Un cosmos Dantesco

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En "Poética astronómica" el astrofísico argentino Alejandro Gangui devela los conocimientos astronómicos en la monumental obra de Dante Alighieri.
Poética Astronómica y Dante y la Divina Comedia

Poética Astronómica y Dante y la Divina Comedia

Datos de la obra
Poética astronómica
El cosmos de Dante Alighieri
Alejandro Gangui
1ra. Edición, Buenos Aires
Fondo de Cultura Económica, 2008
Colección Ciencia y Tecnología
128 páginas 23x16 cm
ISBN 978-950-557-759-0

Tras una introducción, Gangui comienza a contarnos la vida de Dante y sus primeras obras. Luego nos brinda un pantallazo sobre el movimiento de los cielos, en especial, la precesión de los equinoccios. No es ese tercer capítulo un capricho astronómico del autor. Ese conocimiento nos permitirá zambullirnos "científicamente" en el comienzo de La Vida Nueva a través de un cálculo astronómico de Dante.
A continuación Gangui señala el gran manto oscuro que cubrió al Viejo Mundo que dio pie a que el rico desarrollo cultural, particularmente en materia de astronomía, se dejase a un lado, a favor de una serie de dogmas religiosos.
Esa historia quedaría trunca si no se agrega el posterior resurgimiento en el Cercano Oriente para, por ejemplo, plasmarse en un nuevo cosmos aristotélico cristianizado.
A partir de aquí se retoma la narración de la vida del poeta italiano, su fase política en la Florencia del Siglo XIII.
No finaliza la primera parte de la obra sin antes tres recuadros sobre diferentes aspectos de Dante y su obra. En el primero tenemos una descripción de qué fue el dolce stil novo, un movimiento literario que surgía por aquel entonces, fundado por Guido Guinizelli, de quien Dante seguirá sus pasos.
Los dos siguientes recuadros están vinculados con la astrología. El primero nos permite entender cuál fue la postura de Alighieri respecto de las supuestas relaciones causales entre los astros y los acontecimientos terrestes. Es una buena excusa, además, para señalar que la eclíptica pasa por 13 constelaciones zodiacales (no 12) y que la lenta precesión, con los años, ha hecho que el paso del Sol por aquellas constelaciones ya no concuerde con aquel registrado hace dos mil años. Lo que nos hace preguntar ¿Cuál es tu signo?
El otro recuadro está relacionado con la diferencia que establecemos actualmente entre el saber científico (astronomía) y las creencias (astrología).

En la segunda parte, Gangui se sumerje directamente en la obra del poeta, comenzando por La Vida Nueva y el significado de los números, en especial la reiteración del número 9.
Los capítulos que siguen permiten comprender la universal Divina Comedia y su arquitectura de ultratumba. También se indaga en el por qué del título. ¿Es una comedia?. Y a partir de este punto, empezamos a caminar con Dante. Al principio con la guía de Virgilio nos adentramos en El Infierno, a través de 34 cantos en los que pasaremos por nueve círculos, donde yacen los "pecadores", entre ellos, quienes creían poder predecir el futuro:

"Cuando incliné más hacia ellos mi mirada, me pareció que cada uno de aquellos condenados estaba retorcido de un modo extraño desde la barba al principio del pecho; pues tenían el rostro vuelto hacia las espaldas, y les era preciso andar hacia atrás, porque habían perdido la facultad de ver por delante". (1)

Del centro de la Tierra pasaremos al Purgatorio. Ya en el canto primero, Gangui nos advierte de una referencia astronómica:

"El bello planeta que convida a amar hacía sonreír todo el Oriente, desvaneciendo al signo de Piscis, que seguía en pos de él. Me volví a la derecha, y dirigiendo mi espíritu hacia el otro polo, distinguí cuatro estrellas únicamente vistas por los primeros humanos. El cielo parecía gozar con sus resplandores. ¡Oh Septentrión sitio verdaderamente viudo, pues que te ves privado de admirarlas! Cuando cesé en su contemplación, volvíme un tanto hacia el otro polo, de donde el Carro había desaparecido...".

