El astrónomo japonés Tomotsugu Goto, de la Agencia Japonesa de Exploración Aerospacial JAXA, informa haber identificado un cuásar distante que es accionado por un agujero negro masivo. El descubrimiento fue realizado utilizando el Telescopio Nacional Subaru, de Japón, localizado en Hawai. El cuásar denominado SDSSJ084119.52+290504.4 se encuentra a 12.700 millones de años luz de la Tierra en dirección de la constelación de Cancer, el Cangrejo, estando entre los once cuásares más distantes que se han detectado.
Vía CieloSur
Sabemos que los cuásares son agujeros negros vistos cuando están consumiendo material del espacio que lo rodea y emite grandes cantidades de energía en forma de emanaciones.
El autor del estudio busco en una base de datos del Sloan Digital Sky Survey (SDSS), identificando cuásares con el mismo color en luz visible a una distancia de 12.700 millones de años luz de la Tierra y encontró 300 candidatos entre 180 millones de objetos revisados. Luego de esto observó los candidatos en el espectro infrarrojo de la luz con el telescopio de 3,5 metros en Apache Point y con el Telescopio Infrarrojo del Reino Unido, en Mauna Kea. Así pudo eliminar estrellas en nuestra galaxia similares en color a los cuásares.
Posteriormente estudió 26 candidatos con el instrumento FOCAS (Faint Object Camera and Spectrograph) del Telescopio Subaru, encontrando el objeto motivo del informe, el cual tiene una masa equivalente a 2 millones de veces la del Sol y es tan lejano que no hay, al momento, alguna propuesta de cómo este agujero negro masivo pudo formarse tan sólo mil millones de años después de la Big Bang.
Adicionalmente el espectro de la luz del cuásar mostró que mucho del hidrógeno entre el cuásar y la Tierra está ionizado, lo que sugiere que algo convirtió al hidrógeno neutro en hidrógeno ionizado antes de que el Universo tuviera un millón de años de edad.
Este misterioso evento es denominado "re-ionización del Universo". Se sospecha que en este proceso de re-ionización podría intervenir la radiación ultravioleta, que proviene de estrellas o agujeros negros masivos. Dado que esta re-ionización ocurre en un período de 12 mil millones de años atrás, ha sido un reto tener una evidencia observacional.
Los cuásares son ideales para probar la re-ionización porque son distantes y brillan en forma estable por largos períodos de tiempo. También se han usado las explosiones de rayos gama para probar esta re-ionización, pero no han servido porque duran poco tiempo y se presentan ocasionalmente.
La re-ionización del universo es un asunto pendiente. Para entender verdaderamente este proceso, es importante encontrar pruebas de re-ionización en tantas direcciones como sea posible y a un rango de distancias. El Dr. Goto tiene la esperanza de repetir este suceso con cuásares más distantes, según concluye en su trabajo fue publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
Más información en:
http://subarutelescope.org/
Blog de noticias de astronomía - Desde Buenos Aires, Argentina
¡Que no cunda el pánico!
"¿No es suficiente ver que un jardín es hermoso sin tener que creer que también hay hadas en el fondo?" - Douglas Adams, La guía del autoestopista galáctico.
"¿No es suficiente ver que un jardín es hermoso sin tener que creer que también hay hadas en el fondo?" - Douglas Adams, La guía del autoestopista galáctico.
31/8/06 - DJ:
AKARI captura el nacimiento y muerte de las estrellas
La Agencia de Exploración Aeroespacial Japonesa (JAXA) informa que el Satélite Astronómico en Infrarrojo AKARI continua sus observaciones del cielo y realiza mapas de nuestro cosmos en luz infrarroja. En el presente reporte la cámara en infrarrojo del satélite captó una imagen de la nebulosa de reflexión conocida como IC 1396 en la constelación de Cepheus. La nebulosa es una nube de polvo que refleja la luz de las estrellas cercanas, con una región brillante, formadora de estrellas localizada a 3000 años luz del Sistema Solar en una región poblada de estrellas muy masivas, algunas de ellas con cientos de veces la masa del Sol.
Vía CieloSur
Las estrellas jóvenes masivas en la región central de la Imagen expulsan gas y polvo a la periferia de la nebulosa creando una estructura similar a "un hueco rodeado por cáscaras". Por primera vez se ha logrado, gracias a este telescopio espacial, observar con detalle la distribución del gas y el polvo expulsado hacia fuera de la nebulosa.
El gas que ha sido expulsado crea estructuras similares a filamentos brillantes vistos en infrarrojo, en las regiones que lo rodean. El polvo sumergido en el gas es calentado por la intensa luz que proviene de una estrella masiva en el centro de la nebulosa y de las recién nacidas estrellas en el interior del denso gas y emiten luz en infrarrojo.
El cúmulo brillante visto ligeramente fuera del centro en el lado derecho es también una región formadora de estrellas. Otro cuerpo tomado por AKARI es la estrella gigante roja "U Hydrae", localizada a 500 años luz del Sol, observándose extensas aglomeraciones de nubes de polvo que la rodean, a una distancia aproximada de 0,3 años luz del centro de la estrella, lo que implica que una eyección corta y violenta de masa tuvo lugar en la estrella hace 10 mil años atrás.
La misión AKARI (denominada formalmente como ASTRO-F), fue lanzada al espacio el 21 de febrero del 2006 desde el Centro Espacial Uchinoura en Japón e inició el estudio del cielo desde abril de 2006. Se trata de un esfuerzo internacional conjunto desarrollado por la agencia japonesa ISAS/JAXA con la participación de universidades e institutos de investigación japoneses.
Más información en:
http://www.esa.int/
Vía CieloSur
Las estrellas jóvenes masivas en la región central de la Imagen expulsan gas y polvo a la periferia de la nebulosa creando una estructura similar a "un hueco rodeado por cáscaras". Por primera vez se ha logrado, gracias a este telescopio espacial, observar con detalle la distribución del gas y el polvo expulsado hacia fuera de la nebulosa.
El gas que ha sido expulsado crea estructuras similares a filamentos brillantes vistos en infrarrojo, en las regiones que lo rodean. El polvo sumergido en el gas es calentado por la intensa luz que proviene de una estrella masiva en el centro de la nebulosa y de las recién nacidas estrellas en el interior del denso gas y emiten luz en infrarrojo.
El cúmulo brillante visto ligeramente fuera del centro en el lado derecho es también una región formadora de estrellas. Otro cuerpo tomado por AKARI es la estrella gigante roja "U Hydrae", localizada a 500 años luz del Sol, observándose extensas aglomeraciones de nubes de polvo que la rodean, a una distancia aproximada de 0,3 años luz del centro de la estrella, lo que implica que una eyección corta y violenta de masa tuvo lugar en la estrella hace 10 mil años atrás.
La misión AKARI (denominada formalmente como ASTRO-F), fue lanzada al espacio el 21 de febrero del 2006 desde el Centro Espacial Uchinoura en Japón e inició el estudio del cielo desde abril de 2006. Se trata de un esfuerzo internacional conjunto desarrollado por la agencia japonesa ISAS/JAXA con la participación de universidades e institutos de investigación japoneses.
Más información en:
http://www.esa.int/
IAC descubre choque entre galaxias a 650 millones de años luz
Un equipo liderado por investigadores del IAC ha descubierto un choque entre dos galaxias a unos 650 millones de años luz de la Tierra, que se produjo hace unos 5.000 millones de años y que se trata de la colisión galáctica más lejana que se ha estudiado en detalle hasta la fecha.
Vía Terra
Los astrónomos Conrado Carretero, Alexandre Vazdekis, César González y John Beckman, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), junto a Vicent Quilis, del Departamento de Astronomía y Astrofísica de la Universidad de Valencia, han descubierto esta colisión, producida cuando una galaxia elíptica aislada muy masiva se 'tragó' a una compañera diez veces más pequeña que ella.
La energía liberada en el impacto fue equivalente a la explosión simultánea de mil trillones de trillones de bombas atómicas como la de Hiroshima, un 1 seguido de 39 ceros, según precisa el IAC en un comunicado.
Para este hallazgo se han empleado paralelamente distintas técnicas astrofísicas con imágenes obtenidas del Telescopio Nazionale Galileo (TNG) en el Observatorio del Roque de los Muchachos de La Palma, y de las bases de datos públicas DSS y 2MASS.
Con estos datos los astrónomos han encontrado las 'ondas' producidas tras el impacto, similares a las que se forman en la superficie de un estanque cuando se lanza una piedra.
Además, han obtenido pruebas de que se están creando nuevas estrellas en las regiones en las que se encuentran dichas 'ondas' como consecuencia de las alteraciones que se producen a su paso.
El estudio llevado a cabo por el equipo de astrofísicos españoles será publicado en la revista 'The Astrophysical Journal Letters' el 10 de septiembre.
Este descubrimiento aporta nuevos datos para comprender la formación y evolución de las galaxias, en concreto el papel que juegan las colisiones entre ellas.
Según el paradigma actual, los choques galácticos constituyen el mecanismo principal de formación de grandes galaxias como la Vía Láctea, explica el IAC.
Terra Actualidad - EFE
Vía Terra
Los astrónomos Conrado Carretero, Alexandre Vazdekis, César González y John Beckman, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), junto a Vicent Quilis, del Departamento de Astronomía y Astrofísica de la Universidad de Valencia, han descubierto esta colisión, producida cuando una galaxia elíptica aislada muy masiva se 'tragó' a una compañera diez veces más pequeña que ella.
La energía liberada en el impacto fue equivalente a la explosión simultánea de mil trillones de trillones de bombas atómicas como la de Hiroshima, un 1 seguido de 39 ceros, según precisa el IAC en un comunicado.
Para este hallazgo se han empleado paralelamente distintas técnicas astrofísicas con imágenes obtenidas del Telescopio Nazionale Galileo (TNG) en el Observatorio del Roque de los Muchachos de La Palma, y de las bases de datos públicas DSS y 2MASS.
Con estos datos los astrónomos han encontrado las 'ondas' producidas tras el impacto, similares a las que se forman en la superficie de un estanque cuando se lanza una piedra.
Además, han obtenido pruebas de que se están creando nuevas estrellas en las regiones en las que se encuentran dichas 'ondas' como consecuencia de las alteraciones que se producen a su paso.
El estudio llevado a cabo por el equipo de astrofísicos españoles será publicado en la revista 'The Astrophysical Journal Letters' el 10 de septiembre.
Este descubrimiento aporta nuevos datos para comprender la formación y evolución de las galaxias, en concreto el papel que juegan las colisiones entre ellas.
Según el paradigma actual, los choques galácticos constituyen el mecanismo principal de formación de grandes galaxias como la Vía Láctea, explica el IAC.
Terra Actualidad - EFE
La música de las estrellas
Los antiguos griegos pensaban que los planetas y las estrellas estaban engarzados en esferas de cristal que sonaban a medida que giraban por los cielos, produciendo lo que los antiguos llamaban “música de las esferas”.
Vía Astroseti y otros
Sin embargo, no es totalmente errónea. Es cierto, no hay esferas de cristal, pero los científicos descubrieron, en la década de 1970, “que el Sol y las estrellas realmente cantan”, dijo el astrónomo Donald Kurtz de la Universidad de Central Lancashire en Preston, Reino Unido.
Ahora, estos tonos espeluznantes se pueden bajar en la Internet (véase al pie de este artículo).
Las estrellas, que en sí mismas son esféricas, pueden producir notas a través de sus vibraciones, como los instrumentos musicales.
No podemos oír directamente esos sonidos, pero “los astrónomos pueden detectarlos por medio de la astrosismología, observado debajo de la superficie de las estrellas, a sus núcleos”, dijo Kurtz.
“Podemos ver dentro del Sol tan claramente como podemos ver un feto en su matriz, utilizando ultrasonidos”.
A principios de este mes, expertos de todo el mundo discutieron sobre astrosismología en una conferencia en la Universidad de Sheffield, Reino Unido.
Las estrellas producen silbidos fantasmales, tamborileos, zumbidos, o ruidos tronantes, dijo Kurtz, aunque sus frecuencias (o velocidades de vibración) deben ser aumentadas artificialmente para que lleguen a estar dentro de un rango audible para los seres humanos.
Durante un discurso en la conferencia, Kurtz demostró como habría sonado Bach si hubiera sido tocado por las estrellas, combinando notas de diferentes estrellas en una melodía proyectada por computadora. También utilizó helio, címbalos (o platillos) y botellas para recrear los sonidos estelares. “Las estrellas tienen vibraciones naturales que son ondas sonoras, al igual que los instrumentos musicales”, explicó Kurtz.
“En el caso de instrumentos tales como el corno, la causa de las vibraciones es el músico que sopla mientras hace vibrar a sus labios en una frecuencia que iguala las vibraciones naturales del corno. En el caso de la estrella, las vibraciones comienzan por cambios en el pasaje de energía desde el infierno nuclear en el corazón de la estrella en su camino hacia la superficie, y en su escape hacia el espacio”.
A principios del año pasado, los investigadores publicaron un artículo haciendo notar que un terremoto masivo había dejado a una estrella neutrónica vibrando como una campana, haciendo sonar una nota que corresponde a lo que los seres humanos llaman “La” mayor. A principios de este año, los científicos informaron que no eran únicamente las estrellas las que vibraban musicalmente, sino que toda la Vía Láctea también estaba oscilando, como un parche de tambor.
“El conocimiento sobre los sonidos de las estrellas resulta importante para nuestra comprensión sobre la formación del sistema solar y de la Tierra”, dijo Kurtz. Utilizando la astrosismología, “podemos monitorear las regiones peligrosamente activas del lado lejano del Sol”. Estas zonas tormentosas pueden generar, más tarde, estallidos que creen tormentas geomagnéticas en la Tierra, provocando fallos en la energía eléctrica e interferencias radiales”.
Sonidos estelares para bajar:
- HR3831, Descubierta por Kurtz, una nueva clase de estrella con un poderoso campo magnético. Pulsa cada 11,7 minutos.
- Xi-hydrae , una vieja estrella en la constelación de Hydra. Se encuentra a 130 años luz de distancia, y es 60 veces más luminosa que el Sol. Sus sonidos, que han sido tocados en un club musical belga, recuerdan a los tambores africanos.
- Una enana blanca, o estrella muerta, a 50 años luz de distancia, también en el Centauro.
- La primera pieza de música compuesta para instrumentos estelares: la Música Estelar No. 1 de Jenó Keuler y Zoltán Kolláth.
Páginas web relacionadas
-- La nave Cassini descubre música procedente de los anillos
-- Los sonidos del espacio, convertidos en música
Traducido para Astroseti.org por
Heber Rizzo Baladán
--------------------------------------------------------------------------------
Web Site: World Science
Artículo: “Now downloadable: “music” of the stars”
Fecha: Agosto 09, 2006
Ver también en TuGueb: Los sonidos del espacio, convertidos en música
y Space Audio
Vía Astroseti y otros
Sin embargo, no es totalmente errónea. Es cierto, no hay esferas de cristal, pero los científicos descubrieron, en la década de 1970, “que el Sol y las estrellas realmente cantan”, dijo el astrónomo Donald Kurtz de la Universidad de Central Lancashire en Preston, Reino Unido.
Ahora, estos tonos espeluznantes se pueden bajar en la Internet (véase al pie de este artículo).
Las estrellas, que en sí mismas son esféricas, pueden producir notas a través de sus vibraciones, como los instrumentos musicales.
No podemos oír directamente esos sonidos, pero “los astrónomos pueden detectarlos por medio de la astrosismología, observado debajo de la superficie de las estrellas, a sus núcleos”, dijo Kurtz.
“Podemos ver dentro del Sol tan claramente como podemos ver un feto en su matriz, utilizando ultrasonidos”.
A principios de este mes, expertos de todo el mundo discutieron sobre astrosismología en una conferencia en la Universidad de Sheffield, Reino Unido.
Las estrellas producen silbidos fantasmales, tamborileos, zumbidos, o ruidos tronantes, dijo Kurtz, aunque sus frecuencias (o velocidades de vibración) deben ser aumentadas artificialmente para que lleguen a estar dentro de un rango audible para los seres humanos.
Durante un discurso en la conferencia, Kurtz demostró como habría sonado Bach si hubiera sido tocado por las estrellas, combinando notas de diferentes estrellas en una melodía proyectada por computadora. También utilizó helio, címbalos (o platillos) y botellas para recrear los sonidos estelares. “Las estrellas tienen vibraciones naturales que son ondas sonoras, al igual que los instrumentos musicales”, explicó Kurtz.
“En el caso de instrumentos tales como el corno, la causa de las vibraciones es el músico que sopla mientras hace vibrar a sus labios en una frecuencia que iguala las vibraciones naturales del corno. En el caso de la estrella, las vibraciones comienzan por cambios en el pasaje de energía desde el infierno nuclear en el corazón de la estrella en su camino hacia la superficie, y en su escape hacia el espacio”.
A principios del año pasado, los investigadores publicaron un artículo haciendo notar que un terremoto masivo había dejado a una estrella neutrónica vibrando como una campana, haciendo sonar una nota que corresponde a lo que los seres humanos llaman “La” mayor. A principios de este año, los científicos informaron que no eran únicamente las estrellas las que vibraban musicalmente, sino que toda la Vía Láctea también estaba oscilando, como un parche de tambor.
“El conocimiento sobre los sonidos de las estrellas resulta importante para nuestra comprensión sobre la formación del sistema solar y de la Tierra”, dijo Kurtz. Utilizando la astrosismología, “podemos monitorear las regiones peligrosamente activas del lado lejano del Sol”. Estas zonas tormentosas pueden generar, más tarde, estallidos que creen tormentas geomagnéticas en la Tierra, provocando fallos en la energía eléctrica e interferencias radiales”.
