Una magnífica composición de imagen de los Observatorios Chandra y Hubble revela la belleza de la Nebulosa de Orión.

Crédito:X-ray: NASA/CXC/Penn State/E.Feigelson & K.Getman et al.; Optical: NASA/ESA/STScI/M. Robberto et al.
A una distancia de 1500 años luz, la Nebulosa de Orión es una de las más cercanas regiones de formación estelar. Esto hace de Orión un excelente lugar para estudiar cómo nacen las estrellas y cómo se comportan en sus infancias. En esta composición de imagen, la región central de Orión es vista como nunca antes a través del Observatorio de rayos-X Chandra y el Telescopio Espacial Hubble.
Las fuentes de luz casi puntuales (en azul y naranja) en la imagen son las crecientes estrellas capturadas en rayos-X por una larga serie de observaciones de Chandra, de hasta 13 días. Esto permite a los astrónomos monitorear la actividad de las estrellas tipo Sol de entre 1 y 10 millones de años. Se observa una mayor intensidad de rayos-X en estas estrellas que en el Sol actualmente. Esto sugiere que nuestro Sol tuvo muchos violentos y energéticos estallidos cuando era más joven. Los filamentos (en roja y morado) son nubes de gas y polvo vista por Hubble en luz óptica. Este gas y polvo algún día se condensarán en discos de material de los que nacerán las futuras generaciones de estrellas.
Fuentes y links relacionados
Nota en Chandra

Crédito:X-ray: NASA/CXC/Penn State/E.Feigelson & K.Getman et al.; Optical: NASA/ESA/STScI/M. Robberto et al.
A una distancia de 1500 años luz, la Nebulosa de Orión es una de las más cercanas regiones de formación estelar. Esto hace de Orión un excelente lugar para estudiar cómo nacen las estrellas y cómo se comportan en sus infancias. En esta composición de imagen, la región central de Orión es vista como nunca antes a través del Observatorio de rayos-X Chandra y el Telescopio Espacial Hubble.
Las fuentes de luz casi puntuales (en azul y naranja) en la imagen son las crecientes estrellas capturadas en rayos-X por una larga serie de observaciones de Chandra, de hasta 13 días. Esto permite a los astrónomos monitorear la actividad de las estrellas tipo Sol de entre 1 y 10 millones de años. Se observa una mayor intensidad de rayos-X en estas estrellas que en el Sol actualmente. Esto sugiere que nuestro Sol tuvo muchos violentos y energéticos estallidos cuando era más joven. Los filamentos (en roja y morado) son nubes de gas y polvo vista por Hubble en luz óptica. Este gas y polvo algún día se condensarán en discos de material de los que nacerán las futuras generaciones de estrellas.
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