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2/7/16 - DJ:

Actualizar el cielo

T.E.L: 9 min.

Una reflexión sobre la posibilidad de actualizar las constelaciones.




No seré yo, aquí, quien por primera vez reflexione sobre si las 88 constelaciones con sus correspondientes límites -establecidos entre 1928 y 1930- debieran ser modificadas. En artículos anteriores abordé ya la cuestión, por ejemplo, desde el punto de vista "pluricultural", es decir, considerando que gran parte de las constelaciones "modernas" son un legado de las tradición greco-romana y, en general, Europea.

En este caso, mi reflexión asume otro punto de vista. En un rápido repaso por los asterismos oficiales es posible establecer una categorización -no libre de conflictos- como la siguiente:


Insisto en que estas etiquetas bien pueden ser revisadas. Es notable como casi la mitad de las constelaciones que heredamos hacen referencia a animales, sean realmente existentes (aunque en muchos casos asociados a relatos míticos) o imaginarios.
Además, cuento 14 personajes mitológicos y una decena de elementos (cosas) que también refieren a mitos.

En la categoría Personajes no míticos incluí a "el indio" que, sin embargo, fue pensado por los conquistadores como una suerte de "animal"; y al Escultor que no tiene una historia mítica como base y cuya profesión sigue vigente.

Finalmente tenemos 20 constelaciones que hacen referencia directa o indirectamente a cosas existentes o inteligibles. En esta categoría también podría incluirse a las tres partes de la otrora Argo Navis.
Muchos de estos símbolos fueron propuestos por Lacaille a mediados del siglo XVIII que son las más "modernas" de las constelaciones imaginadas.

De modo que me pregunto ¿cuántas de las constelaciones reflejan la sociedad moderna?
La pregunta tiene múltiples matices a considerar, pero abordaré dos, a saber:
A-¿A qué le llamamos modernidad?
B-¿Es necesario que las constelaciones reflejen la modernidad?

A1-LA MODERNIDAD
Algunos autores consideran que el proceso de la modernidad se puede pensar desde el siglo XV a partir del cual se producen una serie de procesos importantes como la toma de Constantinopla, el descubrimiento de América y la invención de la imprenta de tipos móviles. Estos y otros procesos (revolución científica, industrial, francesa), emigración del campo a las ciudades, da lugar al capitalismo y la industrialización, sobre todo en Europa a partir del siglo XVII.

Si tomamos al siglo XV como inicio de la modernidad, entonces, las constelaciones Bayer, Plancius, Lacaille, Hevelius, Brahe, serían modernas.

Es posible, al mismo tiempo, considerar que la modernidad es un proceso que sufrió cambios significativos como para subdividir este período en etapas. Por ejemplo: primera modernidad, alta modernidad, modernidad tardía (contemporaneidad).

Pero también es posible señalar que la modernidad se erige en el siglo XV y se extiende hasta el Siglo XVIII.
Y que desde el Siglo XVII comenzó la Era contemporánea.

Sin embargo, en historia del arte encontraremos que el concepto de Arte contemporáneo está fuertemente asociado al Siglo XX (desde finales del Siglo XIX).

Las constelaciones más "modernas" de las arriba listadas y que son "oficiales" son las propuestas por Lacaille a finales del Siglo XVIII. Por tanto, entre las 88 vigentes no hay constelaciones propuestas durante los últimos dos siglos.

A2-PENSAR LA CONTEMPORANEIDAD
Antes de pasar al siguiente punto, lo dicho hasta aquí vale para reflexionar: Si quisiéramos incluir constelaciones que reflejen a la contemporaneidad, ¿qué signos-símbolos lograrían tal objetivo?
Es posible pensar la pregunta al margen de si este pensamiento requiere modificar, ampliar o quitar constelaciones hasta ahora en uso. Sería, por tanto, una reflexión abstracta, en tal sentido.
Lo valioso sería: ¿qué somos, como sociedad contemporánea? ¿Qué nos identifica, qué objetos, personajes, oficios, indican lo que somos actualmente como sociedad global, al margen de las diferencias culturales?