Sonidos estelares para bajar:
- HR3831, Descubierta por Kurtz, una nueva clase de estrella con un poderoso campo magnético. Pulsa cada 11,7 minutos.
- Xi-hydrae , una vieja estrella en la constelación de Hydra. Se encuentra a 130 años luz de distancia, y es 60 veces más luminosa que el Sol. Sus sonidos, que han sido tocados en un club musical belga, recuerdan a los tambores africanos.
- Una enana blanca, o estrella muerta, a 50 años luz de distancia, también en el Centauro.
- La primera pieza de música compuesta para instrumentos estelares: la Música Estelar No. 1 de Jenó Keuler y Zoltán Kolláth.
Páginas web relacionadas
-- La nave Cassini descubre música procedente de los anillos
-- Los sonidos del espacio, convertidos en música
Traducido para Astroseti.org por
Heber Rizzo Baladán
--------------------------------------------------------------------------------
Web Site: World Science
Artículo: “Now downloadable: “music” of the stars”
Fecha: Agosto 09, 2006
Ver también en TuGueb: Los sonidos del espacio, convertidos en música
y Space Audio
30/8/06 - DJ:
Estrella de neutrones súper-magnética sorprende a los científicos
Un equipo de astrónomos liderados por el Dr. Fernando Camilo de la Universidad Columbia, de los Estados Unidos, ha descubierto una estrella de neutrones rotante con un súper poderoso campo magnético, llamada magnetar, haciendo cosas que no habían sido detectadas antes, en un objeto de su tipo. El extraño comportamiento ha forzado a descartar teorías anteriores acerca de los pulsares y promete dar nuevas ideas acerca de la física de estos objetos extremos. Identificada como XTE J1810-197, el magnetar fue detectado, por primera vez por el telescopio de rayos X Rossi, de la NASA en 2003, mientras que estudio, está basado en observaciones del radiotelescopio Parkes, en Australia.
Vía CieloSur
En marzo los astrónomos detectaron este magnetar, a aproximadamente 10.000 años luz de la Tierra, en la dirección de la constelación de Sagitario, que emite pulsos de radio a intervalos de tiempo regulares. La teoría predecía que, debido a sus intensos campos magnéticos (de 100 a 1000 veces más fuertes que el de un púlsar típico), sería improbable que los magnetares irradiasen ondas de radio.
Los magnetares son versiones especialmente energéticas de las estrellas de neutrones, que son remanentes de estrellas comunes a las que se les agotó su combustible.
"Antes de nuestra detección había teorías que explicaban por qué no era posible obtener emisiones de radio de los magnetares; obviamente, estas teorías son ahora incorrectas", dijo Fernando Camilo del Laboratorio de Astrofísica Columbia, de la Universidad de Columbia, en Nueva York.
XTE J1810-197 fue detectada cuando 'cobró vida' abruptamente, con un intenso estallido de rayos-X. Después, en 2004, algunos astrónomos descubrieron que el objeto emitía ondas de radio usando el radiotelescopio VLA (Very Large Array) de la Fundación Nacional para la Ciencia NSF, de los EE.UU.
Para explicar la anomalía, los científicos supusieron que las ondas de radio provenían de una nube de partículas desprendidas de la estrella de neutrones en el momento del estallido de rayos-X. Pronto se comprobó que esta teoría era incorrecta al descubrir, Camilo y sus colegas, que XTE J1810-197 emitía fuertes pulsaciones de radio cada 5,5 segundos, que corresponde al ritmo de rotación estimado de este magnetar.
El equipo de investigadores sospecha que el intensísimo campo magnético del magnetar se está retorciendo, provocando que las corrientes eléctricas que fluyen a lo largo de sus líneas de campo cambien de posición. Creen que estas corrientes están generando los pulsos de radio.
"Quizá aún más sorprendentes eran las características de esta emisión, que difieren en muchos aspectos significativos de las emisiones de púlsares 'normales'", expresó el Dr. Camilo. Por ejemplo, el brillo de los pulsos de radio varía de un día a otro, un fenómeno que no se da en los aproximadamente 1.700 púlsares conocidos.
"Para mí, una de las características más espectaculares de la emisión es que su espectro es aparentemente plano", dijo Camilo. Eso significa que su brillo es el mismo en todas las frecuencias observadas, en todo el rango desde los 350 MHz hasta los 140 GHz. "Un púlsar típico sería unas 15.000 veces más débil a frecuencias altas que a bajas, así que no se detectaría. Sería demasiado débil", agregó Camilo.
De hecho, 140 GHz es la frecuencia más alta que se haya detectado en una estrella de neutrones, lo que hace a XTE J1810-197 la estrella de neutrones más brillante conocida.
Los hallazgos se presentaron en la Asamblea de la Unión Astronómica Internacional en Praga, y aparecen publicados en el número del 24 de agosto de 2006 de la revista Nature.
Más información en:
http://www.columbia.edu/
Vía CieloSur
En marzo los astrónomos detectaron este magnetar, a aproximadamente 10.000 años luz de la Tierra, en la dirección de la constelación de Sagitario, que emite pulsos de radio a intervalos de tiempo regulares. La teoría predecía que, debido a sus intensos campos magnéticos (de 100 a 1000 veces más fuertes que el de un púlsar típico), sería improbable que los magnetares irradiasen ondas de radio.
Los magnetares son versiones especialmente energéticas de las estrellas de neutrones, que son remanentes de estrellas comunes a las que se les agotó su combustible.
"Antes de nuestra detección había teorías que explicaban por qué no era posible obtener emisiones de radio de los magnetares; obviamente, estas teorías son ahora incorrectas", dijo Fernando Camilo del Laboratorio de Astrofísica Columbia, de la Universidad de Columbia, en Nueva York.
XTE J1810-197 fue detectada cuando 'cobró vida' abruptamente, con un intenso estallido de rayos-X. Después, en 2004, algunos astrónomos descubrieron que el objeto emitía ondas de radio usando el radiotelescopio VLA (Very Large Array) de la Fundación Nacional para la Ciencia NSF, de los EE.UU.
Para explicar la anomalía, los científicos supusieron que las ondas de radio provenían de una nube de partículas desprendidas de la estrella de neutrones en el momento del estallido de rayos-X. Pronto se comprobó que esta teoría era incorrecta al descubrir, Camilo y sus colegas, que XTE J1810-197 emitía fuertes pulsaciones de radio cada 5,5 segundos, que corresponde al ritmo de rotación estimado de este magnetar.
El equipo de investigadores sospecha que el intensísimo campo magnético del magnetar se está retorciendo, provocando que las corrientes eléctricas que fluyen a lo largo de sus líneas de campo cambien de posición. Creen que estas corrientes están generando los pulsos de radio.
"Quizá aún más sorprendentes eran las características de esta emisión, que difieren en muchos aspectos significativos de las emisiones de púlsares 'normales'", expresó el Dr. Camilo. Por ejemplo, el brillo de los pulsos de radio varía de un día a otro, un fenómeno que no se da en los aproximadamente 1.700 púlsares conocidos.
"Para mí, una de las características más espectaculares de la emisión es que su espectro es aparentemente plano", dijo Camilo. Eso significa que su brillo es el mismo en todas las frecuencias observadas, en todo el rango desde los 350 MHz hasta los 140 GHz. "Un púlsar típico sería unas 15.000 veces más débil a frecuencias altas que a bajas, así que no se detectaría. Sería demasiado débil", agregó Camilo.
De hecho, 140 GHz es la frecuencia más alta que se haya detectado en una estrella de neutrones, lo que hace a XTE J1810-197 la estrella de neutrones más brillante conocida.
Los hallazgos se presentaron en la Asamblea de la Unión Astronómica Internacional en Praga, y aparecen publicados en el número del 24 de agosto de 2006 de la revista Nature.
Más información en:
http://www.columbia.edu/
Se darán cursos gratuitos de astronomía en el Planetario
El Planetario Galileo Galilei abrió la inscripción para los cursos de divulgación científica y astronómica del segundo cuatrimestre. Las cursadas, -que están pensadas para el público en general y para los docentes-, son gratuitas y incluyen la entrega de un certificado de asistencia.
VillaLugano.com
Si bien el conocimiento astronómico es científico por naturaleza, no deja de ser atrapante. Sino, fíjense en temas como la teoría de que la vida pudo venir de los cometas, o pregúntense como nos afectó la visión que pueblos antiguos tenían del cosmos, o porqué el pobrecito Plutón ya no es un planeta.
Tales preguntas podrían responderse tranquilamente en la forma de "historias para contar", ésas que los abuelos contaban a sus nietos. Los cursos gratuitos que se ofrecen en el Planetario pueden servir para conocer los temas propuestos, pero también para aprender a transformar este conocimiento metódicamente impartido en bellas historias que algún día contaremos a otros.
Diez problemas de astronomía americana:
Este curso -apto para todo público- propondrá, desde el 25 de Septiembre, abordar los conocimientos y prácticas astronómicas de los pueblos americanos, mediante el estudio de diez problemas. Algunos están vinculadosa a temáticas o conceptos que parecen atravesar muchas de las tradiciones americanas. Otros interrogantes son casos especialmente relevantes: bien por ser muy característicos de la región o bien por su singularidad. Además se abordarán problemas referidos a los métodos utilizados para el estudio de los conocimientos astronómicos de las culturas de América. Los días lunes de 19 a 21 hs.
Historia de las Constelaciones:
A cargo de la profesora Lucía Sendón de Valery, este curso de 7 clases -que da inicio el 19 de Septiembre- está orientado a docentes de nivel medio y primario. En él se expondrá sobre las constelaciones del hemisferio norte (Osas, Casiopea, Andrómeda, Pegaso, Perseo), las constelaciones del hemisferio sur (Cruz del Sur, Centauro), y se hará un estudio especial de las constelaciones zodiacales: origen, principales componentes (estrellas, cúmulos, galaxias y nebulosas). Los días martes de 18 a 20 hs.
Astronomía General:
El Licenciado Mariano Ribas comenzará el 27 de septiembre con este curso de 12 clases destinado al público en general (desde 12 años de edad). En él se hablará sobre el “nuevo” Sistema Solar: 8 planetas y 2 “cinturones”. Misiones espaciales. Cometas y asteroides. Planetas extra-solares. Nacimiento, vida y muerte de las estrellas. Supernovas y agujeros negros. Nebulosas y cúmulos estelares. Telescopios: Historia y Funcionamiento. Observación por telescopios. La Vía Láctea y el “Grupo Local”. Cuasares. Materia Oscura. Cúmulos galácticos. Macroestructura del Universo. Teorías de origen y destino del cosmos. La perspectiva humana. Los días miércoles de 19 a 21:30 hs.
Cómo inscribirse en los cursos gratis del Planetario de la Ciudad de Buenos Aires
Arrancó la segunda mitad del año para el Planetario porteño, en lo que a cursos se refiere. Para poder aprovechar esta oferta educativa -que abarca tres cursos a dictarse mediante clases semanales- hay que inscribirse de Lunes a Viernes, entre las 14 y las 19 horas, llamando al 4771-9393, 4771-6629 ó 4772-9265, y preguntar por la Sra. Graciela Agrelo.
VillaLugano.com
Si bien el conocimiento astronómico es científico por naturaleza, no deja de ser atrapante. Sino, fíjense en temas como la teoría de que la vida pudo venir de los cometas, o pregúntense como nos afectó la visión que pueblos antiguos tenían del cosmos, o porqué el pobrecito Plutón ya no es un planeta.
Tales preguntas podrían responderse tranquilamente en la forma de "historias para contar", ésas que los abuelos contaban a sus nietos. Los cursos gratuitos que se ofrecen en el Planetario pueden servir para conocer los temas propuestos, pero también para aprender a transformar este conocimiento metódicamente impartido en bellas historias que algún día contaremos a otros.
Diez problemas de astronomía americana:
Este curso -apto para todo público- propondrá, desde el 25 de Septiembre, abordar los conocimientos y prácticas astronómicas de los pueblos americanos, mediante el estudio de diez problemas. Algunos están vinculadosa a temáticas o conceptos que parecen atravesar muchas de las tradiciones americanas. Otros interrogantes son casos especialmente relevantes: bien por ser muy característicos de la región o bien por su singularidad. Además se abordarán problemas referidos a los métodos utilizados para el estudio de los conocimientos astronómicos de las culturas de América. Los días lunes de 19 a 21 hs.
Historia de las Constelaciones:
A cargo de la profesora Lucía Sendón de Valery, este curso de 7 clases -que da inicio el 19 de Septiembre- está orientado a docentes de nivel medio y primario. En él se expondrá sobre las constelaciones del hemisferio norte (Osas, Casiopea, Andrómeda, Pegaso, Perseo), las constelaciones del hemisferio sur (Cruz del Sur, Centauro), y se hará un estudio especial de las constelaciones zodiacales: origen, principales componentes (estrellas, cúmulos, galaxias y nebulosas). Los días martes de 18 a 20 hs.
Astronomía General:
El Licenciado Mariano Ribas comenzará el 27 de septiembre con este curso de 12 clases destinado al público en general (desde 12 años de edad). En él se hablará sobre el “nuevo” Sistema Solar: 8 planetas y 2 “cinturones”. Misiones espaciales. Cometas y asteroides. Planetas extra-solares. Nacimiento, vida y muerte de las estrellas. Supernovas y agujeros negros. Nebulosas y cúmulos estelares. Telescopios: Historia y Funcionamiento. Observación por telescopios. La Vía Láctea y el “Grupo Local”. Cuasares. Materia Oscura. Cúmulos galácticos. Macroestructura del Universo. Teorías de origen y destino del cosmos. La perspectiva humana. Los días miércoles de 19 a 21:30 hs.
Cómo inscribirse en los cursos gratis del Planetario de la Ciudad de Buenos Aires
Arrancó la segunda mitad del año para el Planetario porteño, en lo que a cursos se refiere. Para poder aprovechar esta oferta educativa -que abarca tres cursos a dictarse mediante clases semanales- hay que inscribirse de Lunes a Viernes, entre las 14 y las 19 horas, llamando al 4771-9393, 4771-6629 ó 4772-9265, y preguntar por la Sra. Graciela Agrelo.
Por primera vez logran captar la explosión de una supernova en tiempo real
El satélite "Swift" de la NASA y telescopios en la Tierra siguieron la extinción de un Sol "moribundo" en la constelación Aries. El fenómeno expulso una inusual emisión de radiación gamma de mucha energía.
Vía Clarín
Un equipo internacional de astrónomos observó la explosión de una estrella supernova , según varios artículos publicados en la revista científica británica "Nature", en su edición de mañana jueves.
El Sol "moribundo" en la constelación Aries tuvo por un breve lapso un brillo mucho más claro que una galaxia completa. Con el satélite de la NASA "Swift", los expertos registraron antes de la supernova una inusual emisión de radiación gamma de mucha energía ("Gamma Ray Burst"; GRB).
A partir de los datos, los astrónomos esperan obtener nuevos conocimientos sobre por qué algunas explosiones supernova producen emisión de rayos gamma y otras no.
La radiación gamma partió del núcleo de la estrella moribunda y anunció la inminente supernova . De manera inusual, estos rayos de mucha energía se registraron durante unos 40 minutos, cuando en general este tipo de emisiones sólo se dan durante segundos o fracciones de segundos. Cuando la radiación gamma se debilitó, la
estrella estalló.
Con telescopios desde la Tierra, los astrónomos siguieron el desarrollo de los restos de la explosión en la galaxia a 440 millones de años-luz de distancia.
"Las observaciones muestran no sólo por primera vez el desarrollo de una supernova en estadios tempranos, sino también cómo evolucionó el material expulsado en los das y semanas siguientes", explicó el científico Andrew Levan de la Universidad de Hertfordshire.
"Los resultados sugieren que un ancho rayo de gas es disparado en el entorno cósmico, que es acompañado por una burbuja de gas más lenta y con una temperatura increíble de dos millones de grados, que es producida por la ola de choque de la estrella que está explotando", añadió el colega de Levan Paul O'Brien de la Universidad de Leicester.
(Fuente: agencias)
Vía Clarín
Un equipo internacional de astrónomos observó la explosión de una estrella supernova , según varios artículos publicados en la revista científica británica "Nature", en su edición de mañana jueves.
El Sol "moribundo" en la constelación Aries tuvo por un breve lapso un brillo mucho más claro que una galaxia completa. Con el satélite de la NASA "Swift", los expertos registraron antes de la supernova una inusual emisión de radiación gamma de mucha energía ("Gamma Ray Burst"; GRB).
A partir de los datos, los astrónomos esperan obtener nuevos conocimientos sobre por qué algunas explosiones supernova producen emisión de rayos gamma y otras no.
La radiación gamma partió del núcleo de la estrella moribunda y anunció la inminente supernova . De manera inusual, estos rayos de mucha energía se registraron durante unos 40 minutos, cuando en general este tipo de emisiones sólo se dan durante segundos o fracciones de segundos. Cuando la radiación gamma se debilitó, la
estrella estalló.
Con telescopios desde la Tierra, los astrónomos siguieron el desarrollo de los restos de la explosión en la galaxia a 440 millones de años-luz de distancia.
"Las observaciones muestran no sólo por primera vez el desarrollo de una supernova en estadios tempranos, sino también cómo evolucionó el material expulsado en los das y semanas siguientes", explicó el científico Andrew Levan de la Universidad de Hertfordshire.
"Los resultados sugieren que un ancho rayo de gas es disparado en el entorno cósmico, que es acompañado por una burbuja de gas más lenta y con una temperatura increíble de dos millones de grados, que es producida por la ola de choque de la estrella que está explotando", añadió el colega de Levan Paul O'Brien de la Universidad de Leicester.
