El joven físico argentino Matías Zaldarriaga, cosmólogo que investiga en la Universidad de Harvard, dio una atrapante charla en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, donde se graduó.
Vía Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Florencia Mangiapane
El joven físico argentino Matías Zaldarriaga, que investiga temas de cosmología en la Universidad de Harvard y fue distinguido a fines de 2006 por la Fundación MacArthur con una beca para “genios” de medio millón de dólares, pasó por la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, donde se graduó como licenciado, para dar una charla ante cientos de estudiantes que escucharon con interés a qué se dedican los cosmólogos y qué resultados obtuvieron en los últimos tiempos.
“No nos sorprendió que se haya doctorado en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) en tres años, con un premio a la mejor tesis de Astrofísica. Tampoco nos sorprendió que haya desarrollado una herramienta para generar observaciones que lo hizo famoso en el mundo. No nos sorprende que sea profesor de Harvard, ni que lo haya distinguido la Fundación MacArthur por sus aportes en cosmología. Lo conocimos a Matías como estudiante y graduado de esta casa, y sabemos que es un tipo muy especial.”
Así presentó Juan Pablo Paz, profesor del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, a Matías Zaldarriaga (36) el 10 de mayo pasado antes de que iniciara la charla “Otros universos fuera y dentro del nuestro” en el Aula Magna de la casa de estudios donde dio sus primeros pasos en la cosmología, hasta que partiera a Estados Unidos, en mayo de 1995.
El investigador argentino se recibió de físico en Exactas y concluyó su doctorado en el MIT bajo la dirección del profesor Uros Seljak. En los 12 años que lleva fuera del país se interesó especialmente por las propiedades de la radiación cósmica de fondo, esos resabios de luz que quedan de los albores del universo, descubiertos de manera experimental por Arno Penzias y Robert Wilson en 1965.
Las huellas del pasado
“La cosmología es una rama de la física que se ocupa de comprender el universo, pero se parece bastante a la arqueología, porque pretende entender la historia a partir de fragmentos que llegan hasta nuestros días”, explicó Zaldarriaga al auditorio, integrado en su mayoría por estudiantes secundarios y recién ingresados a la universidad.
La actividad, organizada por el Departamento de Física y el Área de Popularización del Conocimiento y Articulación con la Escuela Media de la Secretaría de Extensión de Exactas, pretendió acercar el conocimiento sobre el universo y las galaxias al público general, y especialmente a los estudiantes secundarios.
“Trato de que las personas se den cuenta de que lo que hacemos nosotros, que puede parecer complicado, es lo mismo que harían ellas si pudieran hacerlo. ¿Cómo lo harían? Utilizando el método científico, haciendo experimentos para resolver preguntas que parecen muy sofisticadas, pero son casi de sentido común”, comentó Zaldarriaga a Agencia CyTA con una buena dosis de modestia.
A lo largo de la charla, el científico destacó que en el último siglo y medio la cosmología tuvo grandes avances. Las primeras mediciones, basadas en el recuento de estrellas en distintas direcciones, detectaban un pequeño trozo cósmico alrededor del Sol. “Hoy se sabe que ese trozo observado en aquel entonces es apenas una parte de nuestra galaxia, y que existen muchas otras galaxias más”, contó Zaldarriaga, señalando un reciente mapa a todo color tomado por la sonda WMAP.
“El descubrimiento más importante de la cosmología es la expansión del universo. Este hallazgo implica que el universo fue cambiando. Por ejemplo, las galaxias no existieron siempre. En el pasado el universo era más denso y estaba más caliente”, dijo el joven científico, recordando que la luz proveniente de puntos distantes tarda en llegar a nosotros, de modo que al observar lo que está más lejos los astrónomos pueden ver cómo era el universo atrás en el tiempo.
“La foto más antigua –continuó Zaldarriaga- es la que retrata la intensidad de la radiación cósmica de fondo, cuando el universo tenía unos 400.000 años. Hoy la edad del universo es de 13.800 millones de años.”