Indicaré a continuación algunas ideas, pero creo que en este punto lo valioso sería conocer varias opiniones con sus correspondientes argumentos. En cada caso, habría una interpretación diferente de la realidad global.

Si algo nos ha caracterizado a lo largo de la historia es que ha habido dirigentes y dirigidos: El monarca, los faraones, el emperador, los presidentes, primeros ministros; los esclavos, obreros, artesanos, comerciantes, trabajadores, empleados.

Estas diferencias dan cuenta de poder y de trabajo. Entre las constelaciones mitológicas hay referencias indirectas a oficios, como Orión (el cazador) o Bootes, el boyero o pastor. Aunque como oficios éstos no desaparecieron, sería descabellado considerar que tales oficios dan cuenta de la contemporaneidad.
Pero Lacaille agregó elementos que sí se acercan a nuestros días: Fornax, el horno, por citar un caso.
Ese ejemplo viene bien para relacionar objetos con profesiones, a pesar de que también es posible hacerlo con personas-personajes como símbolos de ciertos trabajos, como el Escultor.

En este sentido, si hay un elemento que caracteriza gran parte de la contemporaneidad y de los empleos es la computadora (sea de escritorio, laptop, smartphone u otros dispositivos electrónicos).

Otro elemento que caracteriza la vida moderna es el dinero, monedas o divisas.

También el sistema educativo, sea a través de escuelas, colegios o universidades (que se pueden pensar como edificios, pero también como profesiones: el maestro, la profesora).

Los sistemas de transporte, sean automóviles, trenes, subterráneos, aviones son símbolos de los tiempos actuales. Argo Navis, ya citada, hacía referencia a una embarcación a vela asociada a ciertos mitos.

Los medios de comunicación, desde el teléfono a los diarios-radios-TV-cine no sólo son símbolos de la comunicación contemporánea, sino también de oficios y formas de arte (como el escultor o la Lyra).

Sin dudas que la invención de internet también marca los tiempos que nos toca vivir.

Si el dinero es también un símbolo de sistema económico (como también lo podrían ser los bancos), la política -que existe desde la antigüedad- también podría simbolizarse con una tribuna (que también podría servir para referirse a medios de comunicación).

El reloj como manera de medir el tiempo, no es un invento moderno si nos remontamos a relojes de sol y otras formas. Pero que es un elemento que también es contemporáneo, no caben dudas. Allí Horologium tiene su lugar.

B1-¿SERÍA ÚTIL Y NECESARIO ACTUALIZAR LAS CONSTELACIONES?
Existen diferentes utilidades y necesidades. ¿Es útil escuchar música? Es posible responder la pregunta basándose en ciertos estudios científicos que relacionan el oír música con la más rápida recuperación de pacientes con ciertas dolencias (musicoterapia). Pero ¿acaso a los que no tenemos tales dolencias no nos parece útil y necesaria la música u otras formas de arte?
El teatro es útil, aunque su utilidad es diferente de la del martillo. Es una forma de comunicación y expresión y, hasta donde entiendo, comunicarse y expresarse es útil y necesario.

Las constelaciones se han usado en la antigüedad para contar historias que permitían recordar mejor la ubicación relativa de las estrellas que resultaba útil para guiarse en la superficie y en la navegación.
Pero las historias que se asociaron a los asterismos daban cuenta del modo de interpretar la realidad (ideología) de aquellos pobladores y sociedades del pasado.
Lacaille propuso constelaciones que referían a procesos que ocurrían en su tiempo: la máquina neumática, el telescopio, el octante, el microscopio...
Varias constelaciones del siglo XVII (Bayer) refieren a animales recién conocidos en América a partir del descubrimiento del "Nuevo Mundo" (Tucana y otros).

Como se advirtió al inicio, en esta ocasión no me referiré a asterismos imaginados por diversas culturas, incluidas las precolombinas, pero si tuviéramos también en cuenta aquellas ¿es descabellado señalar que las constelaciones han sido un reflejo de lo que las sociedades pensaban de la realidad, de su entorno natural y social?

