La astronomía de rayos-X ha recibido un necesario impulso ahora que la Agencia Espacial Europea ha listado un ambicioso observatorio de rayos-X llamado XEUS para un posible lanzamiento en 2018.
Ilustración de XEUS. ESA.
"Es una muy buena noticia para astronomía de altas energías en mucho tiempo", dice Jonathan McDowell, un astrofísico de Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics en Cambridge.
Eso es así porque desde los lanzamientos de los Observatorios Chandra de NASA y XMM-Newton de ESA, ninguna misión de rayos ha recibio el "adelante", abriendo la posibilidad de que los astrofísicos pudieran perder sus ventanas de rayos-X cuando las misiones finalicen.
XEUS (X-ray Evolving Universe Spectroscopy) está diseñado para investigar más profundamente el Universo que Chandra. Estacionado en el punto Lagrange L2, a 1.5 millones de kilómetros de distancia de la Tierra, incluye un par de naves.
Una contendrá focos ópticos con un área de recolección de 5 metros cuadrados; la otra un conjunto de instrumentos de detección de rayos-X. Ambas naves, que volarán a 35 metros de separación, deberán ser coordinadas con precisión para mantener las ópticas enfocadas en los detectores.
Con una sensibilidad de 30 a 50 veces mayor al XMM-Newton, XEUS estudiaría la formación de los más grandes agujeros negros y podría ayudar a testear la teoría general de la relatividad.
Una corta lista
La misión es una de las nueve que ESA ha puesto en una corta lista para posible lanzamiento entre 2015 y 2025. Inicialmente ESA reducirá la lista en 2009 y en 2011 decidirá dos ganadores que lanzarán en 2017 y 2018. Uno de los ganadores recibirá 300 millones de euros y el otro 650 millones.
Mientras tanto, NASA está planeando su propia nueva generación de observatorios de rayos-X, llamada Constellation-X. Con un área de recolección 30 veces mayor a Chandra y detectores 10 veces más eficientes, Constellation-X sería unas 100 veces más sensible para espectrocopía que el XMM-Newton, dice el miembro del equipo William Zhang del Centro espacial Goddard. El diseño original era para cuatro naves separadas que volarían en formación, pero por los costos de lanzamiento se vieron forzados a rediseñar para una sola nave.
Fuerzas combinadas
Constellation-X ha sido parte del programa Más allá de Einstein de NASA, pero en septiembre un Consejo de Investigación Nacional dijo que el programa debería enfocarse en el entendimiento de la energía oscura. Eso dejó al proyecto en el limbo y su destino probablemente no se decidirá hasta 2010 cuando un panel de expertos recomendará las misiones de la década.
Como mucho, eso signfica un lanzamiento de la misión alrededor de 2020, dejando a NASA sólo con la misión NuSTAR que estudiará rayos-X de alta energía.
Los planificadores de XEUS y Constellation-X han discutido combinar las dos propuestas pero no han llegado a un acuerdo. Pero con apretados presupuestos y una dura competencia de otras propuestas, no parece posible que ambas sean lanzadas. El curso más probable, dice Zhang, es que o bien sólo una despegue o bien que finalmente combinen fuerzas y construyan una misión.
Fuentes y links relacionados
Nota en NewScientist
Ilustración de XEUS. ESA.
"Es una muy buena noticia para astronomía de altas energías en mucho tiempo", dice Jonathan McDowell, un astrofísico de Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics en Cambridge.
Eso es así porque desde los lanzamientos de los Observatorios Chandra de NASA y XMM-Newton de ESA, ninguna misión de rayos ha recibio el "adelante", abriendo la posibilidad de que los astrofísicos pudieran perder sus ventanas de rayos-X cuando las misiones finalicen.
XEUS (X-ray Evolving Universe Spectroscopy) está diseñado para investigar más profundamente el Universo que Chandra. Estacionado en el punto Lagrange L2, a 1.5 millones de kilómetros de distancia de la Tierra, incluye un par de naves.
Una contendrá focos ópticos con un área de recolección de 5 metros cuadrados; la otra un conjunto de instrumentos de detección de rayos-X. Ambas naves, que volarán a 35 metros de separación, deberán ser coordinadas con precisión para mantener las ópticas enfocadas en los detectores.
Con una sensibilidad de 30 a 50 veces mayor al XMM-Newton, XEUS estudiaría la formación de los más grandes agujeros negros y podría ayudar a testear la teoría general de la relatividad.
Una corta lista
La misión es una de las nueve que ESA ha puesto en una corta lista para posible lanzamiento entre 2015 y 2025. Inicialmente ESA reducirá la lista en 2009 y en 2011 decidirá dos ganadores que lanzarán en 2017 y 2018. Uno de los ganadores recibirá 300 millones de euros y el otro 650 millones.
Mientras tanto, NASA está planeando su propia nueva generación de observatorios de rayos-X, llamada Constellation-X. Con un área de recolección 30 veces mayor a Chandra y detectores 10 veces más eficientes, Constellation-X sería unas 100 veces más sensible para espectrocopía que el XMM-Newton, dice el miembro del equipo William Zhang del Centro espacial Goddard. El diseño original era para cuatro naves separadas que volarían en formación, pero por los costos de lanzamiento se vieron forzados a rediseñar para una sola nave.
Fuerzas combinadas
Constellation-X ha sido parte del programa Más allá de Einstein de NASA, pero en septiembre un Consejo de Investigación Nacional dijo que el programa debería enfocarse en el entendimiento de la energía oscura. Eso dejó al proyecto en el limbo y su destino probablemente no se decidirá hasta 2010 cuando un panel de expertos recomendará las misiones de la década.
Como mucho, eso signfica un lanzamiento de la misión alrededor de 2020, dejando a NASA sólo con la misión NuSTAR que estudiará rayos-X de alta energía.
Los planificadores de XEUS y Constellation-X han discutido combinar las dos propuestas pero no han llegado a un acuerdo. Pero con apretados presupuestos y una dura competencia de otras propuestas, no parece posible que ambas sean lanzadas. El curso más probable, dice Zhang, es que o bien sólo una despegue o bien que finalmente combinen fuerzas y construyan una misión.
Fuentes y links relacionados
¿Apretados presupuestos? Si los fondos destinados a la guerra de Irak se hubieran desviado a la NASA no tendrían presupuesto apretados.
ResponderBorrar