(Fuente: agencias)
Compilan enciclopedia galáctica planetaria
Astrónomos han hallado planetas que se parecen más a los que encontramos en nuestro sistema solar exterior, con órbitas circulares y períodos orbitales más prolongados
Vía El Universal
Desde el descubrimiento del primer planeta mas allá del Sol en 1994, los astrónomos han detectado hasta la fecha más de 200 exoplanetas alrededor de otras estrellas.
De acuerdo con la NASA el primer descubrimiento verdadero de un planeta llegó en 1994, cuando el Dr. Alexander Wolszczan, un radioastrónomo de la Universidad Estatal de Pennsylvania, informó de una "prueba inequívoca" de sistemas planetarios extrasolares.
Si bien los científicos aceptaron su afirmación, aquellos que esperaban evidencias de sistemas planetarios similares al nuestro se sintieron algo menos que eufóricos.
Wolszczan había descubierto dos o tres objetos de tamaños planetarios en órbita alrededor de un pulsar, en lugar de una estrella normal, en la constelación de Virgo. Un pulsar es un remanente denso y de rápida rotación de una explosión supernova.
Wolszczan realizó su descubrimiento observando las variaciones regulares en la radioseñal de pulso rápido del pulsar, indicativas de los complejos efectos gravitatorios de los planetas sobre la estrella muerta.
Los orígenes de los inesperados planetas pulsares de Wolszczan son todavía materia de debate, pero hay poca controversia sobre un punto: estos mundos no podrían albergar vida tal como la conocemos.
Estos acompañantes planetarios estarían permanentemente bañados por una radiación altamente energética, que los dejaría estériles e inhóspitos.
Planetas invisibles
Los primeros planetas en ser encontrados alrededor de estrellas cercanas no han sido vistos nunca. En su lugar, los astrónomos los han descubierto indirectamente, infiriendo la existencia de un compañero invisible por sus efectos sobre la propia estrella.
Hasta ahora, los astrónomos solamente han revelado planetas enormes que probablemente no albergan vida. Sin embargo, misiones futuras como la Búsqueda de Planetas Terrestres (Terrestrial Planet Finder, o TPF por sus siglas en inglés) y sus antecedentes buscarán evidencia directa de nuevos planetas tan pequeños como la Tierra.
Las dificultades de observar planetas fuera del Sistema Solar provienen de tres hechos básicos: Los planetas no producen luz propia, salvo en su juventud; están a una distancia enorme de nosotros; y están perdidos en el cegador resplandor de sus estrellas centrales.
Por ejemplo, si hubiera un planeta orbitando Próxima Centauri, la estrella más cercana, estaría 7 mil veces más distante que Plutón. Intentar observar este planeta sería como estar en el Distrito federal y buscar una polilla cerca de un foco en Acapulco.
Planeta desconocido
El primer descubrimiento de un planeta en órbita alrededor de una estrella similar al Sol llegó en 1995.
El equipo suizo de Michel Mayor y Didier Queloz de Ginebra, anunció que había encontrado un mundo orbitando rápidamente en una abrasadora cercanía a la estrella 51 Pegasi.
Su planeta tenía por lo menos la mitad de la masa de Júpiter, y como máximo dos veces la misma.
Estos anuncios marcaron el comienzo de una inundación de descubrimientos. Tres meses después, un equipo liderado por Geoffrey W. Marcy y Paul Butler de la Universidad Estatal de San Francisco y de la Universidad de California en Berkeley confirmó el descubrimiento suizo, y reveló dos planetas más.
Hacia fines del siglo 20 se habían descubierto varias docenas de mundos, muchos de ellos como resultado de meses o años de observación sobre las estrellas cercanas.
Muchos, como el compañero de 51 Pegasi, son estrafalarios, con períodos cortos y órbitas excéntricas cercanas a la estrella.
Pero más recientemente, los astrónomos han hallado planetas que se parecen más a los que encontramos en nuestro sistema solar exterior, con órbitas circulares y períodos orbitales más prolongados.
Enciclopedia exoplanetaria
En la incipiente compilación de la enciclopedia galáctica planetaria, los astrónomos llevan registrados hasta el momento 174 sistemas planetarios con 204 planetas, de los cuales se han detectado 21 sistemas planetarios múltiples y la lista crece día con día.
En los próximos 15 años la NASA emprenderá una serie de misiones para encontrar y caracterizar nuevos mundos.
Serán los instrumentos más sensibles jamás construidos, capaces de alcanzar más allá de los límites de nuestro propio sistema solar.
Una de estas misiones lleva por nombre Terrestrial Planet Finder ( TPF , Descubridor de Planetas Terrestres ) y cuyo objetivo será buscar señales de los efectos a gran escala que la vida tendría en la química de un planeta.
Analizando los colores de radiación infrarroja detectada por TPF, los astrónomos pueden buscar gases atmosféricos como el dióxido de carbono, vapor de agua, y el ozono.
Conjuntamente con la temperatura y el radio de los planetas descubiertos, esta información le permitirá a los astrónomos determinar que planetas son habitables, o incluso si están habitados por formas rudimentarias de la vida.
Los mejores candidatos para un estudio más profundo estarían situados en la zona habitable; es decir, la región alrededor de la estrella del sistema donde podemos esperar encontrar agua líquida en la superficie.
Si el planeta está muy caliente, el agua se convierte en vapor y se pierde de la atmósfera. Si el planeta es demasiado frío, el agua se congela.
Cualquiera de estas condiciones haría de un planeta un lugar poco hospitalario para la vida.
La zona habitable para nuestro Sol comienza más allá de Venus y termina antes de Marte.
Los descubrimientos de Terrestrial Planet Finder servirán de guía para una posible posterior misión llamada Life Finder (Descubridor de Vida). Como su predecesor, el Life Finder constaría de muchos de telescopios volando en formación.
Los telescopios combinarían luz infrarroja para producir espectros de alta resolución de las atmósferas de los planetas distantes.
os científicos usarían esta información para buscar con más detalle marcadores de actividad biológica, como variaciones estacionales en los niveles de metano y otros gases, los cambios en la química atmosférica y las variaciones espectrales en la biomasa dominante.
Durante toda nuestra búsqueda de vida tendremos que tener en cuenta la historia de la Tierra, el único prototipo hasta ahora confirmado de un mundo en el que la vida ha emergido.
Las formas de vida más simples existieron aquí mucho antes de que la abundancia de oxígeno apareciera en la atmósfera, lo que a su vez permitió a los organismos multicelulares florecer.
La investigación de astrobiología de la NASA ayudará a ampliar nuestro conocimiento sobre los "signos de vida" que aparecerían en las diferentes etapas en la historia de un planeta, así como signos que aparecerían en una química planetaria que no fuera exactamente igual a la nuestra.
Estas comprensiones nos darán la mejor oportunidad posible de reconocer la vida siempre cuando la encontremos en alguna otra parte.
dm
Vía El Universal
Desde el descubrimiento del primer planeta mas allá del Sol en 1994, los astrónomos han detectado hasta la fecha más de 200 exoplanetas alrededor de otras estrellas.
De acuerdo con la NASA el primer descubrimiento verdadero de un planeta llegó en 1994, cuando el Dr. Alexander Wolszczan, un radioastrónomo de la Universidad Estatal de Pennsylvania, informó de una "prueba inequívoca" de sistemas planetarios extrasolares.
Si bien los científicos aceptaron su afirmación, aquellos que esperaban evidencias de sistemas planetarios similares al nuestro se sintieron algo menos que eufóricos.
Wolszczan había descubierto dos o tres objetos de tamaños planetarios en órbita alrededor de un pulsar, en lugar de una estrella normal, en la constelación de Virgo. Un pulsar es un remanente denso y de rápida rotación de una explosión supernova.
Wolszczan realizó su descubrimiento observando las variaciones regulares en la radioseñal de pulso rápido del pulsar, indicativas de los complejos efectos gravitatorios de los planetas sobre la estrella muerta.
Los orígenes de los inesperados planetas pulsares de Wolszczan son todavía materia de debate, pero hay poca controversia sobre un punto: estos mundos no podrían albergar vida tal como la conocemos.
Estos acompañantes planetarios estarían permanentemente bañados por una radiación altamente energética, que los dejaría estériles e inhóspitos.
Planetas invisibles
Los primeros planetas en ser encontrados alrededor de estrellas cercanas no han sido vistos nunca. En su lugar, los astrónomos los han descubierto indirectamente, infiriendo la existencia de un compañero invisible por sus efectos sobre la propia estrella.
Hasta ahora, los astrónomos solamente han revelado planetas enormes que probablemente no albergan vida. Sin embargo, misiones futuras como la Búsqueda de Planetas Terrestres (Terrestrial Planet Finder, o TPF por sus siglas en inglés) y sus antecedentes buscarán evidencia directa de nuevos planetas tan pequeños como la Tierra.
Las dificultades de observar planetas fuera del Sistema Solar provienen de tres hechos básicos: Los planetas no producen luz propia, salvo en su juventud; están a una distancia enorme de nosotros; y están perdidos en el cegador resplandor de sus estrellas centrales.
Por ejemplo, si hubiera un planeta orbitando Próxima Centauri, la estrella más cercana, estaría 7 mil veces más distante que Plutón. Intentar observar este planeta sería como estar en el Distrito federal y buscar una polilla cerca de un foco en Acapulco.
Planeta desconocido
El primer descubrimiento de un planeta en órbita alrededor de una estrella similar al Sol llegó en 1995.
El equipo suizo de Michel Mayor y Didier Queloz de Ginebra, anunció que había encontrado un mundo orbitando rápidamente en una abrasadora cercanía a la estrella 51 Pegasi.
Su planeta tenía por lo menos la mitad de la masa de Júpiter, y como máximo dos veces la misma.
Estos anuncios marcaron el comienzo de una inundación de descubrimientos. Tres meses después, un equipo liderado por Geoffrey W. Marcy y Paul Butler de la Universidad Estatal de San Francisco y de la Universidad de California en Berkeley confirmó el descubrimiento suizo, y reveló dos planetas más.
Hacia fines del siglo 20 se habían descubierto varias docenas de mundos, muchos de ellos como resultado de meses o años de observación sobre las estrellas cercanas.
Muchos, como el compañero de 51 Pegasi, son estrafalarios, con períodos cortos y órbitas excéntricas cercanas a la estrella.
Pero más recientemente, los astrónomos han hallado planetas que se parecen más a los que encontramos en nuestro sistema solar exterior, con órbitas circulares y períodos orbitales más prolongados.
Enciclopedia exoplanetaria
En la incipiente compilación de la enciclopedia galáctica planetaria, los astrónomos llevan registrados hasta el momento 174 sistemas planetarios con 204 planetas, de los cuales se han detectado 21 sistemas planetarios múltiples y la lista crece día con día.
En los próximos 15 años la NASA emprenderá una serie de misiones para encontrar y caracterizar nuevos mundos.
Serán los instrumentos más sensibles jamás construidos, capaces de alcanzar más allá de los límites de nuestro propio sistema solar.
Una de estas misiones lleva por nombre Terrestrial Planet Finder ( TPF , Descubridor de Planetas Terrestres ) y cuyo objetivo será buscar señales de los efectos a gran escala que la vida tendría en la química de un planeta.
Analizando los colores de radiación infrarroja detectada por TPF, los astrónomos pueden buscar gases atmosféricos como el dióxido de carbono, vapor de agua, y el ozono.
Conjuntamente con la temperatura y el radio de los planetas descubiertos, esta información le permitirá a los astrónomos determinar que planetas son habitables, o incluso si están habitados por formas rudimentarias de la vida.
Los mejores candidatos para un estudio más profundo estarían situados en la zona habitable; es decir, la región alrededor de la estrella del sistema donde podemos esperar encontrar agua líquida en la superficie.
Si el planeta está muy caliente, el agua se convierte en vapor y se pierde de la atmósfera. Si el planeta es demasiado frío, el agua se congela.
Cualquiera de estas condiciones haría de un planeta un lugar poco hospitalario para la vida.
La zona habitable para nuestro Sol comienza más allá de Venus y termina antes de Marte.
Los descubrimientos de Terrestrial Planet Finder servirán de guía para una posible posterior misión llamada Life Finder (Descubridor de Vida). Como su predecesor, el Life Finder constaría de muchos de telescopios volando en formación.
Los telescopios combinarían luz infrarroja para producir espectros de alta resolución de las atmósferas de los planetas distantes.
os científicos usarían esta información para buscar con más detalle marcadores de actividad biológica, como variaciones estacionales en los niveles de metano y otros gases, los cambios en la química atmosférica y las variaciones espectrales en la biomasa dominante.
Durante toda nuestra búsqueda de vida tendremos que tener en cuenta la historia de la Tierra, el único prototipo hasta ahora confirmado de un mundo en el que la vida ha emergido.
Las formas de vida más simples existieron aquí mucho antes de que la abundancia de oxígeno apareciera en la atmósfera, lo que a su vez permitió a los organismos multicelulares florecer.
La investigación de astrobiología de la NASA ayudará a ampliar nuestro conocimiento sobre los "signos de vida" que aparecerían en las diferentes etapas en la historia de un planeta, así como signos que aparecerían en una química planetaria que no fuera exactamente igual a la nuestra.
Estas comprensiones nos darán la mejor oportunidad posible de reconocer la vida siempre cuando la encontremos en alguna otra parte.
dm
El Hubble..en tus manos

El telescopio espacial puede caber en tus manos.
Sólo hace falta construir un modelo a escala, que parece muy sencillo siguiendo los pasos que se indican en este espacio de Hand Held Hubble dentro del site del Telescopio.
Los materiales necesarios son pocos y simples. El site posee archivos pdfs para bajar e imprimir.
Hidrógeno molecular en quásars
La observación de un quasar localizado a 12.300 millones de años-luz permite detectar hidrógeno molecular en una remota galaxia cuya luz nos llega desde una época en que el Universo había alcanzado un 10% de su edad actual. Similares estudios en otros dos quasars y medidas de laboratorio de alta precisión sugieren que las masas del protón y el electrón podrían haber variado con el tiempo.
Vía Astroguía

Un quasar puede ser utilizado como un faro por los astrónomos ya que su luz experimenta variaciones al atravesar las nubes de gas interestelar de alguna galaxia más cercana y situada en la misma línea de visión. Este gas absorbe parte de la luz emitida por el quasar y así el espectro resultante presenta "valles" oscuros atribuibles a elementos químicos bien conocidos y perfectamente identificables.
Un equipo internacional de astrónomos detectó de este modo hidrógeno molecular en una invisible galaxia que observamos cuando la edad del Universo era sólo de 1.500 millones de años, un 10% de su edad actual. La proporción era de una molécula por 250 átomos de hidrógeno. Una batería similar de observaciones para otros dos quasars, junto con los más precisos experimentos de laboratorio, sugirió a los científicos que la proporción entre las respectivas masas del protón y el electrón podrían haber cambiado con el transcurso del tiempo, hallazgo que de llegar a confirmarse acarrearía importantes consecuencias para nuestra comprensión de la física.
Imagen: hidrógeno molecular en una galaxia distante. Espectro del quasar PSS J 1443+2724 revelando una otro modo invisible galaxia a z = 4.224. Superpuesto al espectro observado, en negro, aparece en rojo el mejor ajuste. [Ampliar imagen]
Aunque el hidrógeno molecular es la molécula más abundante en el Universo, su detección directa no resulta fácil porque se trata de una molécula simétrica sin líneas espectrales intensas en ondas de radio. En determinadas regiones del espacio no puede sobrevivir porque la luz estelar ultravioleta las disocia fácilmente, pero constituyen el ingrediente fundamental de las densas y frías nubes moleculares. En el Universo lejano la única forma de detectar hidrógeno molecular es a través de su marca en el espectro de los quasars o el brillo remanente de las explosiones de rayos gamma. Pero todo esto requiere grandes telescopios y una elevada resolución espacial para alcanzar la precisión necesaria.
Los astrónomos Cédric Ledoux (ESO), Patrick Petitjean (IAP, Paris) y Raghunathan Srianand (IUCAA, Pune, India) llevaron a cabo una búsqueda de hidrógeno molecular a desplazamiento al rojo (z) muy elevado utilizando el UVES (Ultraviolet and Visible Echelle Spectrograph) del VLT en el Observatorio Europeo Austral. Entre los sistemas observados 14 portaban la firma del hidrógeno molecular, y entre estos uno se hallaba a z=4.224 cuya presencia se reveló en la luz del quasar PSS J 1443+2724, distante 12.300 millones de años-luz a partir de determinadas características, entre ellas numerosas líneas de hidrógeno molecular que superaron el récord de detección de esta molécula en los objetos más remotos del Universo. Esto a su vez implicaba que el gas en esta galaxia debía hallarse a temperaturas más bien bajas, entre -90 y -180ºC.
Adicionalmente se encontraron también varias líneas correspondientes a metales que revelaron la cuantía de varios elementos químicos, por ejemplo, de la abundancia de nitrógeno observada se dedujo que este elemento tuvo que producirse en las últimas etapas de la vida de estrellas de 4 a 8 masas solares. La formación estelar tuvo lugar pues al menos entre 200 y 500 millones de años antes de la época en que observamos la galaxia, cuando habían transcurrido 1000 millones de años desde el nacimiento del Universo. Este lapso de tiempo, de 200 a 500 millones de años es necesario para que una estrella con la masa anterior sintetice y expela al medio interestelar nitrógeno en cantidad simular al observado. Si la estrella atravesó por una fase de intenso nacimiento estelar, ahora, al tiempo de observarla, aparenta un estado quiescente.