Universos de aquí y de allá
¿Por qué se puede decir que hay muchos universos dentro del nuestro? Porque aunque el universo se está expandiendo, en el pasado sus objetos estaban más lejos entre sí. “Al mirar distintos pedacitos del universo joven, observamos que en realidad eran muchos universos separados”, indicó el investigador.
“Los objetos que hoy no son visibles probablemente tampoco se van a poder ver en el futuro –agregó-, porque ésta es la época en que la mayor expansión del universo es visible. Se especula que la parte no visible es un ‘multiverso’, regido por otras leyes de la física.”
A la hora de las preguntas, la curiosidad del público no se hizo esperar. ¿A qué velocidad se expande el universo? ¿Qué forma tiene? ¿Cómo son los agujeros negros? ¿Existe el tiempo fuera del universo? Esos fueron algunos de los interrogantes que plantearon adultos y chicos. Zaldarriaga desmenuzó las cuestiones una a una y hasta se permitió introducir una cuota de humor: “Nadie se tiró en un agujero negro y vivió para contarlo”, expresó, robando carcajadas a la audiencia.
A la salida de la charla, Florencia, una estudiante secundaria de 16 años que llegó acompañada de su papá, comentó: “Me pareció muy interesante. Me gustó la manera que tiene de explicar las cosas y también saber que todavía hay varias incógnitas, por ejemplo, sobre la materia oscura y la energía oscura que componen el universo”.
El profesor Juan Pablo Paz puso punto final a la actividad con un agradecimiento a Zaldarriaga por su visita y alentó a los estudiantes a preocuparse por desentrañar las claves del cosmos. “Ojalá que algún día tengamos a Matías como profesor en esta casa y que en el futuro ustedes puedan ayudarnos a entender, entre otras cosas, de qué está formado el universo.”
Página de Matías Zaldarriaga
Canal Encuentro
(Actividades sugeridas para Escuela Media y Polimodal)
Cosmología: El origen del universo
Vía Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Florencia Mangiapane
El joven físico argentino Matías Zaldarriaga, que investiga temas de cosmología en la Universidad de Harvard y fue distinguido a fines de 2006 por la Fundación MacArthur con una beca para “genios” de medio millón de dólares, pasó por la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, donde se graduó como licenciado, para dar una charla ante cientos de estudiantes que escucharon con interés a qué se dedican los cosmólogos y qué resultados obtuvieron en los últimos tiempos.
“No nos sorprendió que se haya doctorado en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) en tres años, con un premio a la mejor tesis de Astrofísica. Tampoco nos sorprendió que haya desarrollado una herramienta para generar observaciones que lo hizo famoso en el mundo. No nos sorprende que sea profesor de Harvard, ni que lo haya distinguido la Fundación MacArthur por sus aportes en cosmología. Lo conocimos a Matías como estudiante y graduado de esta casa, y sabemos que es un tipo muy especial.”
Así presentó Juan Pablo Paz, profesor del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, a Matías Zaldarriaga (36) el 10 de mayo pasado antes de que iniciara la charla “Otros universos fuera y dentro del nuestro” en el Aula Magna de la casa de estudios donde dio sus primeros pasos en la cosmología, hasta que partiera a Estados Unidos, en mayo de 1995.
El investigador argentino se recibió de físico en Exactas y concluyó su doctorado en el MIT bajo la dirección del profesor Uros Seljak. En los 12 años que lleva fuera del país se interesó especialmente por las propiedades de la radiación cósmica de fondo, esos resabios de luz que quedan de los albores del universo, descubiertos de manera experimental por Arno Penzias y Robert Wilson en 1965.
Las huellas del pasado
“La cosmología es una rama de la física que se ocupa de comprender el universo, pero se parece bastante a la arqueología, porque pretende entender la historia a partir de fragmentos que llegan hasta nuestros días”, explicó Zaldarriaga al auditorio, integrado en su mayoría por estudiantes secundarios y recién ingresados a la universidad.
