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¡Que no cunda el pánico!
"¿No es suficiente ver que un jardín es hermoso sin tener que creer que también hay hadas en el fondo?" - Douglas Adams, La guía del autoestopista galáctico.

23/9/06 - DJ:

Comenzó la 49º reunión de la Asociación Arg. de Astronomía

Vía Observatorio Astronómico de La Plata Año 5 Número 183


Con los cerros de Capilla del Monte (Pcia. de Córdoba) ambientando el encuentro,
más de 250 astrónomos y estudiantes de astronomía están compartiendo trabajos de
investigación, observaciones y simulaciones en diferentes ramas de esa
disciplina. Esta Reunión, de frecuencia anual, se inició con la entrega del
"Premio a la Trayectoria" al Dr. Jorge Sahade en reconocimiento a su carrera de
investigación científica y su contribución a la Astronomía Argentina.
En este encuentro, que se inició el pasado lunes 18 y concluirá el próximo
viernes 22, asisten también profesionales de otros países que tienen
vinculación con colegas argentinos.

Asimismo, los organizadores de esta Reunión, que pertenecen al Observatorio
Astronómico de la Universidad Nacional de Córdoba, vienen realizando diversas
actividades de divulgación en todo el valle de Punilla, como charlas para todo
público y funciones de un planetario móvil. Ambas actividades están convocando
a la comunidad de Capilla, desde niños a adultos y con una activa
participación.

En las sesiones orales ya se han escuchado exposiciones relacionadas con
planetas y sistema solar; estrellas, instrumentación y astronomía y astronomía
extragaláctica.
Numerosos pósters dan cuenta también, de los trabajos que se desarrollan
en los diferentes centros de investigación y estudios astronómicos del
país (detallada información y entrevistas en el próximo Boletín de
noticias).

Premio a la Trayectoria: Dr. Jorge Sahade

El Dr. Gustavo Romero, Presidente de la Asociación Argentina de Astronomía
hizo una pormenorizada recorrida de la vida y relevancia profesional
del Dr. Jorge Sahade. Romero manifestó que, en este caso, "el premiado
le da categoría al Premio y no al revés, fijamos un estándar que va a
hacer muy difícil de alcanzar pero es lo que nosotros queríamos, sacar
un premio del más alto nivel. El Dr. Sahade, creo, es la figura más
importante de la astronomía argentina".

Luego de que el Dr. Gustavo Romero, Presidente de la Asociación Argentina de
Astronomía entregara el Premio a la Trayectoria al Dr. Jorge Sahade, éste
manifestó su profundo agradecimiento.

"En verdad en el curso de mi vida no he hecho nada más lo que sentía que
me correspondía hacer, sólo impulsado por mis convicciones personales y
mis deseos de ser, de alguna manera, útil a los demás y al desarrollo de
nuestra ciencia".

Sahade agregó acerca del premio que "me parece muy oportuno y que es
además, un signo de que se ha llegado a una deseable madurez, el que la
Asociación haya instituido premios, sobre todo para estimular a la gente
joven, que en nuestro país, y particularmente en este época, que no es
precisamente fácil, necesita ser alentada y motivada en grado sumo".

"Debo confesar que me resulta particularmente grato que el presente acto
tenga lugar en la ciudad de Capilla del Monte, porque recuerdo que,
durante mi infancia, a mi madre le deleitaba venir a esta zona de mi
provincia natal, para gozar de la visión del famoso 'zapato' que
caracteriza a las sierras cordobesas en este lugar, y debo reconocer que,
desde entonces, no había regresado por aquí,
de modo que todo se ha conjugado para que esta ocasión sea particularmente
gratificante para mí".

También recordó que la Asociación Argentina de Astronomía fue creada en 1958,
en una reunión celebrada en la ciudad de San Juan convocada por el Dr.
Livio Gratton, quien era director del Observatorio de la Universidad
Nacional de Córdoba, cuyo primer presidente fue el Dr. Bernhard Dawson.
"Existe una fotografía histórica de, por lo menos, gran parte del grupo
inicial, tomada en esa ocasión, que muchos de ustedes seguramente habrán
visto. De ese grupo inicial, creo que aún sólo sobrevivimos Adela Emilia
Ringuelet, Alejandro Feinstein, Carlos Alberto Hernández, José Augusto
López y el que les habla".