La observación del medio interestelar de una galaxia a muy alto desplazamiento al rojo desde el VLT, en particular utilizando GRBs como faros que lo iluminen, impulsará notablemente este campo de investigación en el futuro. Utilizando carbono en vez de hidrógeno los mismos autores obtuvieron la temperatura de la radiación de fondo cósmico de microondas en esa época. Esta radiación fósil fue emitida como consecuencia directa del Big-Bang, cuando el Universo alcanzó los 300 000 años de edad y una temperatura de 3000 K. A medida que continuó la expansión se fue enfriando y descendió hasta 3 K (-270ºC) en nuestros días. A los 1.500 millones de años, época en que observamos la galaxia referida con anterioridad, la temperatura del Universo -tal como mostraron estas observaciones- era de 14 K (-259ºC), lo cual se encuentra en perfecto acuerdo con la teoría del Big-Bang.
Los astrónomos midieron también las líneas de hidrógeno molecular en los quasars Q 0405-443 y Q 0347-383 y todo el conjunto de datos ofrecía la posibilidad de comparar la proporción de la masa de un protón con la de un electrón en el hidrógeno molecular de hoy día con la que pudo ser hace 12 000 millones de años. Para ello se utilizan medidas de las líneas espectrales de moléculas de hidrógeno en laboratorio para cotejarlas con las mismas líneas en el espectro de los quasars observados. Estas medidas muestran que la proporción entre la masa del protón y el electrón podrían haber cambiado, pasando a ser un 0.002% más pequeña hace 12 000 millones de años. Se trata de un cambio ínfimo en apariencia pero de consecuencias transcendentales para la física actual. Los científicos insisten, sin embargo, en que estos resultados suponen una indicación, pero no una prueba y deberán ser confirmados con medidas adicionales, tanto astronómicas como de laboratorio.
La relación de masas protón/electrón es una constante fundamental de la naturaleza. Esta constante es adimensional (independiente de cualquier sistema de unidades). Su valor actual es Mp/me = 1836.1526726. Los mismos autores investigaron ya sobre la posible variación durante el transcurso del tiempo cosmológico de la constante de estructura fina o alpha, que combina la carga eléctrica del electrón, la constante de Planck y la velocidad de la luz y determina la intensidad de la interacción entre partículas cargadas y campos electromagnéticos. Ante la sospecha de que podría haber sufrido un leve incremento con el tiempo, se recurrió al espectrógrafo UVES, en la unidad de 8.2 metros Kueyen del VLT (Very Large Telescope), cuyos datos no mostraban evidencias de cambio en esta constante fundamental.
Más información:
http://www.eso.org/outreach/press-rel/pr-2006/pr-16-06.html
Vía Astroguía
Un quasar puede ser utilizado como un faro por los astrónomos ya que su luz experimenta variaciones al atravesar las nubes de gas interestelar de alguna galaxia más cercana y situada en la misma línea de visión. Este gas absorbe parte de la luz emitida por el quasar y así el espectro resultante presenta "valles" oscuros atribuibles a elementos químicos bien conocidos y perfectamente identificables.
Un equipo internacional de astrónomos detectó de este modo hidrógeno molecular en una invisible galaxia que observamos cuando la edad del Universo era sólo de 1.500 millones de años, un 10% de su edad actual. La proporción era de una molécula por 250 átomos de hidrógeno. Una batería similar de observaciones para otros dos quasars, junto con los más precisos experimentos de laboratorio, sugirió a los científicos que la proporción entre las respectivas masas del protón y el electrón podrían haber cambiado con el transcurso del tiempo, hallazgo que de llegar a confirmarse acarrearía importantes consecuencias para nuestra comprensión de la física.
Imagen: hidrógeno molecular en una galaxia distante. Espectro del quasar PSS J 1443+2724 revelando una otro modo invisible galaxia a z = 4.224. Superpuesto al espectro observado, en negro, aparece en rojo el mejor ajuste. [Ampliar imagen]
Aunque el hidrógeno molecular es la molécula más abundante en el Universo, su detección directa no resulta fácil porque se trata de una molécula simétrica sin líneas espectrales intensas en ondas de radio. En determinadas regiones del espacio no puede sobrevivir porque la luz estelar ultravioleta las disocia fácilmente, pero constituyen el ingrediente fundamental de las densas y frías nubes moleculares. En el Universo lejano la única forma de detectar hidrógeno molecular es a través de su marca en el espectro de los quasars o el brillo remanente de las explosiones de rayos gamma. Pero todo esto requiere grandes telescopios y una elevada resolución espacial para alcanzar la precisión necesaria.
Los astrónomos Cédric Ledoux (ESO), Patrick Petitjean (IAP, Paris) y Raghunathan Srianand (IUCAA, Pune, India) llevaron a cabo una búsqueda de hidrógeno molecular a desplazamiento al rojo (z) muy elevado utilizando el UVES (Ultraviolet and Visible Echelle Spectrograph) del VLT en el Observatorio Europeo Austral. Entre los sistemas observados 14 portaban la firma del hidrógeno molecular, y entre estos uno se hallaba a z=4.224 cuya presencia se reveló en la luz del quasar PSS J 1443+2724, distante 12.300 millones de años-luz a partir de determinadas características, entre ellas numerosas líneas de hidrógeno molecular que superaron el récord de detección de esta molécula en los objetos más remotos del Universo. Esto a su vez implicaba que el gas en esta galaxia debía hallarse a temperaturas más bien bajas, entre -90 y -180ºC.
Adicionalmente se encontraron también varias líneas correspondientes a metales que revelaron la cuantía de varios elementos químicos, por ejemplo, de la abundancia de nitrógeno observada se dedujo que este elemento tuvo que producirse en las últimas etapas de la vida de estrellas de 4 a 8 masas solares. La formación estelar tuvo lugar pues al menos entre 200 y 500 millones de años antes de la época en que observamos la galaxia, cuando habían transcurrido 1000 millones de años desde el nacimiento del Universo. Este lapso de tiempo, de 200 a 500 millones de años es necesario para que una estrella con la masa anterior sintetice y expela al medio interestelar nitrógeno en cantidad simular al observado. Si la estrella atravesó por una fase de intenso nacimiento estelar, ahora, al tiempo de observarla, aparenta un estado quiescente.
La observación del medio interestelar de una galaxia a muy alto desplazamiento al rojo desde el VLT, en particular utilizando GRBs como faros que lo iluminen, impulsará notablemente este campo de investigación en el futuro. Utilizando carbono en vez de hidrógeno los mismos autores obtuvieron la temperatura de la radiación de fondo cósmico de microondas en esa época. Esta radiación fósil fue emitida como consecuencia directa del Big-Bang, cuando el Universo alcanzó los 300 000 años de edad y una temperatura de 3000 K. A medida que continuó la expansión se fue enfriando y descendió hasta 3 K (-270ºC) en nuestros días. A los 1.500 millones de años, época en que observamos la galaxia referida con anterioridad, la temperatura del Universo -tal como mostraron estas observaciones- era de 14 K (-259ºC), lo cual se encuentra en perfecto acuerdo con la teoría del Big-Bang.
Los astrónomos midieron también las líneas de hidrógeno molecular en los quasars Q 0405-443 y Q 0347-383 y todo el conjunto de datos ofrecía la posibilidad de comparar la proporción de la masa de un protón con la de un electrón en el hidrógeno molecular de hoy día con la que pudo ser hace 12 000 millones de años. Para ello se utilizan medidas de las líneas espectrales de moléculas de hidrógeno en laboratorio para cotejarlas con las mismas líneas en el espectro de los quasars observados. Estas medidas muestran que la proporción entre la masa del protón y el electrón podrían haber cambiado, pasando a ser un 0.002% más pequeña hace 12 000 millones de años. Se trata de un cambio ínfimo en apariencia pero de consecuencias transcendentales para la física actual. Los científicos insisten, sin embargo, en que estos resultados suponen una indicación, pero no una prueba y deberán ser confirmados con medidas adicionales, tanto astronómicas como de laboratorio.
La relación de masas protón/electrón es una constante fundamental de la naturaleza. Esta constante es adimensional (independiente de cualquier sistema de unidades). Su valor actual es Mp/me = 1836.1526726. Los mismos autores investigaron ya sobre la posible variación durante el transcurso del tiempo cosmológico de la constante de estructura fina o alpha, que combina la carga eléctrica del electrón, la constante de Planck y la velocidad de la luz y determina la intensidad de la interacción entre partículas cargadas y campos electromagnéticos. Ante la sospecha de que podría haber sufrido un leve incremento con el tiempo, se recurrió al espectrógrafo UVES, en la unidad de 8.2 metros Kueyen del VLT (Very Large Telescope), cuyos datos no mostraban evidencias de cambio en esta constante fundamental.
Más información:
http://www.eso.org/outreach/press-rel/pr-2006/pr-16-06.html
29/8/06 - DJ:
Domando la Gravedad
Asombroso artículo aparecido en POPULAR MECHANICS en el que se nos relata la lucha de una física y su equipo por hacer posible lo imposible, domar la gravedad.
Vía http://casosycosasinsolitas.blogspot.com/
Domando la Gravedad
23 Febrero 2005
Por Jim Wilson
Foto por Philip Gentry
Desde que conquistamos la electricidad en el siglo XIX, la idea de manipular la gravedad mediante la alteración de un campo electromagnético ha sido objeto de múltiples experimentos fascinantes, y de explosiones ocasionales de una exuberancia irracional. Los físicos insisten en que debido a que la gravedad es una fuerza básica de la naturaleza, construir una máquina de antigravedad es teóricamente imposible. Pero recientemente, y no sin ciertas reticencias, han comenzado a contemplar otra posibilidad. Varios físicos altamente respetados opinan que sería posible construir una máquina de campos de fuerza que funcionase sobre toda la materia de un modo similar a la gravedad. Estrictamente hablando, no sería una máquina de antigravedad, pero al ejercer una fuerza atractiva o repulsiva sobre toda la materia, podría ser el equivalente funcional a la máquina imposible.
A pesar de que al menos quedan cinco años hasta que se consiga un dispositivo operativo, los desarrolladores de lo que podría llamarse indirectamente “máquina generadora de campos de fuerza” comentan que ya han eliminado los obstáculos teóricos más importantes. Para demostrar esta afirmación, han invitado a POPULAR MECHANICS a visitarles a su laboratorio en Huntsville (Alabama) y así poder mostrarnos los componentes más importantes del prototipo que demuestra la viabilidad del concepto. Se trata de un disco superconductor a altas temperaturas (por sus siglas en inglés HTSD) de 12 pulgadas de diámetro (30,5 cms). Cuando la máquina generadora de campos de fuerza se termine, una bola del juego de bolos situada por encima de cualquier porción de este disco (que recuerda al disco de un embrague) se quedará exactamente donde la dejemos.
Todos sabemos que la gravedad es el pegamento que nos mantiene unidos al suelo, y que hace que los planetas giren en sus órbitas. Funciona sobre cada molécula y átomo de nuestro cuerpo. Los físicos definen a la gravedad como a la fuerza atractiva entre dos masas. También dicen que es la más débil, y la más dominante de las cuatro fuerzas básicas de la naturaleza. Las otras son la fuerza fuerte y la fuerza débil (que operan en el interior de los núcleos atómicos) y la cuarta es la fuerza electromagnética que explica el funcionamiento de todo, desde los imanes de las neveras a las bombillas luminosas, pasando por las telecomunicaciones y la química.
Los dispositivos que usan electromagnetismo para desafiar la gravedad han tenido una historia plagada de altibajos. En 1911 Edward S. Farrow, ingeniero neoyorquino, escenificó varias demostraciones en público de un dispositivo reductor de peso que el llamó dinamo de condensación. Con toda probabilidad se trataba simplemente de un electroimán, una versión reducida de los potentes imanes empleados para elevar coches en las prensas de aplastado de chatarra. A comienzos del 2002, BAE Systems, una gran empresa aeroespacial británica, anunció que había iniciado la búsqueda de la gravedad con una iniciativa llamada Proyecto Greenglow. El grueso de la comunidad científica, arrojó inmediatamente sus críticas sobre el contratista de tal iniciativa, afirmando que eso era perder dinero en una mala idea.
La conexión Einstein
Las perspectivas para el HTSD de Alabama están llamando la atención seriamente, debido a que este disco en particular ha sido fabricado por Ning Li, una de las científicas más respetadas del mundo. En la década de 1980, Li predijo que si un campo magnético variable en función del tiempo, se aplicase sobre iones superconductores atrapados en una estructura en forma de enrejado, los iones comenzarían a girar rápidamente, provocando que cada uno crease un minúsculo campo gravitatorio.
Para entender el nivel crítico de importancia que un HTSD tiene en la construcción de un dispositivo generador de campos de fuerza, es útil saber algo acerca de un inusual estado de la materia llamado condensado Bose-Einstein. En nuestra vida diaria nos encontramos tres estados de la materia: sólido, líquido y gaseoso. En el laboratorio es posible crear otro estado de la materia en el cual todos los átomos se alinean de cierta manera que les permite comportarse como un solo átomo. Este nuevo estado de la materia recibe este nombre en honor a Albert Einstein y al físico indio Nath Bose, que había predicho su existencia hace varias décadas.
En un HTSD, el diminuto efecto gravitatorio de cada átomo individual se multiplica por los miles de millones de átomos que conforman el disco. Usando aproximadamente un kilovatio de electricidad, comenta Li, su dispositivo podría producir un potencial campo de fuerza que neutralizaría efectivamente la gravedad sobre una región de 1 pie de diámetro (30,5 cms) y que se extendería desde la superficie del planeta hasta el espacio exterior.
Gravedad AC (corriente alterna)
“Lo primero que hay que entender acerca del dispositivo de Li es que ni es una máquina antigravedad ni un escudo gravitatorio”, comenta Jonathan Campbell, científico del Centro de Vuelo Espacial Marshall de la NASA, y colaborador de Li. “No modifica la gravedad sino que produce un campo similar a la gravedad que puede ser atractivo o repulsivo”. Li describe su dispositivo como un método para generar un campo de fuerza, jamás visto con anterioridad, que actúa sobre la materia en un modo similar al de la gravedad. Ya que puede ser repulsiva o atractiva, ella la llama “gravedad AC”. “Se suma, o contrarresta, o redirige la gravedad”, explica Larry Smalley, anterior jefe del departamento de físicas de la Universidad de Alabama en Huntsville (UAH). “Básicamente, estás añadiendo un par de vectores a la gravedad para anularla, o para realzarla”.
Aunque Einstein no la llamó gravedad AC, su teoría de la relatividad predijo este efecto. Todos los objetos producen energía gravito-magnética, la cantidad de fuerza es proporcional a su masa y aceleración. Li comenta que la principal razón por la que esta energía jamás ha sido detectada es porque la Tierra gira muy despacio y la fuerza de los campos decrece rápidamente a medida que te alejas del centro del planeta. Las primeras mediciones se espera que llegarán a la NASA de la mano del experimento de la sonda Gravity Probe B, que fue lanzada en abril del 2004.
Comenzando con la ley más básica de la física (fuerza = masa x aceleración) Li razonó que sería posible efectuar el mismo experimento aquí en la Tierra , usando iones encerrados en una estructura en forma de enrejado en el interior de un superconductor. Cuando un ión rota alrededor de un campo magnético, su masa se va de paseo. Esto, de acuerdo a lo predicho por Einstein, debería producir un campo gravito-magnético.
Al contrario que el planeta, los iones tienen una masa minúscula. Pero así mismo, al contrario que la Tierra, sus pequeños núcleos giran a más de mil billones de veces por segundo, en comparación con el ciclo de rotación de un día de la Tierra. Li calculó que este movimiento compensaría la pequeña masa de los iones.
Li explica que a medida que los iones giran también crean un campo gravito-eléctrico perpendicular a sus ejes de rotación. En la naturaleza, este campo no es observable porque los iones están ordenados aleatoriamente, y por ello sus pequeños campos gravito-eléctricos se anulan entre si. En un condensado Bose-Einstein, donde todos los iones se comportan como uno solo, ocurre algo muy diferente.
Li dice que si los iones en un HTSD son alineados mediante un campo magnético, los campos gravito-eléctricos deberían ser mesurables. Construye un disco grande y el campo de fuerza sobre él debería ser controlable. “Es una fuerza similar a la gravedad, puedes enfocarla en cualquier dirección”, comenta Campell. “Podría usarse en el espacio para proteger la estación espacial internacional contra los impactos de pequeños meteoritos y basura espacial”.
Del concepto a la máquina
A pesar de que la teoría de Li ha pasado a través del proceso de control de calidad que los científicos llaman revisión por pares, y que un HTSD ha sido construido, existen problemas técnicos de vital importancia cuya solución aún se desconoce. Este verano, Li abandona la UAH. Ella y varios de sus colegas luchan por su cuenta para comercializar dispositivos basados en su teoría y en su técnica de fabricación de HTSDs patentada.
El siguiente paso para Li es conseguir los millones de dólares que necesita para construir el motor de inducción que haga girar todos los iones del HTSD. “Tardaremos al menos dos años en hacer una simulación de la máquina por computadora”, comenta Smalley, que planea unirse a Li en su empresa (aún sin nombre) cuando esta se retire de la UAH. “Queremos evitar la situación que ocurrió con la fusión, donde se construyeron reactores extremadamente caros, para comprobar tras su activación que no funcionaban según lo planeado debido a inestabilidades del plasma no previstas”. Li explica que ha declinado varias ofertas de financiación. No tanto por el dinero como por el control. “Los inversores desean controlar la tecnología”, añade Li. “Esto es demasiado importante. Debería pertenecer a todo el pueblo de los EE.UU.”.
posted by Chris Christmas Rodriguez
Vía http://casosycosasinsolitas.blogspot.com/
Domando la Gravedad
23 Febrero 2005
Por Jim Wilson
Foto por Philip Gentry
Desde que conquistamos la electricidad en el siglo XIX, la idea de manipular la gravedad mediante la alteración de un campo electromagnético ha sido objeto de múltiples experimentos fascinantes, y de explosiones ocasionales de una exuberancia irracional. Los físicos insisten en que debido a que la gravedad es una fuerza básica de la naturaleza, construir una máquina de antigravedad es teóricamente imposible. Pero recientemente, y no sin ciertas reticencias, han comenzado a contemplar otra posibilidad. Varios físicos altamente respetados opinan que sería posible construir una máquina de campos de fuerza que funcionase sobre toda la materia de un modo similar a la gravedad. Estrictamente hablando, no sería una máquina de antigravedad, pero al ejercer una fuerza atractiva o repulsiva sobre toda la materia, podría ser el equivalente funcional a la máquina imposible.
