Vía Observatorio Astronómico de La Plata
Los mapas en la página del Observatorio son confeccionados por el Sr. Constantino Baikouzis, a quien le agradecemos enormemente este magnífico aporte.
Las estrellas Cefeidas son importantes en nuestra historia no sólo porque sirven como buenos indicadores de distancia, sino también por el rol principal que jugaron en la gestación de la idea del universo en expansión. Las Cefeidas son estrellas muy luminosas, con brillos que rondan entre cien y diez mil veces el brillo de nuestro Sol, aunque tienen luminosidad variable. Y estos dos aspectos son esenciales para su utilidad: su alta luminosidad permite que sean visibles desde distancias remotas, digamos cosmológicas, mientras que la variabilidad de su luz hace posible inferir su verdadera emisión energética. En efecto, sus períodos de oscilación (cantidades que podemos medir, entre 1 y 100 días) se relacionan en una forma precisa con sus luminosidades absolutas (cantidades que, como vimos, nos son inaccesibles en forma directa); en particular, cuanto mayor es el período, mayor es también la luminosidad, relación ésta que fue descubierta en 1912 por la astrónoma norteamericana Henrietta Leavitt.
Trabajando como "computadora" en el Harvard College Observatory (*), Leavitt (1868-1921) estudió decenas de Cefeidas en las nubes de Magallanes, determinando sus períodos. Hoy sabemos que estas "nubes" son en realidad pequeñas galaxias vecinas de la Vía Láctea, separadas de ésta por unos 150 mil años-luz. Esta distancia es tan grande que, con buena aproximación, todas las Cefeidas estudiadas por Leavitt podían ser consideradas a la misma distancia de nosotros, de la misma manera que todas las abejas de un panal se hallan aproximandamente a la misma distancia de una persona prudente.
Con esta hipótesis, Leavitt pudo deducir la relación período-luminosidad ya mencionada. De su trabajo era posible entonces conocer la distancia "relativa" entre las Cefeidas de las Nubes de Magallanes y cualquier otra de nuestra galaxia, pero no las distancias absolutas. Para estimar estas últimas, le hacía falta conocer al menos la distancia a una de estas Cefeidas, de modo de poder "calibrar" sus mediciones. Este nuevo ingrediente vino recién en 1917, cuando Shapley empleó la relación período-luminosidad para obtener luminosidades absolutas en las Cefeidas de algunos cúmulos estelares de nuestra propia galaxia, empleando técnicas de color y magnitud como las que ya explicamos más arriba. Con esto, se pudieron calibrar las mediciones de Leavitt, y así saber dónde (a qué luminosidad precisa) realmente comenzaba la relación lineal en el gráfico luminosidad versus período. Así pues, las dos herramientas combinadas permitieron calcular las distancias a las Cefeidas de cualquier cúmulo de estrellas relativamente cercano y emplear la relación período-luminosidad para toda otra galaxia lejana que contuviera estas estrellas variables. Hoy en día, el método de las Cefeidas permite estimar distancias de hasta unos 30 Mpc.
(*) Una "computadora"...No, no la estamos alabando, ni tampoco estamos siendo despectivos. Ése era simplemente el nombre que en el comienzo del siglo XX se le daba a las mujeres que hacían astronomía en los Estados Unidos de Norteamérica. Pues "ellas" no contaban con el permiso para operar los telescopios y así poder realizar sus propias observaciones. Así, pues, sólo les quedaba analizar las placas fotográficas de las observaciones "masculinas", si realmente querían tener acceso a los datos. ¿Astronomía masculina? Y pensar que varios siglos antes de nuestra era, Epicuro de Samos ya permitía que las mujeres estudiaran en su escuela de Atenas.