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"¿No es suficiente ver que un jardín es hermoso sin tener que creer que también hay hadas en el fondo?" - Douglas Adams, La guía del autoestopista galáctico.

27/11/16 - DJ:

¿La astronomía por internet es astronomía?

T.E.L: 10 min.

Reflexiones sobre astronomía e internet en los tiempos que corren.




Un lector me envió por la página de Facebook del blog esta pregunta en forma de mensaje. Tardé una semana en pensar alguna respuesta y cuando finalmente respondí dije que la contestación la haría en forma de post. Aclaro que no me referiré a la educación en astronomía, ni a los sitios con múltiples recursos, sino a la observación por internet y, en algunos casos, TV.

La pregunta es similar a otras que algunas personas vienen haciéndose desde hace un par de décadas, a saber:
-¿El periodismo por internet es periodismo?
-¿La tv por internet es tv?

La inclusión de internet en todas estas preguntas me lleva a un paper que escribió un profesor de la facultad [1]. En el texto, el académico sostenía (en mis palabras) que internet había descolocado las cosas para ponerlas en su lugar. Habíamos creído que televisión es aquello que se transmitía a través de televisores, es decir, una definición tecnológica de la comunicación, no social, en el que cada medio es definido por sus características técnicas. Si fuese realmente así, ahora, en la era de la "convergencia" entonces ya no podemos distinguir un medio de otro, dado que los medios técnicos son el mismo: internet.

Si definimos astronomía como una práctica social que incluye tanto la observación directa, a ojos desnudos, como la observación a través de instrumentos, de los objetos celestes, entonces ¿por qué la astronomía por internet no sería astronomía?

Nótese, además, que la forma de hacer la pregunta ya es algo contradictoria, pero dejemos esa cuestión lingüística de lado.

Se me dirá que, de modo análogo a la "degradación ontológica del Ser" en Platón, la astronomía por internet es la sombra de la sombra de la sombra, es decir, un grado más de degradación con respecto a la astronomía tradicional. Según Platón, lo único real y verdadero, puro y perfecto eran las ideas intangibles cuya copia imperfecta era la materia. Pero esas copias imperfectas tenían a su vez otras copias imperfectas.
La idea pura de árbol
el árbol
la sombra del árbol
la foto del árbol
el dibujo del árbol
el esquema del árbol

En cada paso estaríamos ante una degradación, un mayor grado de imperfección.

Para estar de acuerdo con Platón, habría que estar de acuerdo con que existen ideas perfectas, puras, absolutas, inmutables.
Como no es mi caso, no puedo acordar con el gran pensador griego.

¿Acaso un esquema es una degradación? Lo sea o no, los esquemas o diagramas son muy útiles.

La observación "tradicional" ha sido, hasta el siglo XVI, simple, con muy pocos instrumentos. Recién a inicios del Siglo XVII aparece el telescopio. Por tanto, podríamos hacer un "viaje en el tiempo" imaginario y hacer esta misma pregunta en aquel momento: ¿la astronomía por telescopio es realmente astronomía?
Hoy nadie dudaría de la respuesta, pero quizás en aquellos momentos sí.

La astronomía por internet implica ya no observar a través del ocular de un telescopio, sino una pantalla.
¿Acaso los astrónomos profesionales no hacen exactamente eso en la actualidad?

Si la respuesta a la pregunta fuese que la astronomía por internet (por tanto virtual, por tanto, de visualización en pantallas) NO es realmente astronomía, entonces la astronomía profesional ya no sería astronomía.

Se me dirá que, sin embargo, aunque los astrónomos profesionales no pongan ya el ojo en el ocular, hay quienes sí lo hacen: los técnicos, que son los que con las indicaciones de los académicos, adquieren los datos que los profesionales analizan.

Con los sitios para hacer astronomía por internet pueden ocurrir ambas cosas: algunos tienen operadores técnicos (o son automáticos) por tanto el usuario no tiene casi ningún control; pero otros en cambio sí permiten que el usuario guíe al instrumento, en forma remota.

AUTOCRÍTICA
En varios post he sostenido aquí que la modernidad no es verdaderamente moderna. En el fondo, el problema es el mismo, es decir, podría preguntarme: ¿es la modernidad realmente moderna?
Esto evidencia que aunque un aspecto del problema presentado parece ser tecnológico, en el fondo, no lo es. Es un problema que pasa por saber discernir lo que es igual de lo que es diferente.