El bello planeta que convida a amar es Venus, en aquel momento en Piscis. Es genial entender, por lo explicado por Gangui, que los peregrinos se encuentran disfrutando del alba del Domingo Santo en su cuarto día de viaje. ¿Cómo sabe esto si Dante no lo dice? Lo dice implícitamente con los datos señalados, por ejemplo, en el párrafo anterior.
Las cuatro estrellas aludidas serían la Cruz del Sur. En mi versión anotada se indica que Dante las podría haber conocido por los relatos de navegantes.
Pero Gangui no se queda sólo con eso y aunque no llega a una conclusión definitiva, es mucho más completa y digna de conocer, así como otras referencias astronómicas del Purgatorio, en sus 33 cantos.

Mapa del Paraíso de Álvaro Felipe. En su blog podemos encontrar sendos resúmenes de cada parte de La Divina Comedia así como el mapa del Infierno y del Purgatorio.

Y finalmente llegamos al Paraíso. Aquí aparece Beatriz, la dulce musa del poeta, quien toma la posta que deja Virgilio y será su guía a través de los cielos: El cielo de la Luna, el de Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter, Saturno, Estrellas fijas (Stellatum), Primer móvil, Empíreo
En la Luna están los inconstantes como imágenes difusas o borrosas reflexiones. Mercurio alberga a los espíritus activos y a los líderes, en Venus están los amantes famosos. En Marte los que combatieron por la Fe. En Júpiter los espíritus justos y piadosos. Al Sol corresponden los sabios y filósofos y en Saturno están los espíritus contemplativos.

"Con la integración del mundo espiritual al cosmos aristotélico, el genio de Dante proporcionaba una solución posible (dentro del marco de una obra literaria) a la incomodidad filosófico-religiosa que había caracterizado a los modelos cosmológicos de la Edad Media", explica Gangui.

Antes del final, hay un cuatro recuadro sobre los ángeles y el giro del mundo. Y luego una Coda en la que el autor señala la importancia de la monumental obra de Alighieri que nos permite reconstruir "la imagen del universo" predominante en su época.

AstronomArte
Recientemente escribí aquí sobre el AstronomArte como una forma de expresión artística que incluye como tema, como fondo o figura, a la astronomía.
Podríamos incluir a La Divina Comedia como una forma literaria, la astropoesía, de estas manifestaciones. Sin embargo, podríamos establecer diferentes categorías de AstronomArte. Un criterio posible es aquel que divide a las obras con un contenido "científico" de las que utilizan objetos astronómicos sólo como metáforas, quizás no "científicamente".
Por ejemplo, decir que "al abrirse los ojos de una dama son tan brillantes como una estrella al nacer" (perdón por un ejemplo tan cursi!) contendría un objeto astronómico, pero no mucha ciencia.
En cambio, si dijésemos que "la mirada de una joven quinceañera cambia trémulamente como el brillo de la decimoquinta estrella de La Ballena", estaríamos comparando la mirada de la joven con la estrella variable Mira (Ómnicrom Ceti, la decimoquinta estrella en brillo en la constelación Cetus, la ballena).

Empero, en este segundo ejemplo, puede ocurrir que el lector/a sin conocimiento sobre astronomía se pierda la verdadera comparación que el autor intentó transmitir.

Podemos leer varias veces La Divina Comedia sin advertir el trasfondo astronómico que inunda sus páginas. Pensaremos que son bonitas alegorías sobre lo hermosa que es Beatriz o la Naturaleza, sin entender verdaderamente el sentido original.

De allí que obras como Poética Astronómica, permitan sumergirnos en el texto de otro modo, no sólo desde lo artístico. Y no para realizar un análisis muy, digamos, "rebuscado" o traído de los pelos, sino porque son alusiones que en muchos casos han sido incluidas a propósito por el autor. Y que nos pasan de largo, en virtud de no haberlas comprendido cabalmente.

Como es costumbre, mi gata Marguet se entromete en todos mis asuntos. Se mostró tan interesada en la obra que no la dejaba escapar. Le dio 9 patitas.

