La misión Cluster de la ESA realizó un descubrimiento impresionante. Las cuatro naves encontraron una onda de choque que se rompía y se volvía a armar, predicha sólo en teoría.
Vía ESA
Cluster es una misión de la Agencia Espacial Europea de cuatro naves en formación alrededor de la Tierra. Están transmitiendo la información más detallada hasta ahora sobre cómo afecta a nuestro planeta el viento solar.
La oleada de partículas provenientes del Sol pueden dañar las comunicaciones satelitales y las estaciones de energía en la Tierra.
Esta misión, cuyo tiempo de vida había sido prevista para finalizar en diciembre de 2005, fue extendida hasta finales de 2009.
El 24 de enero de 2001, las naves observaron una onda en reformación en la magnestosfera terrestre, predicha sólo en teoría hace más de 20 años. Cluster proveyó la primera oportunidad de observar semejante evento, cuyos detalles han sido publicados en un paper el 9 de marzo.
La onda de choque asentada sobre la superficie del planeta es un fenómeno natural. Está localizada en el lado que enfrenta al Sol, a un cuarto de la distancia a la Luna, aproximadamente, y es causada por el flujo de partículas cargadas eléctricamente desde el Sol.
Este flujo es conocido como viento solar. Cuando colisiona con el campo magnético del planeta es abrúptamente enlentecido y causa una barrera de gas electrificado, llamado arco de choque. Se comporta de la misma forma que el agua siendo empujada por el frente de un barco.
El 24 de enero de 2001 las naves Cluster estaban volando a una altitud aproximada de 105 mil kilómetros, en formación de tetrahedro.
Cada nave estaba separada de las demás por una distancia de unos 600 kilómetros. Con semejante distancia entre ellas, a medida que se aproximaban al arco de choque, los científicos esperaban que cada nave registraría una firma similar del pasaje a través de esta región.
En cambio, las lecturas fueron altamente contradictorias. Mostraron largas fluctuaciones en el campo magnético y eléctrico alrededor de cada nave.
Además revelaron marcadas variaciones en el número de protones del viento solar que eran reflejados por el choque hacia el Sol.
Vasili Lobzin, del Centre National de la Recherche Scientifique, Orléans, France, que encabezó este estudio, explica que "las características derivadas de tres diferentes instrumentos científicos en los satélites Cluster proveen la primera evidencia convincente a favor del modelo de reformación de la onda de choque".
En 1985, Vladimir Krasnoselskikh, del mismo centro francés, quien es colaborador en esta nueva investigación, había predicho este modelo en forma teórica.
La detección tiene implicaciones en la forma en que los astrónomos investigan los grandes arcos de choque alrededor de objetos celestes. La explosión de estrellas y los poderosos vientos estelares de estrellas jóvenes causan este fenómeno. Los arcos de choque que se reforman pueden además acelerar partículas hasta energías extremadamente altas y enviarlas a través del espacio.
"El entendimiento de la física de los choques es esencial para la comprensión tanto del complejo fenómeno astrofísico así como para pronósticos más precisos del medio ambiente espacial cercano", comentó Philippe Escoubet, científico de ESA.
El hallazgo aparece con el título ‘Nonstationarity and reformation of high-Mach-number quasiperpendicular shocks: Cluster observations’, por V.V. Lobzin et al., publicado el 9 de marzo de 2007 en Geophysical Research Letters.
bg:astronomia
astronomía
Vía ESA
Cluster es una misión de la Agencia Espacial Europea de cuatro naves en formación alrededor de la Tierra. Están transmitiendo la información más detallada hasta ahora sobre cómo afecta a nuestro planeta el viento solar.
La oleada de partículas provenientes del Sol pueden dañar las comunicaciones satelitales y las estaciones de energía en la Tierra.
Esta misión, cuyo tiempo de vida había sido prevista para finalizar en diciembre de 2005, fue extendida hasta finales de 2009.
El 24 de enero de 2001, las naves observaron una onda en reformación en la magnestosfera terrestre, predicha sólo en teoría hace más de 20 años. Cluster proveyó la primera oportunidad de observar semejante evento, cuyos detalles han sido publicados en un paper el 9 de marzo.
La onda de choque asentada sobre la superficie del planeta es un fenómeno natural. Está localizada en el lado que enfrenta al Sol, a un cuarto de la distancia a la Luna, aproximadamente, y es causada por el flujo de partículas cargadas eléctricamente desde el Sol.
Este flujo es conocido como viento solar. Cuando colisiona con el campo magnético del planeta es abrúptamente enlentecido y causa una barrera de gas electrificado, llamado arco de choque. Se comporta de la misma forma que el agua siendo empujada por el frente de un barco.
El 24 de enero de 2001 las naves Cluster estaban volando a una altitud aproximada de 105 mil kilómetros, en formación de tetrahedro.
Cada nave estaba separada de las demás por una distancia de unos 600 kilómetros. Con semejante distancia entre ellas, a medida que se aproximaban al arco de choque, los científicos esperaban que cada nave registraría una firma similar del pasaje a través de esta región.
En cambio, las lecturas fueron altamente contradictorias. Mostraron largas fluctuaciones en el campo magnético y eléctrico alrededor de cada nave.
Además revelaron marcadas variaciones en el número de protones del viento solar que eran reflejados por el choque hacia el Sol.
Vasili Lobzin, del Centre National de la Recherche Scientifique, Orléans, France, que encabezó este estudio, explica que "las características derivadas de tres diferentes instrumentos científicos en los satélites Cluster proveen la primera evidencia convincente a favor del modelo de reformación de la onda de choque".
En 1985, Vladimir Krasnoselskikh, del mismo centro francés, quien es colaborador en esta nueva investigación, había predicho este modelo en forma teórica.
La detección tiene implicaciones en la forma en que los astrónomos investigan los grandes arcos de choque alrededor de objetos celestes. La explosión de estrellas y los poderosos vientos estelares de estrellas jóvenes causan este fenómeno. Los arcos de choque que se reforman pueden además acelerar partículas hasta energías extremadamente altas y enviarlas a través del espacio.
"El entendimiento de la física de los choques es esencial para la comprensión tanto del complejo fenómeno astrofísico así como para pronósticos más precisos del medio ambiente espacial cercano", comentó Philippe Escoubet, científico de ESA.
El hallazgo aparece con el título ‘Nonstationarity and reformation of high-Mach-number quasiperpendicular shocks: Cluster observations’, por V.V. Lobzin et al., publicado el 9 de marzo de 2007 en Geophysical Research Letters.
bg:astronomia
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