La actividad, organizada por el Departamento de Física y el Área de Popularización del Conocimiento y Articulación con la Escuela Media de la Secretaría de Extensión de Exactas, pretendió acercar el conocimiento sobre el universo y las galaxias al público general, y especialmente a los estudiantes secundarios.
“Trato de que las personas se den cuenta de que lo que hacemos nosotros, que puede parecer complicado, es lo mismo que harían ellas si pudieran hacerlo. ¿Cómo lo harían? Utilizando el método científico, haciendo experimentos para resolver preguntas que parecen muy sofisticadas, pero son casi de sentido común”, comentó Zaldarriaga a Agencia CyTA con una buena dosis de modestia.
A lo largo de la charla, el científico destacó que en el último siglo y medio la cosmología tuvo grandes avances. Las primeras mediciones, basadas en el recuento de estrellas en distintas direcciones, detectaban un pequeño trozo cósmico alrededor del Sol. “Hoy se sabe que ese trozo observado en aquel entonces es apenas una parte de nuestra galaxia, y que existen muchas otras galaxias más”, contó Zaldarriaga, señalando un reciente mapa a todo color tomado por la sonda WMAP.
“El descubrimiento más importante de la cosmología es la expansión del universo. Este hallazgo implica que el universo fue cambiando. Por ejemplo, las galaxias no existieron siempre. En el pasado el universo era más denso y estaba más caliente”, dijo el joven científico, recordando que la luz proveniente de puntos distantes tarda en llegar a nosotros, de modo que al observar lo que está más lejos los astrónomos pueden ver cómo era el universo atrás en el tiempo.
“La foto más antigua –continuó Zaldarriaga- es la que retrata la intensidad de la radiación cósmica de fondo, cuando el universo tenía unos 400.000 años. Hoy la edad del universo es de 13.800 millones de años.”
Universos de aquí y de allá
¿Por qué se puede decir que hay muchos universos dentro del nuestro? Porque aunque el universo se está expandiendo, en el pasado sus objetos estaban más lejos entre sí. “Al mirar distintos pedacitos del universo joven, observamos que en realidad eran muchos universos separados”, indicó el investigador.
“Los objetos que hoy no son visibles probablemente tampoco se van a poder ver en el futuro –agregó-, porque ésta es la época en que la mayor expansión del universo es visible. Se especula que la parte no visible es un ‘multiverso’, regido por otras leyes de la física.”
A la hora de las preguntas, la curiosidad del público no se hizo esperar. ¿A qué velocidad se expande el universo? ¿Qué forma tiene? ¿Cómo son los agujeros negros? ¿Existe el tiempo fuera del universo? Esos fueron algunos de los interrogantes que plantearon adultos y chicos. Zaldarriaga desmenuzó las cuestiones una a una y hasta se permitió introducir una cuota de humor: “Nadie se tiró en un agujero negro y vivió para contarlo”, expresó, robando carcajadas a la audiencia.
A la salida de la charla, Florencia, una estudiante secundaria de 16 años que llegó acompañada de su papá, comentó: “Me pareció muy interesante. Me gustó la manera que tiene de explicar las cosas y también saber que todavía hay varias incógnitas, por ejemplo, sobre la materia oscura y la energía oscura que componen el universo”.
El profesor Juan Pablo Paz puso punto final a la actividad con un agradecimiento a Zaldarriaga por su visita y alentó a los estudiantes a preocuparse por desentrañar las claves del cosmos. “Ojalá que algún día tengamos a Matías como profesor en esta casa y que en el futuro ustedes puedan ayudarnos a entender, entre otras cosas, de qué está formado el universo.”
Página de Matías Zaldarriaga
Canal Encuentro
(Actividades sugeridas para Escuela Media y Polimodal)
Cosmología: El origen del universo