A pesar de que al menos quedan cinco años hasta que se consiga un dispositivo operativo, los desarrolladores de lo que podría llamarse indirectamente “máquina generadora de campos de fuerza” comentan que ya han eliminado los obstáculos teóricos más importantes. Para demostrar esta afirmación, han invitado a POPULAR MECHANICS a visitarles a su laboratorio en Huntsville (Alabama) y así poder mostrarnos los componentes más importantes del prototipo que demuestra la viabilidad del concepto. Se trata de un disco superconductor a altas temperaturas (por sus siglas en inglés HTSD) de 12 pulgadas de diámetro (30,5 cms). Cuando la máquina generadora de campos de fuerza se termine, una bola del juego de bolos situada por encima de cualquier porción de este disco (que recuerda al disco de un embrague) se quedará exactamente donde la dejemos.
Todos sabemos que la gravedad es el pegamento que nos mantiene unidos al suelo, y que hace que los planetas giren en sus órbitas. Funciona sobre cada molécula y átomo de nuestro cuerpo. Los físicos definen a la gravedad como a la fuerza atractiva entre dos masas. También dicen que es la más débil, y la más dominante de las cuatro fuerzas básicas de la naturaleza. Las otras son la fuerza fuerte y la fuerza débil (que operan en el interior de los núcleos atómicos) y la cuarta es la fuerza electromagnética que explica el funcionamiento de todo, desde los imanes de las neveras a las bombillas luminosas, pasando por las telecomunicaciones y la química.
Los dispositivos que usan electromagnetismo para desafiar la gravedad han tenido una historia plagada de altibajos. En 1911 Edward S. Farrow, ingeniero neoyorquino, escenificó varias demostraciones en público de un dispositivo reductor de peso que el llamó dinamo de condensación. Con toda probabilidad se trataba simplemente de un electroimán, una versión reducida de los potentes imanes empleados para elevar coches en las prensas de aplastado de chatarra. A comienzos del 2002, BAE Systems, una gran empresa aeroespacial británica, anunció que había iniciado la búsqueda de la gravedad con una iniciativa llamada Proyecto Greenglow. El grueso de la comunidad científica, arrojó inmediatamente sus críticas sobre el contratista de tal iniciativa, afirmando que eso era perder dinero en una mala idea.
La conexión Einstein
Las perspectivas para el HTSD de Alabama están llamando la atención seriamente, debido a que este disco en particular ha sido fabricado por Ning Li, una de las científicas más respetadas del mundo. En la década de 1980, Li predijo que si un campo magnético variable en función del tiempo, se aplicase sobre iones superconductores atrapados en una estructura en forma de enrejado, los iones comenzarían a girar rápidamente, provocando que cada uno crease un minúsculo campo gravitatorio.
Para entender el nivel crítico de importancia que un HTSD tiene en la construcción de un dispositivo generador de campos de fuerza, es útil saber algo acerca de un inusual estado de la materia llamado condensado Bose-Einstein. En nuestra vida diaria nos encontramos tres estados de la materia: sólido, líquido y gaseoso. En el laboratorio es posible crear otro estado de la materia en el cual todos los átomos se alinean de cierta manera que les permite comportarse como un solo átomo. Este nuevo estado de la materia recibe este nombre en honor a Albert Einstein y al físico indio Nath Bose, que había predicho su existencia hace varias décadas.
En un HTSD, el diminuto efecto gravitatorio de cada átomo individual se multiplica por los miles de millones de átomos que conforman el disco. Usando aproximadamente un kilovatio de electricidad, comenta Li, su dispositivo podría producir un potencial campo de fuerza que neutralizaría efectivamente la gravedad sobre una región de 1 pie de diámetro (30,5 cms) y que se extendería desde la superficie del planeta hasta el espacio exterior.
Gravedad AC (corriente alterna)
“Lo primero que hay que entender acerca del dispositivo de Li es que ni es una máquina antigravedad ni un escudo gravitatorio”, comenta Jonathan Campbell, científico del Centro de Vuelo Espacial Marshall de la NASA, y colaborador de Li. “No modifica la gravedad sino que produce un campo similar a la gravedad que puede ser atractivo o repulsivo”. Li describe su dispositivo como un método para generar un campo de fuerza, jamás visto con anterioridad, que actúa sobre la materia en un modo similar al de la gravedad. Ya que puede ser repulsiva o atractiva, ella la llama “gravedad AC”. “Se suma, o contrarresta, o redirige la gravedad”, explica Larry Smalley, anterior jefe del departamento de físicas de la Universidad de Alabama en Huntsville (UAH). “Básicamente, estás añadiendo un par de vectores a la gravedad para anularla, o para realzarla”.
Aunque Einstein no la llamó gravedad AC, su teoría de la relatividad predijo este efecto. Todos los objetos producen energía gravito-magnética, la cantidad de fuerza es proporcional a su masa y aceleración. Li comenta que la principal razón por la que esta energía jamás ha sido detectada es porque la Tierra gira muy despacio y la fuerza de los campos decrece rápidamente a medida que te alejas del centro del planeta. Las primeras mediciones se espera que llegarán a la NASA de la mano del experimento de la sonda Gravity Probe B, que fue lanzada en abril del 2004.
Comenzando con la ley más básica de la física (fuerza = masa x aceleración) Li razonó que sería posible efectuar el mismo experimento aquí en la Tierra , usando iones encerrados en una estructura en forma de enrejado en el interior de un superconductor. Cuando un ión rota alrededor de un campo magnético, su masa se va de paseo. Esto, de acuerdo a lo predicho por Einstein, debería producir un campo gravito-magnético.
Al contrario que el planeta, los iones tienen una masa minúscula. Pero así mismo, al contrario que la Tierra, sus pequeños núcleos giran a más de mil billones de veces por segundo, en comparación con el ciclo de rotación de un día de la Tierra. Li calculó que este movimiento compensaría la pequeña masa de los iones.
Li explica que a medida que los iones giran también crean un campo gravito-eléctrico perpendicular a sus ejes de rotación. En la naturaleza, este campo no es observable porque los iones están ordenados aleatoriamente, y por ello sus pequeños campos gravito-eléctricos se anulan entre si. En un condensado Bose-Einstein, donde todos los iones se comportan como uno solo, ocurre algo muy diferente.
Li dice que si los iones en un HTSD son alineados mediante un campo magnético, los campos gravito-eléctricos deberían ser mesurables. Construye un disco grande y el campo de fuerza sobre él debería ser controlable. “Es una fuerza similar a la gravedad, puedes enfocarla en cualquier dirección”, comenta Campell. “Podría usarse en el espacio para proteger la estación espacial internacional contra los impactos de pequeños meteoritos y basura espacial”.
Del concepto a la máquina
A pesar de que la teoría de Li ha pasado a través del proceso de control de calidad que los científicos llaman revisión por pares, y que un HTSD ha sido construido, existen problemas técnicos de vital importancia cuya solución aún se desconoce. Este verano, Li abandona la UAH. Ella y varios de sus colegas luchan por su cuenta para comercializar dispositivos basados en su teoría y en su técnica de fabricación de HTSDs patentada.
El siguiente paso para Li es conseguir los millones de dólares que necesita para construir el motor de inducción que haga girar todos los iones del HTSD. “Tardaremos al menos dos años en hacer una simulación de la máquina por computadora”, comenta Smalley, que planea unirse a Li en su empresa (aún sin nombre) cuando esta se retire de la UAH. “Queremos evitar la situación que ocurrió con la fusión, donde se construyeron reactores extremadamente caros, para comprobar tras su activación que no funcionaban según lo planeado debido a inestabilidades del plasma no previstas”. Li explica que ha declinado varias ofertas de financiación. No tanto por el dinero como por el control. “Los inversores desean controlar la tecnología”, añade Li. “Esto es demasiado importante. Debería pertenecer a todo el pueblo de los EE.UU.”.
posted by Chris Christmas Rodriguez
Extraña estrella pulsante desconcierta a los astrónomos
Estraños pulsos deslumbrantes de una estrella supermagnética denominada magnetoestrella mantienen a los astrónomos pegados a los telescopios por todo el mundo.
Vía Astroseti
En marzo los astrónomos detectaron una magnetoestrella o magnetar, a aproximadamente 10 000 años luz de la Tierra en la dirección de la constelación de Sagitario, que emite pulsos de radio a intervalos de tiempo regulares. La teoría predecía que, debido a sus intensos campos magnéticos (de 100 a 1000 veces más fuertes que el de un radiopúlsar típico), sería improbable que las magnetoestrellas irradiasen ondas de radio.
Las magnetoestrellas son versiones especialmente energéticas de las estrellas de neutrones, que son los remanentes de extrellas ordinarias consumidas.
El reciendte avistamiento, basado en el radiotelescopio Parkes de Australia, está haciendo que se replanteen las teorías fundamentales sobre estas estrellas extremas.
"Antes de nuestra detección había teorías que explicaban por qué no era posible obtener emisiones de radio de magnetoestrellas; obviamente, estas teorías son ahora incorrectas", dijo Fernando Camilo del Laboratorio Columbia de Astrofísica en la Universidad de Columbia, Nueva York.
Los hallazgos se detallan en el número del 24 de agosto de la revista científica Nature.
Identificada como XTE J1810-197, la magnetoestrella fue detectada por primera vez por el Explorador Temporizador de rayos-X Rossi (Rossi X-Ray Timing Explorer) de la NASA en 2003, cuando el objeto 'cobró vida' abruptamente con un intenso estallido de rayos-X. Después, en 2004, algunos astrónomos descubrieron que el objeto emitía ondas de radio usando el radiotelescopio ... (Very Large Array) de la Fundación Científica Nacional.
Para explicar la anomalía, los científicos supusieron que las ondas de radio provenían de una nube de partículas desprendidas de la estrella de neutrones en el momento del estallido de rayos-X. Pronto se comprobó que esta teoría era incorrecta, al descubrir Camilo y sus colegas que XTE J1810-197 emitía fuertes pulsaciones de radio cada 5,5 segundos, que corresponde al ritmo de rotación estimado de esta magnetoestrella.
El equipo de investigadores sospecha que el intensísimo campo magnético de la magnetoestrella se está retorciendo, provocando que las corrientes eléctricas que fluyen a lo largo de sus líneas de campo cambién de posición. Creen que estas corrientes están generando los pulsos de radio.
Balizas luminosas
Como sus primos galácticos, los radiopúlsares, las magnetoestrellas son un tipo de estrella de neutrones giratoria que se cree que resulta de la muerte explosiva, o supernova, de una estrella masiva. Estas estrellas de neutrones giratorias emiten una corriente constante de partículas electromagnéticas por sus polos magnéticos. Al girar la estrella rápidamente alrededor de su eje, las partículas, que viajan a velocidades próximas a la de la luz, hacen un barrido del espacio, como un faro. Cuando brillan en dirección a la Tierra, los astrónomos recogen estos chorros en forma de pulsos usando telescopios de rayos-X y radiotelescopios.
El potente campo magnético de las magnetoestrellas implica que a medida que el campo decae la estrella emite radiación de alta energía en forma de rayos-X. "El campo magnético de una magnetoestrella haría que un portaaviones girase y apuntase al norte más rápido que la aguja de una brújula en el Tierra", dijo David Helfand de la Universidad de Columbia.
Más hallazgos asombrosos
Observando más, los investigadores están hallando aún más características extrañas de este faro celeste.
"Quizá aún más sorprendentes eran las características de esta emisión, que difieren en muchos aspectos significativos de las emisiones de púlsares 'normales'", dijo Camilo. Por ejemplo, el brillo de los pulsos de radio varía de un día a otro, un fenómeno que no se da en los aproximadamente 1 700 púlsares conocidos.
Otra sorpresa: La ayoría de los púlsares se vuelven más débiles a frecuencias más altas.
"Para mí, una de las características más espectaculares de la emisión es que su espectro es aparentemente plano", dijo Camilo. Eso significa que su brillo es el mismo en todas las frecuencias observadas, en todo el rango desde los 350 megaherzios hasta los 140 gigaherzios. "Un púlsar típico sería unas 15 000 veces más débil a frecuencias altas que a bajas, así que no se detectaría. Sería demasiado débil", dijo Camilo.
De hecho, 140 GHz es la frecuencia más alta que se haya detectado en una estrella de neutrones, lo que hace a XTE J1810-197 la estrella de neutrones conocida más brillante.
Acto final
Camilo no espera sin embargo que el espectáculo luminoso dure para siempre. Como los rayos-X, que se han desvanecido desde el estallido de 2003, los pulsos de radio se irán debilitando hasta desaparecer con toda probabilidad al ralentizarse la rotación de la estrella.
"Podría ser el mes que viene, que es por lo que hemos estado recogiendo datos como locos con todos los telescopios de los que hemos podido echar mano, por si acaso desaparece rápidamente, y también porque es tan interesante. O podría se dentro de 100 años", dijo Camilo.
¿Esperan los astrónomos encontrar más magnetoestrellas extrañas como esta? "Veremos", dijo uno de los co-autores, John Reynolds, oficial al cargo en el observatorio CSIRO Parkes. "Este decubrimiento indudablemente aumentará el interés entre los astrónomos de todo el mundo que estudian los púlsares por observar magnetoestrellas. Sería un poco sorprendente si no se detectaran más en los próximos meses".
Enlace: http://www.space.com/scienceastronomy/060828_mystery_monday.html
Vía Astroseti
En marzo los astrónomos detectaron una magnetoestrella o magnetar, a aproximadamente 10 000 años luz de la Tierra en la dirección de la constelación de Sagitario, que emite pulsos de radio a intervalos de tiempo regulares. La teoría predecía que, debido a sus intensos campos magnéticos (de 100 a 1000 veces más fuertes que el de un radiopúlsar típico), sería improbable que las magnetoestrellas irradiasen ondas de radio.
Las magnetoestrellas son versiones especialmente energéticas de las estrellas de neutrones, que son los remanentes de extrellas ordinarias consumidas.
El reciendte avistamiento, basado en el radiotelescopio Parkes de Australia, está haciendo que se replanteen las teorías fundamentales sobre estas estrellas extremas.
"Antes de nuestra detección había teorías que explicaban por qué no era posible obtener emisiones de radio de magnetoestrellas; obviamente, estas teorías son ahora incorrectas", dijo Fernando Camilo del Laboratorio Columbia de Astrofísica en la Universidad de Columbia, Nueva York.
Los hallazgos se detallan en el número del 24 de agosto de la revista científica Nature.
Identificada como XTE J1810-197, la magnetoestrella fue detectada por primera vez por el Explorador Temporizador de rayos-X Rossi (Rossi X-Ray Timing Explorer) de la NASA en 2003, cuando el objeto 'cobró vida' abruptamente con un intenso estallido de rayos-X. Después, en 2004, algunos astrónomos descubrieron que el objeto emitía ondas de radio usando el radiotelescopio ... (Very Large Array) de la Fundación Científica Nacional.
Para explicar la anomalía, los científicos supusieron que las ondas de radio provenían de una nube de partículas desprendidas de la estrella de neutrones en el momento del estallido de rayos-X. Pronto se comprobó que esta teoría era incorrecta, al descubrir Camilo y sus colegas que XTE J1810-197 emitía fuertes pulsaciones de radio cada 5,5 segundos, que corresponde al ritmo de rotación estimado de esta magnetoestrella.
El equipo de investigadores sospecha que el intensísimo campo magnético de la magnetoestrella se está retorciendo, provocando que las corrientes eléctricas que fluyen a lo largo de sus líneas de campo cambién de posición. Creen que estas corrientes están generando los pulsos de radio.
Balizas luminosas
Como sus primos galácticos, los radiopúlsares, las magnetoestrellas son un tipo de estrella de neutrones giratoria que se cree que resulta de la muerte explosiva, o supernova, de una estrella masiva. Estas estrellas de neutrones giratorias emiten una corriente constante de partículas electromagnéticas por sus polos magnéticos. Al girar la estrella rápidamente alrededor de su eje, las partículas, que viajan a velocidades próximas a la de la luz, hacen un barrido del espacio, como un faro. Cuando brillan en dirección a la Tierra, los astrónomos recogen estos chorros en forma de pulsos usando telescopios de rayos-X y radiotelescopios.
El potente campo magnético de las magnetoestrellas implica que a medida que el campo decae la estrella emite radiación de alta energía en forma de rayos-X. "El campo magnético de una magnetoestrella haría que un portaaviones girase y apuntase al norte más rápido que la aguja de una brújula en el Tierra", dijo David Helfand de la Universidad de Columbia.
Más hallazgos asombrosos
Observando más, los investigadores están hallando aún más características extrañas de este faro celeste.
"Quizá aún más sorprendentes eran las características de esta emisión, que difieren en muchos aspectos significativos de las emisiones de púlsares 'normales'", dijo Camilo. Por ejemplo, el brillo de los pulsos de radio varía de un día a otro, un fenómeno que no se da en los aproximadamente 1 700 púlsares conocidos.
