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¡Que no cunda el pánico!
"¿No es suficiente ver que un jardín es hermoso sin tener que creer que también hay hadas en el fondo?" - Douglas Adams, La guía del autoestopista galáctico.

21/4/12 - DJ:

Expectativa vs Realidad

T.E.L: 8 min. 11 seg.

En esta nota encontrará todo lo que siempre quiso saber (y nunca se atrevió a preguntar) sobre las expectativas y la realidad para lograr un óptima calidad de vida, bienestar y el camino más simple a la felicidad. ¿Me cree?



Sabrá interpretar el lector que la bajada (esas líneas debajo del título) es irónica porque voy a hablar de las expectativas, que en gran medida están relacionadas con las promesas, junto con otros conceptos como el de interés e información.

1.a Interés e información
Permítame dar un ejemplo particular de los muchos que se me ocurren. Alguien dice que no cree en EL alunizaje. Acto seguido pienso que esa persona no sabe nada del tema. Abramos un paréntesis: es posible, en determinados contextos, hablar en singular de un tema colectivo, que incluye varias cosas. En ese sentido, alguien puede hablar de EL alunizaje sabiendo que se trata, en realidad, de SEIS alunizajes, de acuerdo a la información histórica de NASA. Cierro paréntesis.
Pero, hecha la aclaración, si nos cercioramos de que nuestro interlocutor piensa que sólo existió UN alunizaje y señala que fue un fraude televisivo, por ejemplo, nos topamos con la siguiente situación: Alguien dice que otro miente, aunque no sabe lo que ese otro dice. En este caso, el interlocutor dice que la NASA miente, pero desconoce lo que esa agencia dice.
En este caso particular (que engloba a muchos, muchos dichos particulares, tal como verá el lector en una búsqueda web) lo que está mal no es que se descrea de NASA. Otras personas sostienen con argumentos que no comparto, pero más sólidos, lo mismo.
Pero, insisto, en este caso narrado, ¿por qué alguien que NO SABE, habla como si supiera? Evidentemente no sabe lo que NASA dice, que no es un dato menor ni oculto. No lo sabe porque el tema no le interesa. Indaguemos qué temas sí le interesan a la misma persona y realicemos alguna afirmación extraordinaria sobre ese tópico y veremos una reacción opuesta, al menos diferente: esa persona tendrá datos, porque el tema le interesa, que le permitirán o bien descartar directamente nuestra afirmación o bien, si no tuviese la información específica, como sí le interesa el tema, saldrá a buscar los datos, a contrastar lo que nosotros decimos con documentos existentes y otras fuentes de información.

El ejemplo es uno de los tantos que se pueden poner. No importa el contenido específico del ejemplo (si se llegó o no se llegó a la Luna. Aclaro que yo pienso que sí se alunizó, seis veces).
En cambio, intento ilustrar una relación entre interés e información.

1.b Peeeero....
Ocurre, para hacer las cosas más difíciles, que no todo es lineal. Una persona tiene interés en el tema x. Busca información, activamente, sobre ese tópico. Se informa, adquiere conocimiento que le servirá como "filtro" ante diferentes afirmaciones que otros puedan hacer al respecto. Podrá debatir sobre el tema porque lo conoce.
Ciertamente el nivel de conocimiento es variable, desde lo apenas superficial hasta lo más elaborado.
Pero además de esa búsqueda activa de información, estamos sumergidos en un mar de datos. Los medios masivos, nuestros familiares, compañeros de oficina o de estudios, los vecinos, son también fuentes de información. Y a través de todos ellos recibimos información que ni siquiera se nos hubiera ocurrido buscar. Entramos en un foro en busca de ayuda sobre un tema y encontramos otros, amén del buscado.
Miramos un noticiero de radio o TV y posiblemente no estemos buscando una información específica, sino un "paneo" de la realidad. Y allí empezamos a "someternos" a una agenda exógena que puede incluir temas muy diferentes de los que nos interesan en serio.
Y como algunos de esos datos nos resultará llamativo, quizás prestemos algún nivel de atención y recordaremos -fijaremos- algunos datos, aunque no tengamos más que un interés muy superficial sobre el asunto.