Voy a dar otro ejemplo. Hay quienes sostienen que sólo se da la comunicación cuando el sentido que le da el emisor a su mensaje es el mismo sentido que le da el receptor. Remarco: exactamente el mismo sentido. Pero eso no ocurre NUNCA.

La consecuencia es que, empezando por mí, debemos revisar nuestras ideas. Lo que sigue es una propuesta.

LAS CONTRADICCIONES
Las relaciones humanas son contradictorias. Tales contradicciones ocurren en la realidad. Cuando queremos ocultar tales contradicciones queremos ocultar la realidad.

La modernidad es moderna, aunque tenga un montón de elementos antiguos o cuestionables. La modernidad es contradictoria. Al señalar que entonces la modernidad no es moderna he tratado de no lidiar con esa contradicción. Ha sido un error. La contradicción existe, es real. La modernidad es moderna y no lo es, al mismo tiempo, en sentidos diferentes.

La comunicación es contradictoria: a veces nos entendemos más, otras veces menos. Comunicarse no es sólo lo "bueno" o lo "eficiente", es también lo opuesto.

El periodismo no es sólo lo que yo considero "buen periodismo", también lo que considero "mal periodismo". Recientemente sitios webs como Clarin.com y lanacion.com publicaron como verdadera la falsa noticia de que CNN había transmitido pornografía. Clarin.com borró el contenido de su sitio web, aunque queden registros.

¿El periodismo basado en redes sociales es realmente periodismo? El ejemplo anterior viene al caso porque la "noticia" surgió de un falso tweet que los medios dieron por bueno, sin contrastar. Los medios le creen ciegamente a un twittero, sin verificar la información.

Esto no es nuevo. No es algo que ocurra desde que existe internet. El periodismo basado en redes sociales es IGUAL al periodismo anterior en muchos sentidos y diferente en otros. La diferencia es más de forma que de contenido.

A pesar de esto, ¿no es cierto también que los nuevos medios por internet permiten conocer hechos con mayor rapidez o que permiten compartir con más personas los contenidos? ¿Y no es eso también una ventaja?

Por tanto, internet es una suma de tecnologías que, en sí mismas, no son ni buenas ni malas. Depende de cómo se las use socialmente, como ha ocurrido siempre con toda tecnología. Y las relaciones humanas no cambian "esencialmente" por la incorporación de tecnologías. Parece existir en el discurso social hoy día una restauración del ludismo que le achaca al progreso técnico la falta de trabajo. No es un problema técnico, es económico y político.

LA REPRODUCTIBILIDAD TÉCNICA
Si tomamos el discurso de Walter Benjamin sobre la reproductibilidad del arte [2] podríamos considerar que ciertas tecnologías nos alejan de la realidad en tanto singularidad y experiencia. El teatro por ejemplo, implica que cada función, aunque se desarrolle el mismo guión en el mismo escenario, será diferente. En cambio, en el cine ocurre otra cosa: la misma película es idéntica en cualquier sala.

Con internet, es decir, con la virtualidad, se perdería también la experiencia, o, para decirlo mejor, cambia la experiencia que pasa de ser activa a pasiva, que pasa de ser más directa a ser más indirecta.

La astronomía visual de aficionados ha sido hasta ahora más directa en tanto implica salir a observar, por tanto tomar contacto con la realidad exterior en forma directa, aunque con el uso de instrumentos como binoculares o telescopios.

La astronomía visual virtual actualmente implica observar una pantalla, una misma pantalla para "dominarnos" a todos (a lo Tolkien), pero que además es una pantalla "individual" en nuestra casa, como también ocurre con el cine y la tv (netflix y otros). Vivimos una sociedad no muy distante a la imaginada por Bradbury en "Fahrenheit 451"[3].

A contramarcha debe tomarse nota del fenómeno de observación de eventos astronómicos por internet: al mismo tiempo que es una experiencia individual es también colectiva por tratarse de transmisiones "en vivo". La astronomía ha sido siempre tele-visión, sobre todo con el telescopio, pero ahora incluso con su carencia por parte de los "usuarios" de instrumentos transformados en consumidores de pantallas.

La "reproductibilidad técnica" en astronomía ya había empezado a ocurrir con la motorización de telescopios que a través de monturas GoTo permiten operar el instrumento a través de un control para que el mismo se mueva en la dirección apropiada, sin que el operador deba lidiar con el reconocimiento de objetos o el conocimiento de coordenadas.

Por tanto podría plantearse que la astronomía virtual (así entendida) implicaría un "facilismo", una desconexión con la realidad, una acción más pasiva, menos singular y más estandarizada.

