Blog de noticias de astronomía - Desde Buenos Aires, Argentina
¡Que no cunda el pánico!
"¿No es suficiente ver que un jardín es hermoso sin tener que creer que también hay hadas en el fondo?" - Douglas Adams, La guía del autoestopista galáctico.

18/12/10 - DJ:

Las lunas de Venus

T.E.L: 3 min. 36 seg.


El asteroide 2002 VE68 orbita al Sol en el mismo tiempo que Venus. Pero, ¿es un asteroide o son dos? La historia de la astronomía tiene otra historia que contar al respecto.
Las lunas de Venus


¿Qué planetas del Sistema Solar no tienen satélites naturales? Mercurio y Venus, respondemos con absoluta confianza.
Pero el lucero de la tarde una compañía particular. 2002 VE68 es un asteroide clasificado como potencialmente peligroso por el Centro de Planetas Menores.

Se piensa que llegó al lugar que ocupa actualmente, hace 7.000 años, luego de un encuentro cercano con nuestro mundo. Actualmente orbita al Sol de forma tal que cuando está más cerca del astro yace dentro de la órbita de Mercurio, y cuando está más lejos alcanza la de la Tierra.

Su "parentesco" con Venus es el resultado de tener una resonancia orbital 1:1 con aquel planeta. Una resonancia orbital es cuando dos objetos orbitales ejercen una influencia gravitacional regular, periódica, uno sobre el otro, debido a períodos orbitales relacionados con la razón entre dos números. Por ejemplo, Plutón y Neptuno tienen una resonancia de 2:3, que significa que por cada dos veces que Plutón orbita al Sol, Neptuno hace tres viajes.

En el caso de VE68 y Venus, se toman el mismo tiempo en dar la vuelta al Sol, por eso su resonancia es uno a uno. Por eso se considera al asteroide un "cuasi-satélite" de Venus. Tengamos en cuenta que, en realidad, un satélite orbita a un planeta, mientras que VE68 orbita al Sol.

Podemos ver la danza de estos dos objetos alrededor del Sol con el applet de JPL:
2002 VE68


A veces estas resonancias resultan en una interacción inestable en la que los cuerpos intercambian momento y varían las órbitas hasta que la resonancia deja de existir. VE68, de acuerdo a los cálculos de los astrónomos, dejará de ser un "cuasi-satélite" en unos 500 años.

Pero esto se sabe desde 2002 (de allí el nombre del asteroide). ¿Qué hay de nuevo?
Hace algunos días, tres astrónomos liderados por M. Hicks de JPL/Caltech publicaron mediciones del asteroide también conocido como MPEC 2002-V52.
El reciente acercamiento del objeto a nuestro mundo permitió hacer fotometría del susodicho entre las noches del 10 al 13 de noviembre desde el telescopio JPL Table Mountain de 0.6 metros.

Lo que hallaron fue:
Por los datos de color, determinaron que VE68 es un asteroide del tipo X. Este es un grupo de asteroides con espectro muy similar que podrían potencialmente tener una variedad de composiciones.
La clasificación permitiría subclasificarlo como tipo M, E o P.

Ya se lo había considerado como un asteroide NEA (cercano a la Tierra) de la categoría Atenas o Atón por su prototipo (2062) Atón. Se clasifican así a los asteroides cuya órbita tiene una semieje mayor menor al de la Tierra (1 UA). VE68 tiene un semieje mayor de 0.723 UA.

Fueron capaces también de determinar el tamaño aproximado, en 200 metros de diámetro, basados en la magnitud absoluta y determinaron que rota cada 13.5 horas. La amplitud de la fluctuación de la curva de luz podría implicar que en realidad es un objeto binario en contacto, es decir dos pedazos de material orbitando un centro de masas en contacto uno con el otro.

La otra luna de Venus: Neith
El título de este post está en plural, pero hasta aquí hablamos de un objeto (en realidad quizás dos, unidos). La otra historia que viene al caso se remonta a varios siglos.
No fueron pocos los que entre los siglos XVII y XIX creyeron haber encontrado un satélite de Venus.
Giovanni Cassini en 1672 y luego en 1686. James Short en 1740, Joseph Lagrange en 1761.
En 1777 Johann Heinrich Lambert publicó sus cálculos del supuesto satélite de Venus.
Lambert propuso que el satélite se llamara Alembert por Jean le Rond D'Alembert, pero este último declinó el ofrecimiento porque era incapaz de calcular la órbita y, por lo tanto, asumía que el objeto no era real.

Satélite Venus F. Fontana
Ilustración de Francesco Fontana del supuesto satélite de Venus. Xilografías de los trabajos de Fontana (1646). Los rayos que surgen de la mancha blanca (cara iluminada de Venus) es un efecto óptico.


Se lo denomina Neith en el Siglo XIX tras la sugerencia de M. Hozeau, ex director del Real Observatorio de Bruselas. El nombre proviene de una diosa egipcia, Neit, Atenea para los griegos.

En 1887 la Academia Belga de Ciencias refuta la existencia de tal objeto al señalar que se trata de registros de estrellas cercanas (ópticamente) al planeta en cuestión.

En ambos casos estamos ante el método científico en acción. Sus conclusiones no son absolutas porque el ser humano se equivoca, porque usamos inducción para razonar y porque las relaciones causales que se creen encontrar en la Naturaleza suelen ser aparentes.
Aunque a veces se caiga en cierta rigidez, la ciencia no es dogmática. Si lo fuera no cambiaría para adaptar sus conclusiones a la realidad observada.
Que Venus no tiene satélites naturales (hasta el Siglo XVII), que sí tiene uno (XVII-XIX), que no lo tiene (XIX-XX), pero vamos, que sí tiene un "cuasi-satélite" (XXI).
Afirmaciones que parecerían contradictorias, si no fuera porque hay una historia (o dos) que contar. Narraciones del ensayo y error, de los juegos de apariencia y realidad, gracias a los cuales nuestro entendimiento del cosmos es cada día mayor.


Fuentes y links relacionados



Sobre las imágenes



Etiquetas:
-

No hay comentarios.:

Publicar un comentario