Un equipo de astrónomos europeos ha conseguido elaborar un atlas tridimensional que describe la evolución del Universo en los últimos nueve mil millones de años, tras haber estudiado más de 6.500 galaxias cercanas y lejanas.
Vía La Flecha
El grupo de científicos, formado por astrónomos italianos y franceses, ha comprobado con el gran Telescopio del Observatorio Europeo Austral (ESO), en Chile, que el entorno juega un papel clave en la evolución de las galaxias.
En concreto, los astrónomos han descubierto que los cúmulos de galaxias pierden antes su capacidad de formar estrellas que las que se encuentran aisladas, un hallazgo que sugiere que sus propiedades dependen 'fuertemente' de las interacciones que tengan con el entorno que les rodea.
Según los resultados del trabajo, que aparecen publicados en el último número de la revista Astronomy and Astrophysics, hay una 'clara correlación' entre el entorno y el color o densidad.
Las galaxias situadas dentro de la Vía Láctea pueden ser clasificadas en rojas, cuando en su interior nacen muy pocas o ninguna estrella, o en azules, cuando su formación se encuentra aún activa.
El estudio apunta a que las galaxias más 'sociables', aquellas situadas en densos cúmulos, tienen más posibilidades de convertirse en rojas que las aisladas.
Además, la luminosidad tendría también un 'profundo impacto' en las propiedades de las galaxias a lo largo del tiempo, ya que aquellas más luminosas perderían más rápidamente el material necesario para la formación de estrellas que las menos luminosas.
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