Otra sorpresa: La ayoría de los púlsares se vuelven más débiles a frecuencias más altas.
"Para mí, una de las características más espectaculares de la emisión es que su espectro es aparentemente plano", dijo Camilo. Eso significa que su brillo es el mismo en todas las frecuencias observadas, en todo el rango desde los 350 megaherzios hasta los 140 gigaherzios. "Un púlsar típico sería unas 15 000 veces más débil a frecuencias altas que a bajas, así que no se detectaría. Sería demasiado débil", dijo Camilo.
De hecho, 140 GHz es la frecuencia más alta que se haya detectado en una estrella de neutrones, lo que hace a XTE J1810-197 la estrella de neutrones conocida más brillante.
Acto final
Camilo no espera sin embargo que el espectáculo luminoso dure para siempre. Como los rayos-X, que se han desvanecido desde el estallido de 2003, los pulsos de radio se irán debilitando hasta desaparecer con toda probabilidad al ralentizarse la rotación de la estrella.
"Podría ser el mes que viene, que es por lo que hemos estado recogiendo datos como locos con todos los telescopios de los que hemos podido echar mano, por si acaso desaparece rápidamente, y también porque es tan interesante. O podría se dentro de 100 años", dijo Camilo.
¿Esperan los astrónomos encontrar más magnetoestrellas extrañas como esta? "Veremos", dijo uno de los co-autores, John Reynolds, oficial al cargo en el observatorio CSIRO Parkes. "Este decubrimiento indudablemente aumentará el interés entre los astrónomos de todo el mundo que estudian los púlsares por observar magnetoestrellas. Sería un poco sorprendente si no se detectaran más en los próximos meses".
Enlace: http://www.space.com/scienceastronomy/060828_mystery_monday.html
28/8/06 - DJ:
Supercomputadoras para estudiar átomos relacionados con agujeros negros
Astrónomos liderados por Anil Pradhan, de la Universidad del Estado de Ohio, en los Estados Unidos, reportan haber estudiado átomos "súper-calientes" en el espacio que podrían dar luz a un misterio de la Astronomía. Pradhan y sus colaboradores usaron supercomputadoras instaladas en Ohio para realizar los cálculos de energía más precisos hecho de estos átomos y sus propiedades, lo que dará luz para un mejor entendimiento de lo que se observa lejos, en el espacio, cuando se usan los telescopios en rayos X.
Vía CieloSur
Los resultados se reportaran en el número de septiembre de 2006 de la revista Journal of Physics B. Los astrónomos estudiaron "mares" de átomos "súper-calientes" en el plasma que circula en los centros de galaxias muy brillantes, denominados "Núcleo de Galaxia Activo" o AGN.
Este plasma estudiado es una "huella" de un agujero negro, el cual es invisible a la vista humana. Pero cualquier material que cae en espiral a él, es muy caliente y brilla en la banda de luz de rayos X.
Anteriormente, nadie había podido probar, en forma definitiva, que las galaxias activas contienen agujeros negros, pues para esto los astrónomos necesitan medir los niveles de energía de los átomos excitados en el plasma en forma precisa y usar, para esto, los conocimientos de la física atómica.
El científico Anil Pradhan ha estudiado este fenómeno a lo largo de 30 años y gracias a los datos obtenidos por los telescopios en rayos X Chandra, de la NASA, y del XMM Newton de la Agencia Espacial Europea ESA, se han obtenido observaciones de alta calidad que son necesarias para tener buenos datos atómicos, por lo que el autor del estudio y su colaboradora, Sultana Nahar, hicieron los cálculos atómicos más precisos al día de hoy.
Gracias a estos años de estudio y al uso de supercomputadoras, se calcularon los niveles de energía de átomos a altas temperaturas, desde el carbono hasta el hierro. Los estudios previos al respecto mostraron con este estudio un error en el rango de 30 por ciento. El átomo más buscado por lo cazadores de agujeros negros es el de hierro.
La inmensa gravedad del agujero negro puede, de acuerdo a la teoría general de la relatividad de Einstein, distorsionar la señal de "rayos X" vista desde la Tierra, particularmente los átomos de hierro. Esta señal del espectro de la luz, que se ve como una serie de líneas, en especial, una línea denominada Hierro K-Alpha aparece en los rayos X que emanan del centro de las galaxias activas y es una indicación de la existencia de un agujero negro.
Pradhan refiere que "la observación más directa de un agujero negro es la línea K-Alpha del Hierro". Esto será muy útil para los astrónomos que podrán usar estos datos sobre el estudio de la línea K-Alpha del hierro para resolver el misterio".
Más información en:
http://researchnews.osu.edu/
Vía CieloSur
Los resultados se reportaran en el número de septiembre de 2006 de la revista Journal of Physics B. Los astrónomos estudiaron "mares" de átomos "súper-calientes" en el plasma que circula en los centros de galaxias muy brillantes, denominados "Núcleo de Galaxia Activo" o AGN.
Este plasma estudiado es una "huella" de un agujero negro, el cual es invisible a la vista humana. Pero cualquier material que cae en espiral a él, es muy caliente y brilla en la banda de luz de rayos X.
Anteriormente, nadie había podido probar, en forma definitiva, que las galaxias activas contienen agujeros negros, pues para esto los astrónomos necesitan medir los niveles de energía de los átomos excitados en el plasma en forma precisa y usar, para esto, los conocimientos de la física atómica.
El científico Anil Pradhan ha estudiado este fenómeno a lo largo de 30 años y gracias a los datos obtenidos por los telescopios en rayos X Chandra, de la NASA, y del XMM Newton de la Agencia Espacial Europea ESA, se han obtenido observaciones de alta calidad que son necesarias para tener buenos datos atómicos, por lo que el autor del estudio y su colaboradora, Sultana Nahar, hicieron los cálculos atómicos más precisos al día de hoy.
Gracias a estos años de estudio y al uso de supercomputadoras, se calcularon los niveles de energía de átomos a altas temperaturas, desde el carbono hasta el hierro. Los estudios previos al respecto mostraron con este estudio un error en el rango de 30 por ciento. El átomo más buscado por lo cazadores de agujeros negros es el de hierro.
La inmensa gravedad del agujero negro puede, de acuerdo a la teoría general de la relatividad de Einstein, distorsionar la señal de "rayos X" vista desde la Tierra, particularmente los átomos de hierro. Esta señal del espectro de la luz, que se ve como una serie de líneas, en especial, una línea denominada Hierro K-Alpha aparece en los rayos X que emanan del centro de las galaxias activas y es una indicación de la existencia de un agujero negro.
Pradhan refiere que "la observación más directa de un agujero negro es la línea K-Alpha del Hierro". Esto será muy útil para los astrónomos que podrán usar estos datos sobre el estudio de la línea K-Alpha del hierro para resolver el misterio".
Más información en:
http://researchnews.osu.edu/
24/8/06 - DJ:
Los agujeros negros más grandes inhiben la formación estelar
Los agujeros negros supermasivos de algunas galaxias gigantes crean un entorno tan hostil que impiden la formación de nuevas estrellas, según los resultados del satélite Galaxy Evolution Explorer de la NASA publicados en el número del 24 de agosto de la revista Nature.
Vía Astroseti
El observatorio orbitante exploró más de 800 galaxias elípticas cercanas de varios tamaños. Surgió un intrigante patrón: cuanto más masiva la galaxia, menos probabilidad de encontrar estrellas jóvenes en ella. Dado que se sabe que las galaxias grandes hospedan agujeros negros grandes, los astrónomos creen que los agujeros negros son los responsable de la ausencia de estrellas jóvenes.
"Los agujeros negros supermasivos de esas galaxias gigantes crean lugares poco propicios para la formación de estrellas", dice el Dr. Sukyoung K. Yi, de la Universidad de Yonsei en Seúl, Corea, que dirige el equipo de investigación. "Si quieres encontrar grandes cantidades de estrellas jóvenes, mira en las galaxias más pequeñas".
En el pasado los científicos habían predicho que los agujeros negros podrían crear problemas al nacimiento de estrellas, pero no tenían las herramientas necesarias para comprobar la teoría. El Galaxy Evolution Explorer, lanzado en 2003, está bien equipado para este tipo de investigación. Es extremadamente sensible a la radiación ultravioleta emitida por incluso bajas cantidades de estrellas jóvenes.
Los agujeros negros son monstruosos apilamientos de materia densa en los centros de las galaxias. Con el tiempo, un agujero negro y su galaxia huésped crecerán de tamaño, pero no siempre al mismo ritmo.
Yi y sus colaboradores encontraron evidencias de que los agujeros negros de las galaxias elípticas tienen que alcanzar cierta masa crítica antes de paralizar la formación de estrellas. En otras palabras, una vez que un agujero negro alcanza cierto tamaño con relación a su galaxia huésped, sus efectos perjudiciales llegan a ser lo suficientemente grandes como para que se formen nuevas estrellas. Según esta teoría de la "realimentación", el crecimiento de un agujero negro ralentiza el desarrollo no sólo de las estrellas, sino de toda la galaxia.
¿Cómo hace eso un agujero negro? Hay dos posibilidades. La primera, que los chorros que salen disparados de los agujeros negros puedan expulsar gas, el combustible a partir del que se forman las estrellas, del centro de la galaxia, donde las estrellas suelen ser creadas.
La segunda teoría está relacionada con el hecho de que los agujeros negros atraen el gas circundante hacia ellos, lo cual calienta el gas. El gas llega a calentarse tanto que no puede agruparse y colapsar para formar estrellas.
Otros autores de esta investigación son: los Drs. Kevin Schawinski, Sadegh Khochfar y Sugata Kaviraj de la Universidad de Oxford, Inglaterra; el Dr. Young-Wook Lee de la Universidad Yonsei en Seúl, Corea; los Drs. Alessandro Boselli, Jose Donas y Bruno Milliard del Laboratorio de Astrofísica de Marsella, Francia; Tim Conrow, los Drs. Tom Barlow, Tim, Karl Forster, Peter G. Friedman, D. Chris Martin, Patrick Morrissey, Mark Seibert, Todd Small, Ted K. Wyder del Instituto Tecnológico de California en Pasadena; la Dra. Susan Neff del centro de vuelos espaciales Goddard de la NASA, en Greenbelt, Maryland; el Dr. David Schiminovich de la Universidad de Columbia, N.Y.; los Drs. Tim Heckman, Alex Szalay y Luciana Bianchi de la Universidad Johns Hopkins, Baltimore, Md.; el Dr, Barry Madore de los Observatorios del Instituto Carnegie de Washington en Pasadena; y el Dr. R. Michael Rich de la Universidad de California, Los Angeles.
Se puede encontrar más información sobre el Galaxy Evolution Explorer en http://www.galex.caltech.edu/
El Instituto Tecnológico de California en Pasadena, California, dirige la misión del Galaxy Evolution Explorer y es responsable de las operaciones científicas y el análisis de datos. El Jet Propulsion Laboratory de la NASA, también en Pasadena, dirige la misión y construyó el instrumental científico. La misión fue desarrollada bajo el Programa Explorers de la NASA, dirigido por el centro de vuelos espaciales Goddard, en Greenbelt, Md. Investigadores de Corea del Sur y Francia colaboran en esta misión.
Enlace: http://www.galex.caltech.edu/MEDIA/
Vía Astroseti
El observatorio orbitante exploró más de 800 galaxias elípticas cercanas de varios tamaños. Surgió un intrigante patrón: cuanto más masiva la galaxia, menos probabilidad de encontrar estrellas jóvenes en ella. Dado que se sabe que las galaxias grandes hospedan agujeros negros grandes, los astrónomos creen que los agujeros negros son los responsable de la ausencia de estrellas jóvenes.
"Los agujeros negros supermasivos de esas galaxias gigantes crean lugares poco propicios para la formación de estrellas", dice el Dr. Sukyoung K. Yi, de la Universidad de Yonsei en Seúl, Corea, que dirige el equipo de investigación. "Si quieres encontrar grandes cantidades de estrellas jóvenes, mira en las galaxias más pequeñas".
En el pasado los científicos habían predicho que los agujeros negros podrían crear problemas al nacimiento de estrellas, pero no tenían las herramientas necesarias para comprobar la teoría. El Galaxy Evolution Explorer, lanzado en 2003, está bien equipado para este tipo de investigación. Es extremadamente sensible a la radiación ultravioleta emitida por incluso bajas cantidades de estrellas jóvenes.
Los agujeros negros son monstruosos apilamientos de materia densa en los centros de las galaxias. Con el tiempo, un agujero negro y su galaxia huésped crecerán de tamaño, pero no siempre al mismo ritmo.
Yi y sus colaboradores encontraron evidencias de que los agujeros negros de las galaxias elípticas tienen que alcanzar cierta masa crítica antes de paralizar la formación de estrellas. En otras palabras, una vez que un agujero negro alcanza cierto tamaño con relación a su galaxia huésped, sus efectos perjudiciales llegan a ser lo suficientemente grandes como para que se formen nuevas estrellas. Según esta teoría de la "realimentación", el crecimiento de un agujero negro ralentiza el desarrollo no sólo de las estrellas, sino de toda la galaxia.
¿Cómo hace eso un agujero negro? Hay dos posibilidades. La primera, que los chorros que salen disparados de los agujeros negros puedan expulsar gas, el combustible a partir del que se forman las estrellas, del centro de la galaxia, donde las estrellas suelen ser creadas.
La segunda teoría está relacionada con el hecho de que los agujeros negros atraen el gas circundante hacia ellos, lo cual calienta el gas. El gas llega a calentarse tanto que no puede agruparse y colapsar para formar estrellas.
Otros autores de esta investigación son: los Drs. Kevin Schawinski, Sadegh Khochfar y Sugata Kaviraj de la Universidad de Oxford, Inglaterra; el Dr. Young-Wook Lee de la Universidad Yonsei en Seúl, Corea; los Drs. Alessandro Boselli, Jose Donas y Bruno Milliard del Laboratorio de Astrofísica de Marsella, Francia; Tim Conrow, los Drs. Tom Barlow, Tim, Karl Forster, Peter G. Friedman, D. Chris Martin, Patrick Morrissey, Mark Seibert, Todd Small, Ted K. Wyder del Instituto Tecnológico de California en Pasadena; la Dra. Susan Neff del centro de vuelos espaciales Goddard de la NASA, en Greenbelt, Maryland; el Dr. David Schiminovich de la Universidad de Columbia, N.Y.; los Drs. Tim Heckman, Alex Szalay y Luciana Bianchi de la Universidad Johns Hopkins, Baltimore, Md.; el Dr, Barry Madore de los Observatorios del Instituto Carnegie de Washington en Pasadena; y el Dr. R. Michael Rich de la Universidad de California, Los Angeles.
Se puede encontrar más información sobre el Galaxy Evolution Explorer en http://www.galex.caltech.edu/
El Instituto Tecnológico de California en Pasadena, California, dirige la misión del Galaxy Evolution Explorer y es responsable de las operaciones científicas y el análisis de datos. El Jet Propulsion Laboratory de la NASA, también en Pasadena, dirige la misión y construyó el instrumental científico. La misión fue desarrollada bajo el Programa Explorers de la NASA, dirigido por el centro de vuelos espaciales Goddard, en Greenbelt, Md. Investigadores de Corea del Sur y Francia colaboran en esta misión.
Enlace: http://www.galex.caltech.edu/MEDIA/
Plutón ya no es un planeta
Los resultados de la votación en la Asamblea General 2006 de la Unión Astronómica Internacional han sacudido los titulares de todas las agencias de noticias del mundo.
Vía Astroseti
El 24 de agosto de 2006 quedará inscripto para siempre en los anales de la historia de la astronomía.
Después de largas y encendidas discusiones que se vieron repetidas en todos los foros de profesionales y aficionados de la astronomía en todo el mundo, la 26a Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional (UAI) ha llegado a su conclusión.
En la ciudad de Praga, más de 2 500 astrónomos participaron en seis simposios, diecisiete discusiones conjuntas, siete sesiones especiales y otras cuatro sesiones especiales más. Se discutieron resultados científicos, se iniciaron nuevas colaboraciones internacionales, se presentaron planes para instalaciones futuras, y mucho, mucho más. Y como colofón, se votaron seis resoluciones en la ceremonia de cierre de la asamblea.
Las resoluciones de la UAI
Las seis resoluciones adoptadas en la 26a Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional fueron las siguientes:
- Resolución 1 de la GA-XXVI: “Teoría de la Precesión y Definición de la Eclíptica”
- Resolución 2 de la GA-XXVI: “Suplemento a las Resoluciones UAI 2000 sobre los sistemas de referencia”
- Resolución 3 de la GA-XXVI: “Re-definición del Tiempo Dinámico Baricéntrico”
- Resolución 4 de la GA-XXVI: “Apoyo a la Carta de Washington para la Comunicación de la Astronomía con el Público”
- Resolución 5A de la GA-XXVI: “Definición de ‘planeta’”
Resolución 6A de la GA-XXVI: “Definición de los objetos de la clase Plutón”
¿Qué es un planeta?
Pero la resolución más interesante, la más discutida, y la que seguramente será la más recordada, fue la de la definición de la palabra “planeta”.
Desde los días iniciales tras el descubrimiento de Plutón, comenzaron las discusiones sobre su estatus de planeta. Muchos estaban de acuerdo con el mismo, pero otros muchos lo enfrentaban.
Sin embargo, los años fueron pasando, y Plutón siguió siendo un planeta, muy especial, muy separado del resto, pero generalmente aceptado, o al menos tolerado.