"El nacimiento y el desarrollo de la Astronomía como ciencia, en nuestro
país, tiene, por lo menos, dos grandes responsables. El primero fue, sin
duda, el Presidente Domingo Faustino Sarmiento, un hombre recio, de
múltiples inquietudes e iniciativas. Sarmiento llegó a crear también hasta
una Academia Nacional de Ciencias, que sigue existiendo, con sede en la
ciudad de Córdoba, y ubicada físicamente dentro de la manzana que ocupa el
casco original de la Universidad local. También le debemos el comienzo de
la actividad astronómica de jerarquía en el país, con la creación del
Observatorio Astronómico Nacional Argentino, y del Servicio Meteorológico,
ambos organismos con sus sedes en la ciudad capital de esta provincia de
Córdoba".

"En la inauguración de aquel observatorio, Sarmiento incluyó la famosa
expresión que ha sido recordada una y mil veces y que debería quedar grabada
en forma bien visible en los lugares de acceso a los despachos de nuestros
gobernantes. Sarmiento dijo entonces, 'Hay, sin embargo, un cargo al que
debo responder, y que apenas satisfecho por una parte, reaparece por otra
bajo una nueva forma. Es anticipado o superfluo, se dice, un observatorio
en pueblos nacientes y con un erario exhausto o recargado. Y, bien, yo
digo que debemos renunciar al rango de Nación o al título de pueblo
civilizado si no tomamos nuestra parte en el progreso y en el crecimiento
de las ciencias naturales".

"La segunda gran figura en el desarrollo astronómico del país, fue la del
extraordinario geodesta argentino, el Ingeniero Félix Aguilar -también
sanjuanino de origen, como Sarmiento- quien fuera, en dos ocasiones, Director
del Observatorio Astronómico de la Universidad Nacional de La Plata. Aguilar
estaba absolutamente convencido que, para asegurar el desarrollo y la
lozanía de la Astronomía en el país, era absolutamente necesario crear una
fuente de formación de material humano. A Aguilar hay que agradecerle,
pues, la puesta en funcionamiento, en 1935, de la primera Escuela de
Astronomía (y Geofísica) del país, la única fuente de formación de astrónomos
en Argentina, hasta que veintidós años más tarde, en 1957, el Dr. Livio
Gratton, quien como dije, era entonces director del Observatorio de
Córdoba, incidiera para que se creara en el ámbito de la Universidad
Nacional de Córdoba, el Instituto, hoy Facultad de Matemática, Astronomía
y Física o FAMAF".

El Dr. Sahade recordó su ingreso como personal del observatorio platense
como Ayudante Astrónomo, al Departamento de Astrofísica cuyo jefe era el
Dr. Alexander Wilkens. "Al Ing. Aguilar le urgía que se diera uso
científico al telescopio reflector de 83 cm. de abertura con que contaba y
aún cuenta La Plata, y que había sido dotado de un espejo primario con un
agujero central".

A mediados de 1943, luego de aprobar todas la materias, el Dr. Jorge Sahade y
Ulrico Cesco, obtuvieron sendas becas por dos años para formarse en astrofísica
al lado del Prof Otto Struve, el más importante espectroscopista estelar del
siglo XX, quien dirigía el observatorio Yerkes de la Universidad de
Chicago. "En el trayecto, el barco, navegando ya en aguas boreales llegó a
ser detenido por un submarino alemán, el que nos permitió seguir viaje sin
problemas, dado que se trataba de un medio de transporte argentino".

Cuando regresó a la Argentina en 1946, el Dr. Sahade comenzó a trabajar en el
Observatorio de Córdoba invitado por el entonces director, Dr. Enrique Gaviola.
En 1953 quedó al frente del ese Observatorio hasta 1955 cuando regresa a EEUU
con otra beca, esta vez otorgada por la Fundación Guggenheim. El Dr. Cesco,
director en ese entonces del Observatorio platense, le pide en 1958 que regrese
y así es nombrado jefe del Departamento de Astrofísica II, asimismo le pide que
se ocupe del proyecto de dotar a La Plata de un telescopio moderno y también de
organizar una reunión científica.

"Como todos sabemos, finalmente el instrumento llegó a ser instalado en la
precordillera andina, en El Leoncito, provincia de San Juan, a unos 2500 metros
de altura, pero no exactamente en el lugar que había sido aconsejado por
el resultado de la búsqueda de sitios. Los costos nos hicieron decidir por
un instrumento del orden de los dos metros de diámetro que, un concurso de
precios entre varias empresas constructoras de telescopios, determinó que
nos inclináramos por un instrumento gemelo del que, poco antes, el
Observatorio Nacional de Kit Peak había erigido en Arizona y cuyos planos
nos habían sido obsequiados por el director de la institución, el Dr.
Nicholas Mayall. No puedo dejar de mencionar aquí el apoyo entusiasta que
recibimos, en todo momento, del entonces Rector de la Universidad, el Dr.
Danilo Vucetich y también, por supuesto, del Director del Observatorio, el
Dr. Reynaldo Cesco".

