De vez en cuando una roca espacial llama la atención de los medios de comunicación. Asteroides amenazantes que pasan a toda velocidad casi rozando la Tierra, bolas de fuego en el cielo que ven cientos de personas y cráteres misteriosos que pueden haber sido causados por el impacto de un meteorito, son sólo unos ejemplos de cuestiones, que dan la oportunidad a que la Esa resuelva a través de posibles misiones, como por ejemplo el proyecto Don Quijote, que está actualmente en estudio.
Ilustración de Don Quijote. ESA
La incertidumbre entorno a si un meteorito ha impactado recientemente en Sudamérica muestra la importancia de saber más acerca de estos ‘residuos espaciales’ naturales y de sus trayectorias. La ESA siempre ha mostrado su interés por ayudar a cubrir esta necesidad, y ha llevado a cabo una serie de estudios sobre cómo hacerlo.
Estos trabajos sugieren que, por ahora, son probablemente los fragmentos pequeños de roca, concretamente los de hasta unos pocos cientos de metros de diámetro, los que más nos deben preocupar. La mayor parte de los objetos de grandes dimensiones, de más de un kilómetro de diámetro, están actualmente siendo catalogados por una red mundial de astrónomos. Hay también en marcha un proyecto en el que varios telescopios basados en tierra ‘barren’ el cielo con el objetivo de detectar, antes del año 2020, hasta el 90% de los objetos cercanos a la Tierra de más de 140 metros. Sólo después sabremos si serán necesarios telescopios espaciales para encontrar los objetos más pequeños.
Parte del problema con estos pequeños trozos de roca es fijar su órbita. Desde la Tierra es muy difícil, a veces incluso imposible, determinar su trayectoria con suficiente precisión como para descartar un posible impacto contra nuestro planeta en el futuro. Por lo pronto la ESA se ha concentrado en una misión capaz tanto de poner ‘en el punto de mira’ a los asteroides pequeños como de evaluar en qué estado se encuentra la tecnología hoy disponible. El estudio de la misión Don Quijote muestra un proyecto en dos fases. En la primera, un satélite irá al encuentro de un asteroide y se colocará en órbita alrededor de éste, monitorizando durante varios meses su posición, forma, masa, y campo gravitatorio.
Durante la segunda etapa otro satélite impactará contra el asteroide a una velocidad de unos 10 kilómetros por segundo. Mientras tanto, el primer satélite observará cualquier cambio en la trayectoria del asteroide. Será la primera vez que se consiga realmente mover un asteroide gracias a los dos satélites.
Don Quijote es un estudio de una posible misión pequeña para asteroides pequeños. Tal como está diseñado actualmente, el primer satélite, llamado ‘Sancho’, podría alcanzar cualquiera de los 5 ó 6 pequeños asteroides próximos. Todos ellos miden menos de unos pocos cientos de metros de diámetro. De momento los jefes del proyecto han decidido concentrarse en Apophis, un asteroide pequeño que podría acercarse peligrosamente a la Tierra en una de sus órbitas entorno al Sol.
De convertirse en realidad, la misión Don Quijote podría ser lanzada a principios de la próxima década. Sancho tardaría unos 25 meses en alcanzar su destino. Una vez allí empezaría su rompedora investigación –tanto en sentido literal como metafórico-.
“El objetivo es que la tecnología esté lista antes de que la necesitemos realmente” dice Ian Carnelli, Técnico de la ESA responsable del estudio de la misión Don Quijote.
En 1908, un asteroide de 20 metros impactó en el bosque de Tunguska, en Siberia, arrasando 2000 kilómetros cuadrados de terreno despoblado. Los científicos estiman que estos fenómenos ocurren aproximadamente cada 150 años. El año que viene habrán transcurrido 100 años desde este impacto; un aniversario que nos recordará de nuevo que necesitamos saber más sobre los asteroides para defendernos de ellos, incluso de los más pequeños.
Fuentes y links relacionados
Nota de prensa de ESA
Ilustración de Don Quijote. ESA
La incertidumbre entorno a si un meteorito ha impactado recientemente en Sudamérica muestra la importancia de saber más acerca de estos ‘residuos espaciales’ naturales y de sus trayectorias. La ESA siempre ha mostrado su interés por ayudar a cubrir esta necesidad, y ha llevado a cabo una serie de estudios sobre cómo hacerlo.