El facilismo, empero, no debiera sólo menospreciarse. Los debates en informática sobre sistemas operativos puede resultar ilustrativo: así como hay usuarios que quieren tener mayor control para lo cual necesitan también tener mayor conocimiento en el funcionamiento del software; otros sólo quieren usarlo y que sea sencillo (cuando lo anterior sería difícil). Algo similar podríamos decir de la operación de teléfonos y cámaras de fotos.

Al mismo tiempo, una parte de la llamada "clase media" retoma un romance con las tecnologías pasadas (lo que parece responder más al aburrimiento, a la nostalgia y claramente a un nicho de negocio para pudientes).


APOCALÍPTICOS E INTEGRADOS
Umberto Eco acuñó estos dos términos vinculados a las actitudes de las personas con respecto a las nuevas tecnologías [4].
Ponernos en cualquiera de estas dos posiciones implica suponer que las tecnologías son intrínsecamente buenas o malas, convenientes o no, al margen de las circunstancias. Si adoptáramos la posición apocalíptica (negativa) tendríamos que renunciar a internet, pero también al telescopio que también es una tecnología. No sería muy "progresivo", sino más bien reaccionario.

Suponer lo opuesto, es decir, adoptar la actitud integrada (positiva) sería considerar que intrínsecamente las tecnologías son buenas en sí mismas, lo que también sería una postura acrítica e idealista.

La realidad es contradictoria. Las tecnologías son producto de los seres humanos que, aunque hayan sido creadas con alguna intención específica, pueden admitir diversos usos. Y los usos pueden ser, de hecho son, contradictorios.

La astronomía por internet no es ni más valiosa ni más válida ni más real que la astronomía "tradicional", y viceversa. Depende del uso social que le demos a las tecnologías existentes y a los objetivos que tengamos.

Por otro lado, la astronomía profesional es hoy también virtual, en tanto existen los "observatorios virtuales".

Cabría entonces preguntarnos qué sentido queremos darle a la astronomía y qué uso hacemos de las tecnologías disponibles.

DIVULGACIÓN: ¿MÁS ES MENOS?
Parece que existe todavía en los discursos sociales la idea de que la popularización-masificación de la astronomía parece sumar cantidad, pero restar calidad.

Los eventos tipo "súperluna" pueden ser un buen ejemplo. Muchos pensamos que es una exageración que intenta transformar en espectacular algo corriente.
Sin embargo, no creo que la popularización-masificación sea el problema, sino el modo, es decir, cómo se lleva a cabo tal práctica social en relación a sus objetivos.

La difusión de la astronomía podría definirse en principio como el intento por llegar a un gran número de personas que no conocen tal práctica. Esto, en sí mismo, no tiene nada de malo. La pregunta es si ése es el único objetivo.

Por tanto, la divulgación en astronomía puede tener diversos nortes. La divulgación en sí misma no es ni buena ni mala. En todo caso podríamos estar a favor de darle un sentido o en contra de darle otro, pero en ambos casos será difusión. (Cabría aquí diferenciar entre difundir y divulgar).

La masificación de la astronomía a través de nuevas tecnologías tiene un costado objetable vinculado a la "falsa" espectacularidad [5].
Pero no necesariamente tiene que ser así. La astronomía moderna (también la antigua) no tiene un único sentido social: hay quienes quieren contemplar el cielo como si fuera una obra de arte; están los que quieren comprender eso que observan (lo que implica una capa de racionalismo); están los que consideran que incluso la astronomía amateur debe tener una utilidad científica (es decir, producir datos suficientemente precisos); etc.

A mi modo de ver, en cualquier caso, la astronomía debe ser una práctica crítica lo que implica no dar las cosas por sentadas y tratar de comprenderlas.

Si eso se logra con la "astronomía virtual" no veo ningún problema en hacer uso de las nuevas tecnologías para tal fin.

¿Eso es realmente necesario? Muchas veces me encuentro con personas que todavía no entienden cómo es posible que la luna rote sobre su propio eje y que no podamos observar más que una sola "cara". Y la forma más sencilla de explicarlo no es con una definición (el período de rotación es el mismo que el período de traslación), sino en forma visual, por ejemplo con dibujos o videos. Es decir, con sombras de las sombras, con esquemas que, en algunos casos, son muchos más útiles que otras formas de comunicación.