Los instrumentos astronómicos siguieron mejorando, y los científicos fueron aprendiendo más cosas sobre nuestro sistema solar. Y, por supuesto, llegó el momento en que se descubrió un cuerpo planetario más grande y más lejano que Plutón, el que todavía lleva el nombre provisorio de 2003 UB313. Sus descubridores (Mike Brown et al.) sostuvieron que tenía el derecho de ser considerado como el décimo planeta, aunque más no fuera que por “razones sociológicas”. Y estalló el maremágnum.
Se hizo evidente que debía haber una definición de planeta que sustituyera a aquella de estrella “errante” que nos llegara desde la antigüedad. Era un trabajo para la Unión Astronómica Internacional (UAI, o, como también es conocida por sus siglas en inglés, IAU). Y se decidió que el asunto debería ser resuelto en la XXVI Asamblea General a llevarse a cabo en agosto de 2006 en la ciudad de Praga.
A esos efectos se nombró un comité para que hiciera una propuesta. Este comité no pudo llegar a una conclusión, por lo cual se nombró a otro comité especial, con menos miembros, para que emitiera su opinión.
La definición de este comité, el oficial, proponía una categorización tan amplia que elevaba a 12 el número de planetas en nuestro sistema solar, pero con posibilidades ciertas de que ese número llegara a 53 en muy poco tiempo, debido a la existencia de muchísimos “candidatos” con probabilidades de obtener el título.
Casi nadie quedó satisfecho, y la reacción de la comunidad de astrónomos no se hizo esperar. Un grupo de ellos, liderado por los científicos uruguayos Julio A. Fernández y Gonzalo Tancredi, y que contaba entre sus miembros a reconocidos especialistas de todo el mundo, presentó una nueva propuesta que sería finalmente proclamada como resolución final de la asamblea.
La propuesta vencedora
Los miembros de la UAI reunidos en la Asamblea General 2006 concordaron en que un “planeta” sería definido como un cuerpo que (A) está en órbita alrededor del Sol, (b) que tiene la masa suficiente como para que su propia gravedad supere las fuerzas de cuerpo rígido de modo que asuma una forma de equilibrio hidrostático (aproximadamente esférica) y (c) que haya el vecindario alrededor de su órbita.
Esto significa que el sistema solar cuenta con ocho “planetas”: Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. También se decidió la existencia de una nueva clase diferente de objetos, denominados “planetas enanos”.
Se estuvo de acuerdo en que los “planetas” y los “planetas enanos” son dos clases distintas de objetos. Los primeros miembros de la categoría “planetas enanos” son Ceres, Plutón y 2003 B 313 (nombre provisorio). Se espera que la UAI anuncia la categorización de más “planetas enanos” en los próximos meses y años. Actualmente están listados en una lista de espera más de una docena de estos objetos, la que continuará modificándose a medida que se descubran nuevos objetos y que se conozcan mejor las características físicas de los candidatos existentes.
El “planeta enano” Plutón es reconocido como un importante prototipo de una nueva clase de objetos trans-neptunianos.
Las resoluciones que fueron votadas
Detallamos a continuación el texto de las resoluciones aprobadas.
RESOLUCIONES
La resolución 5A es la definición principal del uso por la UAI de los términos “planeta” y relacionados.
La resolución 6A crea para uso de la UAI una nueva clase de objetos, para la cual Plutón es el prototipo. La UAI decidirá un proceso para dar nombre a esos objetos.
Resolución UAI: definición de un planeta en el sistema solar
Las observaciones contemporáneas están cambiando nuestros conocimientos sobre los sistemas planetarios, y resulta importante que nuestra nomenclatura para los objetos refleje nuestro conocimiento actual. Esto se aplica, en particular, a la designación de “planeta”. Originalmente, la palabra “planeta” describió a “vagabundos” que eran conocidos únicamente como luces que se movían en el cielo. Los descubrimientos recientes nos llevan a crear una nueva definición, la que podemos confeccionar utilizando la información científica actualmente disponible.
Resolución 5A
Por lo tanto, la UAI resuelve que los “planetas” y otros cuerpos de nuestro sistema solar sean definidos en tres categorías distintas, en la forma siguiente:
(1) Un “planeta”1 es un cuerpo celeste que (a) está en órbita alrededor del Sol, (b) tiene la masa suficiente como para que su propia gravedad supere las fuerzas de cuerpo rígido de modo que asuma una forma de equilibrio hidrostático (aproximadamente esférica), y (c) que haya limpiado el vecindario alrededor de su órbita.
(2) Un “planeta enano” es un cuerpo celeste que (a) está en órbita alrededor del Sol, (b) tiene la masa suficiente como para que su propia gravedad supere las fuerzas de cuerpo rígido de modo que asuma una forma de equilibrio hidrostático (aproximadamente esférica) 2, (c) que no haya limpiado el vecindario alrededor de su órbita, y (d) que no sea un satélite.
(3) Todos los otros objetos3 que estén orbitando el Sol, excepto los satélites, serán denominados colectivamente como “cuerpos pequeños del sistema solar”.
Notas
1 Los ocho planetas son: Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
2 Se establecerá un proceso de la UAI para asignar entre los planetas enanos y otras categorías a los objetos que tengan características límite.
3 Entre estos se incluye actualmente la mayoría de los asteroides del sistema solar, la mayoría de los objetos trans-neptunianos (TNOs), los cometas y otros cuerpos pequeños.
Resolución UAI: Plutón
Resolución 6A
Además, la UAI resuelve:
Según la definición anterior, Plutón es un “planeta enano”, y se le reconoce como el prototipo de una nueva categoría de objetos trans-neptunianos.
Redactado especialmente para Astroseti.org por
Heber Rizzo Baladán
Más información en: UIA
Vía Astroseti
El 24 de agosto de 2006 quedará inscripto para siempre en los anales de la historia de la astronomía.
Después de largas y encendidas discusiones que se vieron repetidas en todos los foros de profesionales y aficionados de la astronomía en todo el mundo, la 26a Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional (UAI) ha llegado a su conclusión.
En la ciudad de Praga, más de 2 500 astrónomos participaron en seis simposios, diecisiete discusiones conjuntas, siete sesiones especiales y otras cuatro sesiones especiales más. Se discutieron resultados científicos, se iniciaron nuevas colaboraciones internacionales, se presentaron planes para instalaciones futuras, y mucho, mucho más. Y como colofón, se votaron seis resoluciones en la ceremonia de cierre de la asamblea.
Las resoluciones de la UAI
Las seis resoluciones adoptadas en la 26a Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional fueron las siguientes:
- Resolución 1 de la GA-XXVI: “Teoría de la Precesión y Definición de la Eclíptica”
- Resolución 2 de la GA-XXVI: “Suplemento a las Resoluciones UAI 2000 sobre los sistemas de referencia”
- Resolución 3 de la GA-XXVI: “Re-definición del Tiempo Dinámico Baricéntrico”
- Resolución 4 de la GA-XXVI: “Apoyo a la Carta de Washington para la Comunicación de la Astronomía con el Público”
- Resolución 5A de la GA-XXVI: “Definición de ‘planeta’”
Resolución 6A de la GA-XXVI: “Definición de los objetos de la clase Plutón”
¿Qué es un planeta?
Pero la resolución más interesante, la más discutida, y la que seguramente será la más recordada, fue la de la definición de la palabra “planeta”.
Desde los días iniciales tras el descubrimiento de Plutón, comenzaron las discusiones sobre su estatus de planeta. Muchos estaban de acuerdo con el mismo, pero otros muchos lo enfrentaban.
Sin embargo, los años fueron pasando, y Plutón siguió siendo un planeta, muy especial, muy separado del resto, pero generalmente aceptado, o al menos tolerado.
Los instrumentos astronómicos siguieron mejorando, y los científicos fueron aprendiendo más cosas sobre nuestro sistema solar. Y, por supuesto, llegó el momento en que se descubrió un cuerpo planetario más grande y más lejano que Plutón, el que todavía lleva el nombre provisorio de 2003 UB313. Sus descubridores (Mike Brown et al.) sostuvieron que tenía el derecho de ser considerado como el décimo planeta, aunque más no fuera que por “razones sociológicas”. Y estalló el maremágnum.
Se hizo evidente que debía haber una definición de planeta que sustituyera a aquella de estrella “errante” que nos llegara desde la antigüedad. Era un trabajo para la Unión Astronómica Internacional (UAI, o, como también es conocida por sus siglas en inglés, IAU). Y se decidió que el asunto debería ser resuelto en la XXVI Asamblea General a llevarse a cabo en agosto de 2006 en la ciudad de Praga.
A esos efectos se nombró un comité para que hiciera una propuesta. Este comité no pudo llegar a una conclusión, por lo cual se nombró a otro comité especial, con menos miembros, para que emitiera su opinión.
La definición de este comité, el oficial, proponía una categorización tan amplia que elevaba a 12 el número de planetas en nuestro sistema solar, pero con posibilidades ciertas de que ese número llegara a 53 en muy poco tiempo, debido a la existencia de muchísimos “candidatos” con probabilidades de obtener el título.
Casi nadie quedó satisfecho, y la reacción de la comunidad de astrónomos no se hizo esperar. Un grupo de ellos, liderado por los científicos uruguayos Julio A. Fernández y Gonzalo Tancredi, y que contaba entre sus miembros a reconocidos especialistas de todo el mundo, presentó una nueva propuesta que sería finalmente proclamada como resolución final de la asamblea.
La propuesta vencedora
Los miembros de la UAI reunidos en la Asamblea General 2006 concordaron en que un “planeta” sería definido como un cuerpo que (A) está en órbita alrededor del Sol, (b) que tiene la masa suficiente como para que su propia gravedad supere las fuerzas de cuerpo rígido de modo que asuma una forma de equilibrio hidrostático (aproximadamente esférica) y (c) que haya el vecindario alrededor de su órbita.
Esto significa que el sistema solar cuenta con ocho “planetas”: Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. También se decidió la existencia de una nueva clase diferente de objetos, denominados “planetas enanos”.
Se estuvo de acuerdo en que los “planetas” y los “planetas enanos” son dos clases distintas de objetos. Los primeros miembros de la categoría “planetas enanos” son Ceres, Plutón y 2003 B 313 (nombre provisorio). Se espera que la UAI anuncia la categorización de más “planetas enanos” en los próximos meses y años. Actualmente están listados en una lista de espera más de una docena de estos objetos, la que continuará modificándose a medida que se descubran nuevos objetos y que se conozcan mejor las características físicas de los candidatos existentes.
El “planeta enano” Plutón es reconocido como un importante prototipo de una nueva clase de objetos trans-neptunianos.
Las resoluciones que fueron votadas
Detallamos a continuación el texto de las resoluciones aprobadas.
RESOLUCIONES
La resolución 5A es la definición principal del uso por la UAI de los términos “planeta” y relacionados.
La resolución 6A crea para uso de la UAI una nueva clase de objetos, para la cual Plutón es el prototipo. La UAI decidirá un proceso para dar nombre a esos objetos.
Resolución UAI: definición de un planeta en el sistema solar
Las observaciones contemporáneas están cambiando nuestros conocimientos sobre los sistemas planetarios, y resulta importante que nuestra nomenclatura para los objetos refleje nuestro conocimiento actual. Esto se aplica, en particular, a la designación de “planeta”. Originalmente, la palabra “planeta” describió a “vagabundos” que eran conocidos únicamente como luces que se movían en el cielo. Los descubrimientos recientes nos llevan a crear una nueva definición, la que podemos confeccionar utilizando la información científica actualmente disponible.
Resolución 5A
Por lo tanto, la UAI resuelve que los “planetas” y otros cuerpos de nuestro sistema solar sean definidos en tres categorías distintas, en la forma siguiente:
(1) Un “planeta”1 es un cuerpo celeste que (a) está en órbita alrededor del Sol, (b) tiene la masa suficiente como para que su propia gravedad supere las fuerzas de cuerpo rígido de modo que asuma una forma de equilibrio hidrostático (aproximadamente esférica), y (c) que haya limpiado el vecindario alrededor de su órbita.
(2) Un “planeta enano” es un cuerpo celeste que (a) está en órbita alrededor del Sol, (b) tiene la masa suficiente como para que su propia gravedad supere las fuerzas de cuerpo rígido de modo que asuma una forma de equilibrio hidrostático (aproximadamente esférica) 2, (c) que no haya limpiado el vecindario alrededor de su órbita, y (d) que no sea un satélite.
(3) Todos los otros objetos3 que estén orbitando el Sol, excepto los satélites, serán denominados colectivamente como “cuerpos pequeños del sistema solar”.
Notas
1 Los ocho planetas son: Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
2 Se establecerá un proceso de la UAI para asignar entre los planetas enanos y otras categorías a los objetos que tengan características límite.
3 Entre estos se incluye actualmente la mayoría de los asteroides del sistema solar, la mayoría de los objetos trans-neptunianos (TNOs), los cometas y otros cuerpos pequeños.
Resolución UAI: Plutón
Resolución 6A
Además, la UAI resuelve:
Según la definición anterior, Plutón es un “planeta enano”, y se le reconoce como el prototipo de una nueva categoría de objetos trans-neptunianos.
Redactado especialmente para Astroseti.org por
Heber Rizzo Baladán
Más información en: UIA
Stephen Hawking gana medalla de Royal Society
El físico y matemático británico Stephen Hawking, autor de la obra "Breve Historia del Tiempo", fue galardonado con una medalla de la Royal Society de Londres por sus admirables logros científicos.
Vía La Nación
La medalla "Copley", el galardón científico más antiguo del mundo, fue entregado en el pasado a figuras como Charles Darwin, Benjamín Franklin, Albert Einstein y el capitán James Cook.
Hawking recibirá la medalla el próximo 30 de noviembre en la sede de la institución londinense, por su contribución a la física y cosmología teóricas.
"Esta es una medalla de mucha distinción", declaró Hawking, que se desempeña como profesor de la Universidad de Cambridge, en Inglaterra.
"Fue dada en el pasado a genios como Darwin, Einstein y (Francis) Crick. Estoy honrado por semejante compañía", agregó el físico.
La medalla "Copley" precede al Premio Nobel por 170 años y fue entregada por primera vez en 1731. El premio se entrega junto a un cheque de unos 10.000 dólares.
Las contribuciones teóricas más importantes del profesor Hawking, que sufre de una enfermedad degenerativa que lo mantiene postrado en una silla de ruedas, son sus teorías sobre los agujeros negros, desarrolladas en la década de 1970, como también el descubrimiento de que dichos agujeros pueden emitir radiación, conocida en la actualidad como "radiación Hawking".
También se lo conoce por haber combinado la teoría de la relatividad de Einstein con la mecánica cuántica.
En segundo lugar con una medalla de plata, quedó el astronauta británico Piers Sellars, quien realizó varios viajes en el trasbordador estadounidense Discovery.
"Stephen Hawking es un gran héroe para todos nosotros que exploramos el cosmos", declaró el astronauta.
Por su parte, Lord Michael Rees, presidente de Royal Society, la institución científica más antigua del mundo fundada en 1660, afirmó que Hawking "ha contribuido tanto como Einstein en entender la gravedad".
"Esta medalla es un reconocimiento a las admirables investigaciones de este científico durante su carrera, que se expande por más de 40 años", concluyó.
Vía La Nación
La medalla "Copley", el galardón científico más antiguo del mundo, fue entregado en el pasado a figuras como Charles Darwin, Benjamín Franklin, Albert Einstein y el capitán James Cook.
Hawking recibirá la medalla el próximo 30 de noviembre en la sede de la institución londinense, por su contribución a la física y cosmología teóricas.
"Esta es una medalla de mucha distinción", declaró Hawking, que se desempeña como profesor de la Universidad de Cambridge, en Inglaterra.
"Fue dada en el pasado a genios como Darwin, Einstein y (Francis) Crick. Estoy honrado por semejante compañía", agregó el físico.
La medalla "Copley" precede al Premio Nobel por 170 años y fue entregada por primera vez en 1731. El premio se entrega junto a un cheque de unos 10.000 dólares.
Las contribuciones teóricas más importantes del profesor Hawking, que sufre de una enfermedad degenerativa que lo mantiene postrado en una silla de ruedas, son sus teorías sobre los agujeros negros, desarrolladas en la década de 1970, como también el descubrimiento de que dichos agujeros pueden emitir radiación, conocida en la actualidad como "radiación Hawking".
También se lo conoce por haber combinado la teoría de la relatividad de Einstein con la mecánica cuántica.
En segundo lugar con una medalla de plata, quedó el astronauta británico Piers Sellars, quien realizó varios viajes en el trasbordador estadounidense Discovery.
"Stephen Hawking es un gran héroe para todos nosotros que exploramos el cosmos", declaró el astronauta.
Por su parte, Lord Michael Rees, presidente de Royal Society, la institución científica más antigua del mundo fundada en 1660, afirmó que Hawking "ha contribuido tanto como Einstein en entender la gravedad".
"Esta medalla es un reconocimiento a las admirables investigaciones de este científico durante su carrera, que se expande por más de 40 años", concluyó.
22/8/06 - DJ:
Charla sobre El Sol en el Planetario
El Planetario de la Ciudad de Buenos Aires “Galileo Galilei” invita a participar del Ciclo Viernes de Ciencia que se realizará el próximo 25 de agosto
18 horas "El cielo de esta noche"
Función especial en vivo referida al cielo de Buenos Aires en los distintos meses del año. Mitos y leyendas de las constelaciones más representativas del hemisferio sur. Se muestra la posición de la Luna y los planetas y se señalan astros sólo visibles con telescopios, como estrellas brillantes, nebulosas, cúmulos y galaxias lejanas.