2. Expectativa e información e interés
Si el lector es tan amable, tendrá un poco más de paciencia. Es posible que esté esperando a dónde quiero ir. No nos aceleremos. Quiero llegar a un lugar, pero me place caminar. Acompáñeme.
Hace un mes aproximadamente salí de observación nocturna a Yamay. Allí me encontré con un muchacho que estaba poniendo en estación un telescopio tipo Newton 150x750 GoTo.
Conversé con él y me señaló que cuando quiso comprar un equipo similar (sin la montura robotizada) en una conocida Asociación porteña sintió muchos reparos. "Como que no me lo querían vender", me espetó el hombre. Le pedí detalles. Y allí me cuenta que cuando lo fue a comprar le preguntaron si sabía utilizar un telescopio con montura ecuatorial, a lo que respondió que no. Tras lo cual le dijeron que lo piense dos veces, que era difícil, que quizás le convenía primero aprender, y un discurso de ese tipo.
No puedo afirmar con certeza por qué le respondieron de esa manera. Pero imagino la razón: no quisieron venderle gato por liebre. Muchos aficionados compran su primer telescopio suponiendo que será muy fácil operarlo. Y no es tan sencillo, particularmente en el caso de las monturas ecuatoriales y dejando en claro que tampoco es física cuántica.
Pero si no se realizan esas aclaraciones, es posible que el aficionado se desilusione rápidamente.
Lo mismo ocurre respecto de las expectativas de qué y cómo se verá a través de un instrumento amateur. No es raro encontrar personas que creen que podrán observar lo mismo que se visualiza en fotos tomadas con el Telescopio Espacial Hubble.

Lo que hay en esos casos es una expectativa irreal. Se me ocurre que hay al menos dos clases de expectativas, vinculadas con el ejemplo anterior. Por un lado están los que son conscientes que están ante una incertidumbre: nunca han visto a través de un telescopio, no saben cómo se ve. Pero suponen que se verá como con el Hubble.
Otros, en cambio, en vez de tener esa conciencia, están convencidos de que verán de esa manera. Dicen "saberlo", aunque nunca hayan puesto su ojo en un ocular. No sé si se ve la diferencia, algo sutil.

Dicho esto, hagamos lo requerido, mejor tarde que nunca: Según RAE,
expectativa es
(Del lat. exspectātum, mirado, visto).
1. f. Esperanza de realizar o conseguir algo.
2. f. Posibilidad razonable de que algo suceda.

¿Pero de dónde surge, cómo se construye esa "esperanza de", esa "posibilidad razonable"? De información. Que será más o menos completa según cada caso. Y, como señalé antes, no resulta poco importante el nivel de interés, asociado a esa información.

3.a Expectativa y marketing y mentira
Ya este subtítulo me va acercando a mi destino. Se lo adelanto: la verdad. Pero sígame (no sé si lo voy a defraudar. ¿Cuál es su expectativa sobre esta nota, a esta altura?).
Es ya una referencia obligada el trabajo de los investigadores de Caltech y Stanford sobre expectativa de los consumidores. Si no lo conoce, debajo hay referencias.
Hay muchos otros trabajos sobre el mismo asunto. Esas investigaciones nos invitan a reflexionar sobre cómo es posible tratar de manipular nuestra conducta, a partir de información (mala, falsa, incompleta) y nuestras expectativas.
Eso NO ocurrirá si estamos bien informados, algo que, como intento mostrar, tendrá mayores posibilidades si estamos interesados en un determinado tema. ¿Otro ejemplo?

3.b Ciencia: Anuncios, Expectativas, interés, información
Recuerdo un anuncio de NASA de diciembre de 2010 vinculado al arsénico y los extremófilos. En la página de Facebook de este blog ya señalaba en aquel entonces esto mismo que digo ahora.

Por un lado, es posible analizar el discurso y señalar que NASA "cometió un error" (ahora explico las comillas) al adelantar el contenido de una conferencia de prensa con datos aparentemente incompletos y algo alarmistas. Si fue un error o no, lo sabrán ellos, pero no habría que descartar que hayan elegido cuidadosamente las palabras para generar gran "expectativa" en aquel anuncio.
Como indicaba ya entonces en Facebook, esas expectativas serán tales si a uno lo toman desprevenido. Si, en cambio, leíamos toda la información (y no sólo los títulos, qué costumbre!) habríamos notado que la conferencia sería ofrecida por astrobiólogos y si buscábamos en qué habían estado trabajando últimamente, sus papers más recientes, hubiéramos tenido un claro indicio del contenido de la conferencia, en vez de imaginar que presentarían el cadáver de un "hombrecito gris" (o verde, como Ud. prefiera).

