T.E.L: 2 min.
Un grupo de astrónomos liderados por un brasileño estudió una joven estrella similar a nuestro Sol en su juventud y concluyó que el campo magnético terrestre fue clave en la aparición de vida en nuestro planeta.
Hace cuatro mil millones de años surgió la vida en la Tierra. La vida emergió porque nuestro planeta tenía una superficie rocosa, agua líquida y una atmósfera. Pero la vida prosperó gracias a otro ingrediente necesario: la presencia de un campo magnético protector. Un nuevo estudio de una joven estrella muestra que un campo magnético juega un rol clave para que un planeta sea apto para la vida.
"Para ser habitable, un planeta necesita calor, agua y estar protegido de un joven y violento Sol", indicó José-Dias Do Nascimento, investigador líder del estudio, que pertenece al Centro Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics (CfA) y la Universidad de Río Grande do Norte (UFRN) en Brasil.
Kappa Ceti, una estrella localizada a 30 años luz de distancia en la constelación Cetus (la ballena o monstruo marino), es muy similar a nuestro Sol, pero más joven. El equipo de astrónomos calculó una edad de 400-600 millones de años de edad, lo que concuerda con la edad estimada de su período de rotación (una técnica desarrollada por Søren Meiborn, ver abajo). Esa edad se corresponde al tiempo en el que apareció la vida en la Tierra. Como resultado, estudiar a Kappa Ceti, proporciona conocimientos sobre la historia temprana de nuestro sistema solar.
Como otras estrellas, Kappa Ceti es muy activa magnéticamente. Su superficie está cubierta de manchas gigantes como las del Sol, pero más grandes y numerosas. También emana una corriente de plasma o gases ionizados al espacio. El equipo de investigación encontró que ese viento solar es 50 veces más fuerte que el de nuestra estrella.
Semejante viento estelar feroz podría estropear la atmósfera de cualquier planeta en la zona habitable, a menos que el planeta estuviera protegido por un campo magnético. Sin ese "escudo" magnético, un planeta podría perder la mayoría de su atmósfera. En nuestro sistema solar, Marte sufrió ese destino y se convirtió de un planeta suficientemente cálido para tener océanos a un frío y seco desierto.
El equipo modeló el fuerte viento estelar de Kappa Ceti y sus efectos en la joven Tierra. El temprano campo magnético sería tan fuerte como en la actualidad o un tan solo un poco más débil. Dependiendo de la fuerza asumida, los investigadores encontraron que la resultante región protegida o magnetosfera de la Tierra sería de una tercera parte a la mitad de grande que es en la actualidad.
"La Tierra temprana no tenía tanta protección como tiene hoy, pero tenía la suficiente", comentó Do Nascimiento.
Kappa Ceti también mostró evidencias de enormes erupciones que liberan de 10 a 100 millones de veces más energía que las más grandes "flares" alguna vez observadas en el Sol. Estas erupciones tan energéticas pueden destruir la atmósfera de un planeta. Al estudiar a Kappa Ceti, los investigadores esperan aprender cuán frecuentemente produce súper-erupciones y así saber cuán frecuente nuestro Sol produjo el mismo fenómeno en su juventud.
La investigación fue aceptada para su publicación en The Astrophysical Journal Letters. Las observaciones fueron parte del programa Bcool (Bernard Lyot Telescope) que además es parte de la iniciativa MagIcS.
Fuentes y enlaces relacionados
CfA: Young Sun-like Star Shows a Magnetic Field Was Critical for Life on the Early Earth
https://www.cfa.harvard.edu/news/2016-06
Magnetic field and wind of Kappa Ceti: towards the planetary habitability of the young Sun when life arose on Earth
J.-D. do Nascimento Jr. et al
arXiv:1603.03937 [astro-ph.SR]
http://arxiv.org/abs/1603.03937
Sobre la técnica de Søren Meiborn
La verdadera edad de las estrellas
http://www.noticiasdelcosmos.com/2011/05/la-verdadera-edad-de-las-estrellas.html
Stars' Spins Reveal Their Ages
https://www.cfa.harvard.edu/news/2015-01
Sobre las imágenes
En esta ilustración artística, la joven estrella Kappa Ceti está cubierta de manchas estelares, un signo de su alto nivel de actividad magnética. Una nueva investigación muestra que su viento estelar es 50 veces mayor que el de nuestro Sol. Como resultado, cualquier planeta como la Tierra necesitaría un campo magnético para proteger su atmósfera y ser habitable. Los tamaños físicos de la estrella y el planeta y la distancia entre sí no están a escala.
Crédito: M. Weiss/CfA
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