Si así fuera, entonces, ese mecanismo o proceso de identificación parece interrumpido en los últimos dos siglos.

B2-LOS CAMBIOS DE NOMBRES
En otras ocasiones distintos sectores sociales y con diversos motivos han propuesto cambiar "cosas" de nombre. Es muy frecuente que ocurra con nombres de calles. Quizás sea el modo más económico de rendir homenajes. También ocurre con instituciones culturales (museos, escuelas) o estaciones de trenes, subtes, etc.
Los cambios de nombre pueden ocurrir por distintos motivos particulares, pero es posible encontrar denominadores en común: algo (una persona, un período histórico) no está suficientemente reflejado en los nombres usados, mientras otros, en demasía.
Un caso reciente en Buenos Aires: se modificó el nombre de la estación del Ferrocarril Roca llamada Avellaneda por "Darío Santillán y Maximiliano Kosteki". Mientras el primer nombre refería a un presidente (cuyo apellido ha sido utilizado en múltiples ocasiones para calles, escuelas y el municipio que todavía lleva ese apelativo), los nuevos nombres refieren a dos manifestantes asesinados en 2002 cerca de aquella estación.

¿Cuál es la utilidad? Surge de la necesidad de la memoria, de recordar no sólo a presidentes, de no olvidar hechos que se pretenden mantener en la memoria viva.

Estos cambios muchas veces generan reclamos por posibles consecuencias negativas, por ejemplo, de comerciantes que poseen locales en una calle y que consideran que el cambio los perjudicaría. Debe señalarse que durante un período de transición se refiere a las calles con nombres modificados usando la nueva y la vieja nomenclatura. Y pasado un tiempo, nos acostumbramos a los mismos y los mapas se actualizan.

Los observadores visuales recurrentes podrían quejarse de algún posible cambio contemporáneo a las constelaciones. Los perjuicios podrían morigerarse manteniendo los límites actuales, cambiando sólo el nombre y referencia. Debe decirse que desde el establecimiento de los límites modernos se han señalado inconvenientes a tal división, por ejemplo en virtud de que algunas constelaciones son demasiado grandes o que tienen una parte en el hemisferio norte y otra en el sur.

B3-¿OLVIDAR EL PASADO?
No se trata de olvidar el pasado o de esconder lo que no nos gusta. Además, si así fuera, ¿qué decir de las constelaciones que se han dejado de lado?
En todo caso, es posible mantener constelaciones tradicionales pero quitar algunas para agregar otras. Si las constelaciones "modernas" (que mantuvieron la tradición romana) son de 1930, estamos a 14 años de su centenario. ¿No sería posible, dentro de una década y media, revisar las constelaciones?

Una alternativa es quitar constelaciones "repetidas" (las tres de Argo Navis, las Triangulum, los canes, dos Leo, etc). Si se mantuvieran los límites previos y sólo se cambiaran los nombres de, digamos, una decena de constelaciones, el "perjuicio" sería mínimo. Con el tiempo, los nuevos libros, mapas y software se actualizarían y durante años se usarían las dos nomenclaturas.

De esa forma se podrían actualizar las constelaciones al menos una vez por siglo. Y el mantenimiento de los asterismos relacionados a mitos podría ser más plural al sustituirse aquellos vinculados a Grecia y Roma por otros de distintas culturas antiguas.

ALGUNAS POSIBILIDADES
Se me ocurre como posible cambiar el nombre de ciertas constelaciones por categorías generales, por ejemplo, en vez de Leo, "Los felinos" o más general "Los mamíferos"; en vez de Apus/Cygnus, "Las aves"; en cambio de Fornax y Antlia, "las máquinas"; modificar Sculptor por "Los artistas o Las artes"; Telescopium y otros por "las ciencias o los científicos", Circinus/Mensa por "los instrumentos". Es decir, pasar de símbolos particulares a otros más generales.
Así habría una mayor amplitud de las designaciones lo que permitiría crear nuevas: Los comerciantes, los trabajadores, los continentes, los transportes, las artes, las ciencias, las comunicaciones, la libertad, la justicia, la tribuna (o la política o los debates), las plantas, las frutas, la educación, el ocio, etc. De este modo, además, la reflexión previa sobre la inclusión de la informática podría estar incluida en "Los instrumentos", categoría suficientemente general como para incluir a aquellos que surjan en el futuro.

