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El primer grupo de 64 lluvias de meteoros recibirán sus nombres oficiales en la XXVII Asamblea General de la UAI, luego de una votación por los miembros de la Comisión 22 en su reunión del viernes 7 de agosto. Los astrónomos están celebrando porque, hasta ahora, había mucha confusión acerca de cuáles lluvias eran reales y cómo nombrarlas.
Así lo cuenta el astrónomo alemán Peter Jenniskens, que pertenece al Centro Carl Sagan del Instituto SETI y al Centro de Investigación Ames de NASA, experto en lluvias de meteoros y miembro del Grupo de Tareas de nomenclatura de lluivas de meteoros de UAI.
Los cometas dejan tras de sí desperdicios de material en el espacio. Cuando la Tierra cruza en su órbita estos restos se producen las lluvias de meteoros, que se repiten anualmente. Generalmente se adoptó el nombre de la constelación desde la que parecen radiar estas lluvias.
Para crear orden en el caos, en la reunión previa (hace tres años, en Praga), un grupo de tareas sobre la nomenclatura de lluvias de meteoros se formó para formular una lista de lluvias que eran bien conocidas para merecer nombres oficiales. El Grupo de Tareas comenzó por una lista de lluvias y reglas de nomenclaturas. Luego pensaron en formas sobre cómo añadir lluvias en esa lista previa y decidieron, basados en los resultados de los recientes sondeos, qué lluvias eran indiscutibles.
El Centro de Datos de Meteoros de UIA (IAU Meteor Data Center) mantiene una base de datos de conocidas y sospechadas lluvias que gradualmente crece cuando más observaciones están disponibles. Antes de publicarse, las nuevas lluvias deben ser reportadas al Centro de Datos, que verificará cualquier conflicto de nombres con las lluvias existentes y asignará un número único y un código de tres letras para cada nueva lluvia.
Esas lluvias que son confirmadas por otros se consideran establecidas. Cada lluvia establecida puede luego ser estudiada para encontrar su cuerpo parental y estudiar la actividad pasada del cometa.
Ahora, la naturaleza nos está brindando un par de fuegos artificiales cósmicos: una rica lluvia de Perseidas en el Hemisferio Norte y las Alfa Capricórnidas en el Sur.
Reglas de nomenclatura para lluvias de meteoros
La regla general es que una lluvia de meteoros debería ser nombrada por la constelación que contiene el radiante (el punto desde el que parecen provenir), usando la forma posesiva en latín. De esta forma el nombre de las constelaciones debe finalizar en una de las siete declinaciones:
ae (Lyrae); is (Leonis); i (Ophiuchi); us (Doradus); ei (Equulei); ium (Piscium); ourm (Geminorum).
Si se necesita mayor precisión, la lluvia es nombrada por su estrella más cercana (o la más brillante) con una letra griega. Suguiendo la costumbre existente, debería añadirse el nombre del mes para distinguir lluvias de la misma constelación. Para lluvias de día se acostumbra añadir el término "Daytime".
Más en las Reglas de nomenclatura de lluvias de meteoros.
Fuentes y links relacionados
- Celebrating the naming of meteor showers
Peter Jenniskens
Estrela D'Alba, Núm. 5, pág. 4 - IAU Meteor Data Center
- Meteors Showers online
- Sur astronómico: Lluvia de meteoros
- IAU Comisión 22: Meteoros, meteoritos y polvo interplanetario
Sobre las imágenes
- Lluvia de las Perséidas
Crédito: Sirko Molau, IMO, Archenhold-Sternwarte
Imagen del día del 9/8/96 - Lista de lluvias de meteoros establecidas del Centro de Datos de IAU
Astronomía en Blogalaxia-Meteoros-Ciencia en Bitácoras.com
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