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Una forma de resumir la revolución científica en tres palabras: los datos importan.
La reflexión profunda es indispensable, pero no alcanza si queremos progresar. En cambio, la adquisición de datos abre nuestras perspectivas, permitiéndonos apoyar, descartar o plantear nuevas hipótesis que amplíen nuestro conocimiento. En este sentido, esta semana dimos tres grandes pasos para reforzar nuestro "coeficiente intelectual cósmico".
Seguramente Galileo merece crédito por su imaginación y valentía intelectual. Pero lo que lo separa de las generaciones de pensadores que lo precedieron es el telescopio. Con Galileo, por primera vez, hay genuinos nuevos datos disponibles. El telescopio no es sólo una ayuda para el ojo, sino para el cerebro. Cuando se aplica a los cielos, un observador -cualquier observador- puede ver cosas que Aristóteles nunca soñó y así, ser un poco más "inteligente" y mejor informado acerca de la naturaleza del cosmos que las grandes mentes de la antigüedad. Con la revolución científica nos dimos cuenta que el pensamiento profundo no nos lleva muy lejos, a menos que también podamos mejorar la calidad y el alcance de nuestros datos. Ver mejor nos hace más inteligentes.
En este sentido, esta fue una semana estandarte para reforzar nuestro C.I. cósmico.
Herschel es el satélite infrarrojo que tomará donde dejó el Observatorio Spitzer. Su espejo de 3,5 metros es el más grande que se haya lanzado al espacio e investigará en más largas longitudes de onda que Spitzer, empujando a la astronomía infrarroja hacia objetivos más fríos en nuestra galaxia y en el universo distante.
Planck es el nuevo esfuerzo por explorar la radiación de fondo de microondas, refinando la visión de su antecesor, el satélite WMAP, lo que permitirá acercar aún más nuestro entendimiento a lo que ocurrió en la gran explosión y la distribución de energía, así como sus fluctuaciones de temperatura.
Junto con el Observatorio de rayos gamma Fermi, lanzado el año pasado, representan los observatorios espaciales del siglo XXI. Mientras tanto, el Hubble se acerca un poco más a ser observatorio de vanguardia con la adición de dos nuevos instrumentos, como el Cosmic Origins Spectograph. Y esperamos impacientemente el Telescopio James Webb.
Es difícil imaginar lo que habría hecho Galileo de la tecnología, pero que él habría comprendido la motivación detrás de estas naves espaciales: Son construídas para hacernos más inteligentes.
Esta es una traducción del artículo "How Space Makes You Smarter" escrito por Ivan Semeniuk en Sky and Telescope. De más está decir que el término "inteligencia" es muy amplio y, en cierta forma, polémico en su definición y mucho más en su cuantificación. Creo entender que Semeniuk intenta decirnos que los datos que obtenemos de la realidad (en este caso, los satélites y observatorios orbitales) enriquecen nuestro conocimiento y nos permiten utilizar nuestras capacidades intelectuales para tratar de comprender la naturaleza. Por lo tanto, debe entenderse "hacernos más inteligentes" en ese contexto.
Fuentes y links relacionados
- "How Space Makes You Smarter", por Ivan Semeniuk en Sky and Telescope
- Teoría de las inteligencias múltiples
Sobre las imágenes
Composición de imagen del Transbordador Atlantis llevando al Hubble y la región de formación estelar NGC 3603(Crédito ESA/Luis Calçada and NASA), y los observatorios Herschel y Planck (Crédito: ESA)
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