Sobre los géneros y el idioma
Es costumbre hasta ahora que los nombres "oficiales" de las constelaciones sean en latín. Al mismo tiempo, en tren de repensar los asterismos, podría surgir la cuestión del sesgo de género masculino/femenino, por ejemplo, en los supuestos citados, "Los trabajadores" en español haría referencia a los hombres y no a las mujeres. Mantener el latín permitiría salvar este sesgo, ya que podría ser "Laboratur".

Desambiguación respecto de la astrología
Un posible cambio en los nombres de las constelaciones, lo que podría implicar la "desaparición oficial" de algunas de ellas, modificadas por otras, podría permitir una mayor separación entre astronomía y astrología en las convenciones. De esta forma, podrían "desaparecer" algunas de las constelaciones de la eclíptica, como se ejemplificó antes: en vez de Cáncer, "Los artrópodos", Libra podría pasar a ser "La Justicia" o bien si se la considera como balanza, estar incluida en Los instrumentos, aunque prefiero la primera opción.
Así, luego de un tiempo de transición, la palabras Libra o Cáncer estarían vinculadas al concepto astrológico de signos y no al de constelaciones. El hecho de que todavía haya ciertas convenciones en común, en particular, los nombres de algunas constelaciones, confunde todavía a cierta porción de la población sobre la relación entre la ciencia astronómica y la seudociencia astrológica.

CONCLUSIÓN
Pensar las constelaciones es pensar el pasado. El pasado social y no el pasado de los objetos astronómicos. Por eso, los asterismos oficiales dicen algo de quienes hemos sido a lo largo del tiempo, aunque en forma sesgada y, además, desactualizada.
No actualizar las constelaciones sería vivir en el pasado. Pero lo verdaderamente interesante sería el proceso de modificación, es decir, los debates que se generarían respecto de qué símbolos representan la contemporaneidad. Las constelaciones funcionan sólo como referencias en el concepto de cielo, asociado a la esfera celeste y resulta útil, sobre todo, a los aficionados. Tales referencias se pueden parangonar a los nombres de barrios o calles de una ciudad esquematizada en un mapa.
En la IAU alguno de sus grupos de trabajo bien podría analizar el tema, convocar a historiadores, conocer la opinión de la comunidad astronómica y, por qué no, también del público general, en un proceso de modificación que si toma años, podría desembocar en el centenario del esquema actual.
Pensar el cielo, es pensar la sociedad. Actualizar el cielo, es debatir la actualidad.





Fuentes y enlaces relacionados
Constelaciones en IAU (inglés)
http://www.iau.org/public/themes/constellations/

Wikipedia: Constelaciones por fecha de creación
https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Constelaciones_por_fecha_de_creaci%C3%B3n

The Origin of the Constellations
http://www.southastrodel.com/Page20500.htm

Las constelaciones y la Uranometría Argentina
en Historia de la Astronomía, por S. Paolantonio
https://historiadelaastronomia.wordpress.com/2013/03/02/las-constelaciones-y-la-uranometria-argentina/

Los exoplanetas "mediocres"
http://www.noticiasdelcosmos.com/2009/10/los-exoplanetas-mediocres.html

Sobre las imágenes
Imagen inicial combinada usando: By Tfr000 (talk) 18:06, 26 July 2012 (UTC) (This file was derived from  MessierStarChart.svg:) [CC BY-SA 3.0 or GFDL], via Wikimedia Commons, y Barra de progreso (http://todoparaweboblog.es.tl/Barras-alternatibas.htm)

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