Estos trabajos sugieren que, por ahora, son probablemente los fragmentos pequeños de roca, concretamente los de hasta unos pocos cientos de metros de diámetro, los que más nos deben preocupar. La mayor parte de los objetos de grandes dimensiones, de más de un kilómetro de diámetro, están actualmente siendo catalogados por una red mundial de astrónomos. Hay también en marcha un proyecto en el que varios telescopios basados en tierra ‘barren’ el cielo con el objetivo de detectar, antes del año 2020, hasta el 90% de los objetos cercanos a la Tierra de más de 140 metros. Sólo después sabremos si serán necesarios telescopios espaciales para encontrar los objetos más pequeños.
Parte del problema con estos pequeños trozos de roca es fijar su órbita. Desde la Tierra es muy difícil, a veces incluso imposible, determinar su trayectoria con suficiente precisión como para descartar un posible impacto contra nuestro planeta en el futuro. Por lo pronto la ESA se ha concentrado en una misión capaz tanto de poner ‘en el punto de mira’ a los asteroides pequeños como de evaluar en qué estado se encuentra la tecnología hoy disponible. El estudio de la misión Don Quijote muestra un proyecto en dos fases. En la primera, un satélite irá al encuentro de un asteroide y se colocará en órbita alrededor de éste, monitorizando durante varios meses su posición, forma, masa, y campo gravitatorio.
Durante la segunda etapa otro satélite impactará contra el asteroide a una velocidad de unos 10 kilómetros por segundo. Mientras tanto, el primer satélite observará cualquier cambio en la trayectoria del asteroide. Será la primera vez que se consiga realmente mover un asteroide gracias a los dos satélites.
Don Quijote es un estudio de una posible misión pequeña para asteroides pequeños. Tal como está diseñado actualmente, el primer satélite, llamado ‘Sancho’, podría alcanzar cualquiera de los 5 ó 6 pequeños asteroides próximos. Todos ellos miden menos de unos pocos cientos de metros de diámetro. De momento los jefes del proyecto han decidido concentrarse en Apophis, un asteroide pequeño que podría acercarse peligrosamente a la Tierra en una de sus órbitas entorno al Sol.
De convertirse en realidad, la misión Don Quijote podría ser lanzada a principios de la próxima década. Sancho tardaría unos 25 meses en alcanzar su destino. Una vez allí empezaría su rompedora investigación –tanto en sentido literal como metafórico-.
“El objetivo es que la tecnología esté lista antes de que la necesitemos realmente” dice Ian Carnelli, Técnico de la ESA responsable del estudio de la misión Don Quijote.
En 1908, un asteroide de 20 metros impactó en el bosque de Tunguska, en Siberia, arrasando 2000 kilómetros cuadrados de terreno despoblado. Los científicos estiman que estos fenómenos ocurren aproximadamente cada 150 años. El año que viene habrán transcurrido 100 años desde este impacto; un aniversario que nos recordará de nuevo que necesitamos saber más sobre los asteroides para defendernos de ellos, incluso de los más pequeños.
Fuentes y links relacionados
Repito lo que dije en Menémame:
ResponderBorrarInteresante este artículo sobre los esfuerzos que se están haciendo en este tema.
Comparto contigo otro artículo bastante destacado, que trata sobre los antecedentes que hacen pensar que una lluvia de cometas y meteoros están camino a la tierra MUY PRONTO. De hecho saca los cálculos de que es una lluvia cometaria que ha arrasado a la Tierra en forma cíclica, cada 3.600 años, y que ya se estaría cumpliendo el plazo. Muy impresionante. Además, plantea que el cambio climático que están sufriendo varios planetas del sistema solar, son producto de este mismo fenómeno físico-cósmico que se acerca.
O sea, muy recomendable su lectura:
http://senalesdelostiempos.blogspot.com/2007/03/olvdense-del-calentamiento-global.html
Hola, yo otra vez, parece que salió mal el link, así que lo dejo linkeado con el nombre de este comentario.
ResponderBorrarKadosde.