Volví a abordar el tema en este blog en la entrada "Entre Betelgeuse y la felicidad".

4. Expectativas en educación y política
El apartado anterior refiere a la ciencia, particularmente a la astronomía, porque es de mi particular interés. Pero no sólo allí se producen estas relaciones.
Estoy retomando estudios universitarios y no pasaron dos meses que algunos alumnos dejaron la carrera porque alguna materia "no colmó sus expectativas". El lector, si tiene experiencias universitarias/terciarias encontrará que algo de eso le habrá pasado, aunque no haya dejado la carrera.

Antes mencioné el marketing y no me detuve allí demasiado, a pesar de nombrar tal actividad. Ciertamente, las acciones publicitarias manejan estos conceptos y saben que pueden "crear expectativas".
Al respecto soy de pensar que si bien hay una responsabilidad en el emisor (yo de hecho aquí he titulado algunas notas de manera que luego me resultaron inadecuadas en relación al contenido), también hay una responsabilidad en el receptor.

Si los "filtros" a los que antes aludí se generan por información, pues todo esto que dije hasta ahora, forma parte de los datos a considerar frente a un anuncio, de cualquier índole. Es decir, que si me prometen la máquina de movimiento perpetuo, ya habrá entre el público quien tenga información e interés sobre el tema y rápidamente sea escéptico de tal afirmación. Pero los que no tengan información -probablemente porque el tema mucho no les interesa- deberían ser conscientes de eso, conscientes de que ese asunto no tiene gran interés para ellos y que, por ende, desconocen de qué se trata. Ese desconocimiento es, por todo lo anterior, una vulnerabilidad que puede ser explotada por el emisor para generar una expectativa, quizás desmedida y posiblemente para "vendernos" algo. Y cuando digo "algo" no me refiero sólo a objetos, también a ideas, a discursos. (¿Notó el lector que el título de este apartado incluye la palabra política, no?
Por tanto, conscientes de esto, caminemos con pie de plomo. Averigüemos, busquemos información.
Pero ¿no dije que esto ocurre cuando un tema no nos interesa y por ende, no tenemos conocimiento? Pero si un anuncio nos llama la atención, entonces sepamos cuáles pueden ser las consecuencias. La culpa es del chancho, pero también de quien le da de comer.
Cuando veo muchas personas, algunas a las que considero inteligentes, pensantes, reflexivas, llevándose la mano derecha al corazón, poniéndose de pie o aplaudiendo a rabiar un discurso incompleto, no puedo dejar de pensar que ante esa incertidumbre se está generando una expectativa desmedida.
Si mañana NASA anunciara que se retomará el programa de los Transbordadores o que pondrán un hombre en Marte, ¿no me sucedería a mi lo mismo?. Quizás. Pero, en frío, lo lógico sería morigerar las expectativas.

5.¿Qué tiene que ver esto con la verdad?
Tiene que ver con la veracidad de las "promesas", con el nivel de concordancia entre anuncios, suposiciones y realidad.
Es fácil caer en estos engaños. Es fácil también, engañarnos. Abramos los ojos. En todo sentido. Y usemos también el valor de la experiencia. Ya hemos escuchado otros anuncios, los hemos contrastado con la realidad y podemos empezar a atar cabos y encontrar indicios de comportamiento. Así, por caso, en un próximo anuncio de NASA, leamos completa la información y si el tópico resulta de interés, busquemos información adicional, antes de generarnos una expectativa muy alta.

Ahh, Ud. se pregunta ¿por qué escribo esto AHORA?
Lo cierto es que, como habrá visto, he tocado el tema con anterioridad también, porque me interesa. Pero sí, tiene usted razón. Hay un motivo por el cual estos conceptos convergen en este texto. Y no tienen que ver exclusivamente con la ciencia o la educación, sino con otra clase de discursos, con otra clase de marketing.
Y Por Fin lo diré: tiene que ver con el gran revuelo en España. Claro, me refiero al mejor partido del mundo, Barcelona vs Real Madrid...



Fuentes y links relacionados

Sobre las imágenes
  • Imagen de señalización de calles del GCBA, modificado por mi.
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