favor al pagarle para que se forme, no teniendo en cuenta que uno esta desarrollando un trabajo y que en cualquier otro rubro seria considerado un trabajador. En definitiva, el pedido de "estar en blanco" es un reclamo laboral valido, pero debe ponerse en el contexto de la cultura mundial de la ciencia donde los doctorandos no son considerados trabajadores casi nunca. Todo esto puede llevar a largas discusiones entre pares, te lo aseguro. Ahora, una situacion mucho mas clara es la de los becarios post-doctorales ya que ellos ya han obtenido el titulo maximo y entonces es claro que las becas post-doctorales no son nada mas que contratos laborales en negro.

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  3. Con respecto a las becas e ingreso a la carrera creo que ha habido dentro del conicet una falta de planificacion inicial respecto a que funcion tendrian los futuros doctores e investigadores y ahora empieza a surgir el tema de si estamos capacitados para asimilar todos los doctores e investigadores que se generan. Esta claro que el sistema academico (conicet+universidades+otras agencias gubernamentales) no estan en condiciones d asimilarlos a todos. Ahora, nuestro pais tiene una industria bastante poco demandante de profesionales altamente calificados, lo que marca una diferencia con los paises centrales (europa eeuu) donde muchos cientificos obtienen trabajos en el sector industrial. Ahi nos falta mucho por hacer. A CONICET?, a los gobiernos nacionales y provinciale?, a los empresarios? No lo se, pero seguro los ultimos tienen muchisimo mas por aportar. Pero tambien los dirigentes de CONICET deben planificar mejor cuantos doctores quieres y en que ares y si tendran lugar y herramientas para trabajar despues.
    Porque ellos manejan la plata que el pueblo argentino les da para hacer ciencia y deberian usarla con buen criterio.


    Muchas veces nos quejamos de quienes estan en esos cargos pero jamas hicimos nada por ocurparlos nosotros o evitar que esas personas (que no nos parecen adecuadas a esos cargos, pueden incluso ser buenos cientificos) llegue a ocupar esos cargos.

    Como decia al principio todo el tema es complejo. Si uno quiere una respuesta rapida, yo me inclino por la que di al principio:

    "La situacion de la ciencia argentina es mucho mas rosa de lo que fue"

    (Ademas, ya en el terreno personal, a mi el rosa no me gusta.)


    SALUDOS!

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  4. @Muad 'Dib Siempre es interesante conocer tu opinión. Y es un poco de todo: mayor compromiso, mayor exigencia en las decisiones, planificación. No me cabe duda de que efectivamente el sector privado tendría que asumir mayores responsabilidades. También hay toda una cuestión de oferta y demanda: muchas ciencias sociales ofertadas para una demanda y mucha demanda de ingenieros que no hay.
    Al mismo tiempo que se pueden hacer estos llamados de atención no deberíamos perder de vista que mejoras ha habido, no es un cuento chino o puro "relato". Y creo que es posible buscar mejoras sin por eso caer en postura maniqueas.

    En estos contextos ¿qué pito toca la astronomía?

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  5. Muy buena la entrada, Gerardo. Coincido con @Muad 'Dib, el problema es claramente de planificiación, y la responsabilidad no va para el poder ejecutivo, sino para quienes están encargados de realizar ese trabajo. Esta gente debería haber previsto las asimetrías que dieron origen al problema de las becas, y no digo que sea simple ni mucho menos, pero es su trabajo.

    Si se pretende una solución al problema (a este o a cualquier otro), empezar por dirigir las críticas a quien corresponde. Además, si de criticar a la presidencia se trata parece que hay tela para rato en otros asuntos, en los que la crítica sería legítima.

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  6. Pero, se cortó de nuevo. Quedó afuera esta parte de mi comentario:
    (tengo que trabajar mi brevedad) después de "...que contratos laborales en negro." Debía decir:

    "Ahora, cuidado! Como bien decis en tu articulo. No todos los reclamos que podrian hacersele al CONICET son favorables a los gremios. Por ejemplo si bien puede complicarse el ingreso a la carrera del investigador (aunque muchisimo menos que en los 90 cuando estaba congelada) es mucho mas facil mantenerse dentro de la carrera. Lo que lleva a que no todos los investigadores (sobre todo de las categorias superiores -y estables- 2,3,4 y 5) sean todo lo productivos que deberian. En ese sentido deberia tambien haber un reclamo para mejorar el rendimiento de la planta profesional de conicet, depurandola de quienes no tienen intenciones de trabajar sino de cobrar solamente.

    En cuanto a la transparencia de CONICET, es complicado. No es muy facil enterarse de todas las cosas que alli ocurren, y muchos hemos visto resultados en las convocatorias de becas que siempre nos hacen sospechar de posibles acomodos o boicots. Incluso la falta de resolucion de las invetigaciones a profesionales denunciados por faltas eticas (en algunos casos). Sin embargo, tampoco es cierto que sea un lugar completamente oscuro ya que desde hace unos annos los aceptados y rechazados siempre reciben un informe detallado de como se consideraron sus antecedentes (puntos) y quienes los evaluaron (las comisiones que firman el dictamen). Creo que en ese sentido hay reclamos muy exagerados y falaces dando vueltas por la red. Es necesario obtener mayor transparecia, si, pero no creo que se obtenga incorporando delegados gremiales a las comisiones de conicet. Se obtendra permitiendo mecanismos de apelacion claros y mejorando la integracion de las comisiones. Tambien es necesario mejorar las pautas de evaluacion, pero puedo asegurar que no es una tarea nada sencilla y, a mi entender, es necesario apelar a criterios menos cuantitativos para mejorar las evaluaciones lo que tambien podria abrir la puerta a mayores arbitrariedades.

    En relacion a la carta de Dr. Faustino Siñeriz la considero una carta lamentable y fuera de lugar. Parece casi una provocacion, aunque desconozco a quien estaba dirigida. Por otra parte es claro que en CONICET no existe censura y que cada investigador puede (y deben, a mi entender, y lo hacen de hecho, por ejemplo con el tema del glifosato:
    http://www.mdzol.com/mdz/nota/124574 y
    http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-131014-2009-09-02.html) dar sus opiniones personales-profesionales sobre un tema de su incumbencia. o seguro mucho menos que en los medios de comunicacion u organizaciones politicas. Como vos mencionas, es una carta tonta, porque es evidente que nadie puede hablar "por CONICET" salvo quienes ocupan cargos dirigenciales en el mismo. Finalmente como autocritica diria lo siguiente. Creo que la mayoria de los cientificos que estan en cargos dirigenciales de la ciencia en argentina, han llegado ahi porque en algun momento recibieron el apoyo de sus pares y en algunos otros votos en las diferentes instituciones que gobiernan la ciencia y la educacion.

    Y después continuar: "Con respecto a las becas e ingreso a la carrera..."

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