¿EL MEDIO ES EL MENSAJE?
La famosa frase de Marshall McLuhan se ha usado de muchas maneras. A mi juicio, supone que las características intrínsecas de las tecnologías son lo que determinan su uso social. Empero, el uso social de los medios depende de una relación bidireccional entre los objetivos del emisor y las expectativas del receptor. Lo segundo condiciona a lo primero. Si el lector de blogs "espera" (esa es su expectativa) un post muy simple y corto y yo le ofrezco uno más complejo y largo, podré tener las mejores intenciones, pero naufragarán en la nada. Sin embargo, nadie nace con expectativas. Y en la medida en que nos plegamos a las expectativas ya históricamente construidas sin proponer alternativas, esas expectativas se consolidan como tradiciones. Pero cambiar las expectativas no depende sólo de ofrecer contenidos diferentes. Las mismas se construyen socialmente desde el sistema educativo, familiar y el conjunto de las instituciones de un país. No es menos cierto que se ha menospreciado a las audiencias y que no son tan homogéneas como a veces se presupone.

CONCLUSIÓN
Por lo dicho, la astronomía por internet es astronomía. Nos podrá parecer mejor para algunas cosas y no tanto para otras. No podemos transformarnos en fundamentalistas del pizarrón o de las tablets, al margen de los objetivos y de los resultados.

Pero también hay que considerar cuáles son las expectativas de la población-audiencias-públicos. Si las audiencias tienen una expectativa y nosotros queremos darle a la astronomía un sentido diferente, habrá comunicación y mucho ruido, no cumpliremos nuestros objetivos.
Por tanto, quizás lo que haya que revisar sean las expectativas de las audiencias. Nos hemos convertido en "expectadores", espectadores con expectativas vinculadas a la información pasatista y la espectacularidad.

La astronomía no requiere exageraciones para ser grandilocuente.

¿Es necesario mentir para decir la verdad? A veces, si. Explicar un átomo como un sistema solar en miniatura puede ser un paso útil en el entendimiento de qué es un átomo, pero es una idea que se ha superado y hoy se considera falsa. De igual modo podríamos plantear el concepto de "esfera celeste".
En ambos casos, sin embargo, habrá un actitud didáctica y crítica que en muchos discursos masivos está ausente.

Al mismo tiempo, grandes porciones de la población mundial vivimos en centros urbanos polucionados por la contaminación lumínica y el smog y con la obligación de cumplir horarios de trabajo que nos pueden limitar mucho las posibilidades materiales de salir a observar con cielos oscuros.

También ocurre que queremos saber las cosas ahora, gratis y sin esfuerzo (y en HD, por favor). Si los medios nos dicen qué es la súperluna, ¿para qué ponernos a pensar si es realmente así? Lo dice internet, debe ser verdadero, parece ser el motto de la modernidad tardía, incluso para quienes "predican" lo contrario (como indiqué arriba sobre la noticia falsa de CNN).

Por eso, en el fondo, la cuestión es si queremos pensar críticamente la realidad o no. Si usamos tal o cual tecnología será importante, pero secundario. La importancia está dada por saber si con tales medios podemos cumplir nuestros objetivos.

¿No se supone que la modernidad implica necesariamente una actitud crítica, a lo Galileo, sobre cualquier tema?
Se supone. Pero la realidad es diferente. Somos modernos aunque actuemos distinto porque la modernidad es contradictoria. Y la astronomía, como práctica social, no está al margen de las contradicciones sociales.


Fuentes y enlaces relacionados
[1] AVATARES de la comunicación y la cultura, Nº 2. ISSN 1853-5925. Agosto 2011
UNA DEFINICIÓN SOCIAL DE MEDIO DE COMUNICACIÓN (El envejecimiento de sus versiones tecnológicas)
José Luis Petris y Rolando Martínez Mendoza*
http://ppct.caicyt.gov.ar/index.php/avatares/article/view/2242

[2] La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, Walter Benjamin.

[3] No es 1984, es Fahrenheit 451, Por Jose Carlos León | 20.06.2013
http://www.cookingideas.es/no-es-1984-es-farenheit-451-20130620.html

[4] Umberto Eco. Apocalípticos e integrados. Barcelona: Lumen. 1965

[5] La frecuencia de lo irrepetible en astronomía
http://www.noticiasdelcosmos.com/2016/06/la-frecuencia-de-lo-irrepetible-en.html

Telescopios para usar por internet
http://www.noticiasdelcosmos.com/2010/04/telescopios-para-usar-por-internet.html

Sobre las imágenes
Dibujo de Georges Paturel en INTERNET SERVICES FOR PROFESSIONAL ASTRONOMY, Heinz Andernach
https://ned.ipac.caltech.edu/level5/Andernach/Ander_contents.html


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