En 1968, El Dr. Sahade fue nombrado director del Observatorio de La Plata,
cargo en el que permaneció poco mas de un año... "en cierto momento, en
ese intervalo, llegué a la conclusión de que nuestras universidades no se
habían dado cuenta aún de que estábamos viviendo en una nueva era, la era
espacial. Se transformó el Centro Nacional de Radiación Cósmica en el
Instituto de Astrofísica y Física del Espacio (IAFE) que el CONICET llegó
a crear en 1971 y del cual fui el primer director".

"En esta recorrida rápida a través de las incursiones que he hecho en mi
vida, no voy a referirme a mis casi tres años como primer presidente de la
Comisión de Actividades Espaciales o CONAE ni a mi participación hasta
hace alrededor de un mes, en que presenté mi renuncia, como representante
de dicha Comisión, en el Comité de Implementación del próximo satélite
ultravioleta, denominado World Space Observatory (WSO/UV) que Rusia pondrá
en órbita dentro de algunos años".

"Desde los primeros meses de 1994, soy un feliz huésped de la Facultad de
Cs. Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata, a
cuyos sucesivos Decanos debo agradecer todo el apoyo y comprensión que me
han brindado, permitiéndome contar y gozar con una oficina bien equipada a
la que sigo concurriendo casi diariamente.
No puedo dejar pasar una oportunidad como la presente, sin dedicar unos minutos
a pensar en voz alta sobre el pasado, el presente y el futuro de la astronomía
en nuestra Argentina. Comenzamos todavía en el siglo XIX ambiciosamente, con
seriedad, con un rumbo definido en un momento difícil para el país. Sentamos
las bases para que hubiese una continuidad basada en material humano
autóctono del más alto nivel posible. Fuimos, en América Latina, un país
de avanzada, astronómicamente hablando, y hoy, son otros los países de la
región que perciben muchísimo más apoyo gubernamental en el área, a pesar
de toda la tradición existente y de la notable capacidad que caracteriza a
nuestra gente.
El mayor telescopio que tenemos en el país es de 2,15 de abertura y sólo
estamos asociados a los telescopios Gémini en un magro 2% con amenaza de
cortar o de perder dicha vinculación porque no se quiere pagar o no se
paga en término la contribución anual que nos corresponde hacer.
En un momento en que el conocimiento astronómico avanza a pasos acelerados y
los países europeos dan comienzo al proyecto de construir un telescopio de 60
metros de abertura pienso que es urgente hacer un planteo serio a nuestras
autoridades para que se pueda volver a tomar el rumbo que delinearon nuestros
mayores, y nuestra ciencia, así como toda la ciencia básica, como debe ser,
reciba todo el apoyo y el estímulo que corresponde y que merecemos por nuestra
tradición y por la calidad de nuestra gente. Creo que ese es el desafío que
debe asumir perentoriamente nuestra Asociación y cada uno de los colegas
que la integra".

"Felizmente existe un grupo en nuestro país como el del IAFE y otros que,
en Córdoba y en otros lugares de Argentina, que trabajan ardua y
silenciosamente en conseguir progreso que modifique la situación actual y
merecen todo el respeto y el apoyo decidido de nuestra comunidad de
astronomía y, por supuesto, deberían recibir el máximo respaldo de parte
del Gobierno Nacional".

"Otro aspecto de la postura negativa y poca visión que impera en nuestro
país, desde hace algún tiempo es la carencia actual de un cierto número,
no necesariamente grande, de becas universitarias para estudiantes
extranjeros particularmente latinoamericanos como existían en otros
tiempos, y sirven para crear vínculos siempre útiles y para profundizar el
conocimiento, la confianza mutua y los sentimientos de hermandad con otros
pueblos y sobre todo para dar mayor trascendencia a nuestra astronomía y
a nuestros investigadores".

"Ya me he extendido demasiado de modo que voy a terminar aquí, y,
parafraseando a Baldomero Fernández Moreno, me voy a preguntar: a nuestros
gobernantes, Señor ¿qué les pasa? ¿No aman la ciencia? ¿No aman su
fulgor?. Muchas gracias".


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