Sobre lo bello de la ciencia y la ciencia de lo bello
Muchas veces los amantes de la poesía, o del arte en general, creen que aportar este conocimiento va en desmedro del contenido artístico. Como si explicar lo que verdaderamente significa una frase o idea le fuera a quitar poesía. Ciertamente que el arte no tiene que estar atado a los datos empíricos de la naturaleza. Pero cuando lo está, el conocimiento no trae menos arte, sino que, por el contrario, magnifica el contenido.

Sabemos que una estrella es un cuerpo que brilla con luz propia merced a reacciones nucleares que pueden formar astros de hasta doscientas veces el tamaño de nuestro Sol. Y que son cuerpos, en general, ardientes, con temperaturas de la superficie de 6000 K y diámetro de un millón y medio de kilómetros (datos aproximados para el Sol). Estas ideas distan largamente del concepto de "estrella" como una luz en el tapizado nocturno. Son datos mucho más poderosos.

Reitero que la poesía no tiene por qué ajustarse a utilizar metáforas científicamente precisas. Pero cuando un autor lo hace, es desconocer el verdadero significado lo que resta, no al revés.

Y si, como si fuera poco, esto lo llevamos a una obra tan difundida en el mundo (en Occidente al menos), es mucho más importante explicar de qué se está hablando.

Es, al mismo tiempo, una forma de acercar aquellos objetos tan distantes. Y, convengamos que la matemática y la física, como conocimientos de fondo, también son percibidos como objetos lejanos. La obra de Gangui, a mi entender, permite "manipular" estas ideas científicas de manera ágil y entretenida, para comprender mejor la cosmovisión renacentista, sin quitarle un céntimo al valor artístico de la obra de Dante.

Es, finalmente, un esfuerzo más de este astrofísico argentino por divulgar la ciencia, la astronomía y cosmología en particular, como lo viene haciendo no sólo a través de otras obras y artículos, sino también a través de diferentes acciones educativas.

El libro es de fácil lectura, con explicaciones sencillas, gráficos e ilustraciones que apoyan el texto. Cabe mencionar que el autor ha publicado también, sobre este tema, artículos en la revista Ciencia Hoy, que también recomiendo leer.

Quiero decir además que la lectura de Poética Astronómica, me hizo revisar los estantes de la biblioteca en busca de un ejemplar de La Divina Comedia/La Vida Nueva y repasar ambos textos leídos hace dos décadas. Aunque la prosa sea distinta, no dejo de relacionar, de alguna manera, este relato místico-científico-religioso-amoroso con otros dos textos, leídos mucho después por mí. Me refiero al Adán BuenosAyres (en el que también hay un tránsito digamos metafísico, por Villa Crespo!) y Hacedor de Estrellas. Quizás algo de Dante se filtró, sutilmente en las obras de Leopoldo Marechal y Olaf Stapledon. De cualquier manera, aquellas otras dos joyas de la literatura universal, figuran entre mis favoritas y las recomiendo con énfasis cada vez que puedo.

Debo anunciar, para finalizar, que la próxima "crítica literaria" si así se le puede llamar a esto, creo que tardará en aparecer aquí. Es que me estoy sumergiendo en el complejo y maravilloso texto de GEB.

Sobre el autor:

Alejandro Gangui nació en Buenos Aires en 1964. Es doctor en astrofísica por la International School for Advanced Studies de Trieste, investigador de CONICET y profesor de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA. Es miembro de IAFE y autor de varias obras como El Big Bang. La génesis de nuestra cosmología actual (2005) y recopilador de El Universo de Einstein (2007).

Fuentes y links relacionados

(1):Las citas de La Divina Comedia las tomé de un ejemplar de la Editorial Porrúa (aquella casa editorial de México ubicada en la Av. República Argentina), 29na. Edición, con introducción y comentario de Francisco Montes de Oca. La edición incluye a La Vida Nueva y forma parte de la colección "Sepan cuantos..."
FCE: Poética Astronómica

Sobre las imágenes

Imagen combinada de "Dante Alighieri y el universo de la Divina Comedia representados por Domenico di Michelino en la catedral de Florencia". Crédito: Wikipedia, y portada de Poética Astronómica, crédito: Fondo de Cultura Económica.
Mapa del Paraíso de Álvaro Felipe.