18.30 horas Una mirada al Sol
Dra. Marta Rovira
Instituto de Astronomía y Física del Espacio – Investigadora del CONICET
Describiremos imágenes del Sol obtenidas con telescopios instalados en tierra y en satélites. En ellas veremos las principales características de la estructura solar, tanto del llamado “sol quieto”, es decir, sin actividad como de los fenómenos activos.
Sabemos que sin la existencia del Sol, la estrella más cercana, no existiría vida en la Tierra. Por el contrario, es cierto que algunos de los fenómenos que ocurren en él, pueden tener consecuencias perjudiciales para nuestro planeta. También de esto hablaremos en el transcurso de la charla.
Lugar: Sala de Espectáculos del Planetario
Entrada gratuita
Coordina: Prof. Lucía Sendón de Valery
Planetario de la Ciudad de Buenos Aires "Galileo Galilei"
Av. Sarmiento y Belisario Roldán
Tel: 4771-9393
E-mail: contactoplanetario@planetariogalilei.com.ar
18 horas "El cielo de esta noche"
Función especial en vivo referida al cielo de Buenos Aires en los distintos meses del año. Mitos y leyendas de las constelaciones más representativas del hemisferio sur. Se muestra la posición de la Luna y los planetas y se señalan astros sólo visibles con telescopios, como estrellas brillantes, nebulosas, cúmulos y galaxias lejanas.
18.30 horas Una mirada al Sol
Dra. Marta Rovira
Instituto de Astronomía y Física del Espacio – Investigadora del CONICET
Describiremos imágenes del Sol obtenidas con telescopios instalados en tierra y en satélites. En ellas veremos las principales características de la estructura solar, tanto del llamado “sol quieto”, es decir, sin actividad como de los fenómenos activos.
Sabemos que sin la existencia del Sol, la estrella más cercana, no existiría vida en la Tierra. Por el contrario, es cierto que algunos de los fenómenos que ocurren en él, pueden tener consecuencias perjudiciales para nuestro planeta. También de esto hablaremos en el transcurso de la charla.
Lugar: Sala de Espectáculos del Planetario
Entrada gratuita
Coordina: Prof. Lucía Sendón de Valery
Planetario de la Ciudad de Buenos Aires "Galileo Galilei"
Av. Sarmiento y Belisario Roldán
Tel: 4771-9393
E-mail: contactoplanetario@planetariogalilei.com.ar
Nasa encuentra pruebas directas de la existencia de materia oscura
Se trata de un trabajo realizado por astrónomos del Telescopio Chandra sobre el cúmulo galáctico 1E 0657-56.

Vía Chandra
El gas caliente detectado por los rayos x de Chandrda es visto como dos grupos rosas en la imagen y contienen mayoría de materia "normal" o bariónica en los dos cúmulos. El grupo de la derecha es el gas caliente de un cúmulo, que pasó por el gas caliente del otro cúmulo más larto durante la colisión. Una imagen óptica de Magellan y el telescopio Hubble muestra las galaxias en naranja y blanco. Las áreas azules en esta imagen muestra donde los astrónomos encuentran la mayoría de la masa de estos cúmulos. La concentración de masa es determinada usando el efecto llamado lente gravitacional, donde la luz de objetos distantes es distorsionada por la materia interviniente. La mayoría de la materia en los cúmulos (azul) es claramente separada de la materia normal (rosa), dando evidencia directa de que casi toda la materia en el cúmulo es materia oscura.
El gas caliente en cada cúmulo fue frenado por una fuerza similar a la resistencia del aire durante la colisión. En contraste, la materia oscura no fue frenada por el impacto porque no interactúa directamente con el gas expecto a través de la gravedad.
Durante la colisión la materia oscura de los dos cúmulos se movió adelante del gas, produciendo la separación de la materia normal y oscura, vista en esta imagen. Si el gas caliente fuera el componente más masivo en los cúmulos, como es propuesto por teorías alternativas de la gravedad, un efecto como este no habría sido visto. En cambio, este resultado muestra que la materia oscura es requerida.
--------
NASA RELEASE 06-297
For Release: August 21, 2006
Erica Hupp/Dwayne Brown
Headquarters, Washington
(Phone: 202/358-1237/1726)
Steve Roy
Marshall Space Flight Center, Huntsville, Ala.
(Phone: 256/544-6535)
Megan Watzke
Chandra X-ray Center, Cambridge, Mass.
(Phone: 617/496-7998)
----------
Fast Facts for 1E 0657-56:
Credit X-ray: NASA/CXC/CfA/M.Markevitch et al.; Optical: NASA/STScI; Magellan/U.Arizona/D.Clowe et al.; Lensing Map: NASA/STScI; ESO WFI; Magellan/U.Arizona/D.Clowe et al.
Scale Image is 7.5 x 5.4 arcmin
Category Groups & Clusters of Galaxies
Coordinates (J2000) RA 06h 58m 19.85s | Dec -55' 56" 29.40º
Constellation Carina
Observation Dates 2004: Aug 10, 11, 14, 15, 17, 19, 24, 25
Observation Time 140 hours
Obs. IDs 5355-58, 5361, 4984-86
Color Code Energy (X-ray: Pink; Optical: White/Orange; Lensing Map: Blue)
Instrument ACIS
Also Known As The Bullet Cluster
Distance Estimate About 3.4 billion light years
Release Date August 21, 2006
-----
Ver en el sitio del Chandra animaciones y gráficos.
Vía Chandra
El gas caliente detectado por los rayos x de Chandrda es visto como dos grupos rosas en la imagen y contienen mayoría de materia "normal" o bariónica en los dos cúmulos. El grupo de la derecha es el gas caliente de un cúmulo, que pasó por el gas caliente del otro cúmulo más larto durante la colisión. Una imagen óptica de Magellan y el telescopio Hubble muestra las galaxias en naranja y blanco. Las áreas azules en esta imagen muestra donde los astrónomos encuentran la mayoría de la masa de estos cúmulos. La concentración de masa es determinada usando el efecto llamado lente gravitacional, donde la luz de objetos distantes es distorsionada por la materia interviniente. La mayoría de la materia en los cúmulos (azul) es claramente separada de la materia normal (rosa), dando evidencia directa de que casi toda la materia en el cúmulo es materia oscura.
El gas caliente en cada cúmulo fue frenado por una fuerza similar a la resistencia del aire durante la colisión. En contraste, la materia oscura no fue frenada por el impacto porque no interactúa directamente con el gas expecto a través de la gravedad.
Durante la colisión la materia oscura de los dos cúmulos se movió adelante del gas, produciendo la separación de la materia normal y oscura, vista en esta imagen. Si el gas caliente fuera el componente más masivo en los cúmulos, como es propuesto por teorías alternativas de la gravedad, un efecto como este no habría sido visto. En cambio, este resultado muestra que la materia oscura es requerida.
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NASA RELEASE 06-297
For Release: August 21, 2006
Erica Hupp/Dwayne Brown
Headquarters, Washington
(Phone: 202/358-1237/1726)
Steve Roy
Marshall Space Flight Center, Huntsville, Ala.
(Phone: 256/544-6535)
Megan Watzke
Chandra X-ray Center, Cambridge, Mass.
(Phone: 617/496-7998)
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Fast Facts for 1E 0657-56:
Credit X-ray: NASA/CXC/CfA/M.Markevitch et al.; Optical: NASA/STScI; Magellan/U.Arizona/D.Clowe et al.; Lensing Map: NASA/STScI; ESO WFI; Magellan/U.Arizona/D.Clowe et al.
Scale Image is 7.5 x 5.4 arcmin
Category Groups & Clusters of Galaxies
Coordinates (J2000) RA 06h 58m 19.85s | Dec -55' 56" 29.40º
Constellation Carina
Observation Dates 2004: Aug 10, 11, 14, 15, 17, 19, 24, 25
Observation Time 140 hours
Obs. IDs 5355-58, 5361, 4984-86
Color Code Energy (X-ray: Pink; Optical: White/Orange; Lensing Map: Blue)
Instrument ACIS
Also Known As The Bullet Cluster
Distance Estimate About 3.4 billion light years
Release Date August 21, 2006
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Ver en el sitio del Chandra animaciones y gráficos.
Objeto Magnetosférico Eternamente Colapsante
Uno de los objetos más brillantes y lejanos que se conocen en el universo podría no ser un agujero negro como se creía tradicionalmente, sino un nuevo y bastante exótico tipo de objeto, según sugiere un nuevo estudio.
Vía Axxón
Y los investigadores dicen que esto hacer surgir dudas con respecto a si los así llamados agujeros negros son, en realidad, tal cosa.
Los astrónomos están dejando de lado el concepto, honrado por el tiempo, de un agujero negro: un gran objeto que se compacta a sí mismo bajo su propia gravedad, hasta alcanzar un punto infinitamente denso con una fortaleza gravitatoria tal que nada puede escapar de su abrazo.
En cambio, los investigadores están dibujando un cuerpo de un tamaño definido, y con una propiedad sorprendente: gradualemente se encierra a sí mismo en un espacio cada vez menor, por toda la eternidad, pero que nunca alcanza el tamaño infinitamente pequeño de un agujero negro.
En el estudio, Rudy Schild del Centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica en Cambridge, Massachusetts, y sus colegas, escudriñaron un objeto de un tipo estupendamente luminoso, conocido como cuásar.
Los cuásares, según concuerda la mayoría de los astrónomos, son los centros de galaxias muy lejanas.
Tradicionalmente, los astrónomos describen al corazón de un cuásar como un disco de gas que cae en espiral hacia un agujero negro súper-masivo, que se alimenta de él. La luminosidad proviene del gas, que se calienta a medida que corre hacia dentro. Una parte de él sale disparada en dos chorros que se dirigen en direcciones opuestas.
Los cuásares aparecen únicamente en los más lejanos confines del universo conocido. Los astrónomos razonan que esto es así porque existieron solamente en el más lejano pasado. Las áreas más lejanas son aquellas en que vemos al cosmos tal como era hace mucho tiempo, porque la luz se tarda mucho en llegar desde esos lugares hasta nosotros.
También existen estructuras similares a los cuásares en el universo más reciente (y, por lo tanto, más cercano). Persisten como los "agujeros negros" que también se cree que existen en el centro de la mayoría de las galaxias. Pero son mucho menos luminosos que los cuásares. Los científicos creen que esto es así porque han consumido casi todo el gas disponible.
Los teóricos han batallado para comprender el funcionamiento de los chorros y los discos de los cuásares (llamados discos de acreción). También ha resultado difícil para los observadores el estudiar los corazones de los cuásares, porque estas regiones son muy compactas y están muy lejos.
El grupo de Schild estudió un cuásar designado como Q0957+561, que se encuentra a unos 9 mil millones de años luz de distancia en la constelación de la Osa Mayor. Un año luz es la distancia que la luz recorre en un año.
El cuásar contiene un objeto central compacto con una masa equivalente a unos 3 o 4 mil millones de Soles. La mayoría de los científicos cree que es un agujero negro, pero Schild dice que sus hallazgos sugieren otra cosa: sorprendentemente, es magnético, a diferencia de un agujero negro.
Visión doble
Los investigadores escogieron a Q0957+561 porque está asociado con una así llamada lente cósmica. La teoría de la relatividad de Einstein sostiene que la gravedad de una galaxia curva el espacio cercano a ella. También actúa como una especie de lente, curvando la luz. El resultado de esto son dos imágenes de un cuásar distante y aumenta su luminosidad. Las estrellas y los planetas que están dentro de la galaxia también afectan la luz del cuásar, un fenómeno relacionado al que se conoce como "micro-lente gravitatoria".
"Con la micro-lente gravitatoria, podemos discernir más detalles de este así llamado "agujero negro" que se encuentra a dos tercios de distancia del borde del universo observable, que del agujero negro que se encuentra en el centro de la Vía Láctea", nuestra galaxia, dijo Schild. El científico monitoreó la luminosidad del cuásar a lo largo de 20 años, junto a un consorcio internacional de observadores en 14 telescopios.
El equipo estudió el núcleo del cuásar, definiendo un lugar propuesto donde se forman los chorros, algo que 60 años de investigación pasada no han podido explicar, agregó Schild.
Su equpo calculó que los chorros provienen de dos regiones que son ambas unas 25 veces más grandes que la distancia entre el Sol y Plutón. Estas se ubican directamente sobre los polos del objeto central compacto, a unas 200 veces la distancia Sol-Plutón.
Únicamente un escenario propuesto puede explicar fácilmente estas ubicaciones, dijo Schild. El objeto central es magnético, e interactúa con el disco a través del campo magnético que lo rodea. A medida que gira, el campo se enrolla. Eventualmente, se arrolla tanto que se "rompe" explosivamente antes de re-formarse a sí mismo en una configuración más relajada. Estas roturas liberan energía que impulsa a los chorros.
Pero un agujero negro en un disco de acreción no puede tener su propio campo magnético, agregó Schild. Normalmente, esto es así porque un objeto en rotación puede ser magnético únicamente si lleva una carga eléctrica. Un agujero negro no puede sostener una carga así, porque cualquier agujero con carga absorbería inmediatamente suficiciente material cargado opuestamente como para cancelar su propia carga.
Encogiéndose eternamente
El problema desaparece, sostienen Schild y sus colegas, con el nuevo tipo de objeto compacto que ellos proponen, el así llamado Objeto Magnetosférico Eternamente Colapsante, o MECO (Magnetospheric Eternally Collapsing Object).
Este objeto, una variedad de un objeto cuya existencia fue propuesta originariamente por el físico indio Abhas Mitra a fines de la década de 1990, es uno que no difiere de un agujero negro, en que continuamente se encoge en un espacio cada vez más pequeño.
Pero nunca llega a ser un agujero negro. En cambio, su encogimiento se frena hasta ser casi imperceptible, pero continúa encogiéndose, tan lentamente que podría sostenerse a lo largo de varias veces la vida del universo. A diferencia de un agujero negro, un MECO tiene un tamaño definido. Más aún, los objetos "chupados" pueden, teóricamente, salir nuevamente, aunque con extrema dificultad.
El MECO, esencialemente una densa bola de plasma, genera continuamente campos magnéticos por medio de corrientes superficiales, lo que explica su magnetismo, según Schild. La investigación de su equipo fue publicada en el número de julio de The Astronomical Journal.
No será fácil que la teoría MECO gane una amplia aceptación entre los científicos, según dicen los astrónomos, dado que los agujeros negros han sido el escenario aceptado desde Einstein. Pero Mitra y algunos otros pocos teóricos sostienen que los agujeros negros no existen en realidad, son únicamente Objetos Eternamente Colapsantes.
Una comprobación más ajustada podría estar disponible prontamente para resolver la disputa. En un plazo de 10 años, dicen los astrónomos, la tecnología les permitirá observar el rasgo caracteristico de los agujeros negros, el "horizonte de sucesos" (u horizonte de eventos). Esta es el área que rodea a un agujero negro, dentro de la cual ningún objeto que caiga puede volver a salir.
Estas observaciones podrían tanto confirmar la existencia de los agujeros negros, o podrían hacer surgir nuevas preguntas sobre ellos si no se encontraran horizontes de sucesos allí donde se los esperara.
Por ahora, Schild dijo que no está disputando la existencia de todos los agujeros negros. Únicamente se está enfocando en Q0957+561. Su equipo quiere evitar "pretensiones infladas", según escribió en un correo electrónico, ya que algunos críticos podrían utilizarlas para "desacreditar todo el cuerpo entero de trabajo".
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Ver también en Astroseti:
¿Existen realmente los agujeros negros?
Nuevas ideas sobre los quásares
Vía Axxón
Y los investigadores dicen que esto hacer surgir dudas con respecto a si los así llamados agujeros negros son, en realidad, tal cosa.
Los astrónomos están dejando de lado el concepto, honrado por el tiempo, de un agujero negro: un gran objeto que se compacta a sí mismo bajo su propia gravedad, hasta alcanzar un punto infinitamente denso con una fortaleza gravitatoria tal que nada puede escapar de su abrazo.
En cambio, los investigadores están dibujando un cuerpo de un tamaño definido, y con una propiedad sorprendente: gradualemente se encierra a sí mismo en un espacio cada vez menor, por toda la eternidad, pero que nunca alcanza el tamaño infinitamente pequeño de un agujero negro.
En el estudio, Rudy Schild del Centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica en Cambridge, Massachusetts, y sus colegas, escudriñaron un objeto de un tipo estupendamente luminoso, conocido como cuásar.
Los cuásares, según concuerda la mayoría de los astrónomos, son los centros de galaxias muy lejanas.
Tradicionalmente, los astrónomos describen al corazón de un cuásar como un disco de gas que cae en espiral hacia un agujero negro súper-masivo, que se alimenta de él. La luminosidad proviene del gas, que se calienta a medida que corre hacia dentro. Una parte de él sale disparada en dos chorros que se dirigen en direcciones opuestas.
Los cuásares aparecen únicamente en los más lejanos confines del universo conocido. Los astrónomos razonan que esto es así porque existieron solamente en el más lejano pasado. Las áreas más lejanas son aquellas en que vemos al cosmos tal como era hace mucho tiempo, porque la luz se tarda mucho en llegar desde esos lugares hasta nosotros.
También existen estructuras similares a los cuásares en el universo más reciente (y, por lo tanto, más cercano). Persisten como los "agujeros negros" que también se cree que existen en el centro de la mayoría de las galaxias. Pero son mucho menos luminosos que los cuásares. Los científicos creen que esto es así porque han consumido casi todo el gas disponible.
Los teóricos han batallado para comprender el funcionamiento de los chorros y los discos de los cuásares (llamados discos de acreción). También ha resultado difícil para los observadores el estudiar los corazones de los cuásares, porque estas regiones son muy compactas y están muy lejos.
El grupo de Schild estudió un cuásar designado como Q0957+561, que se encuentra a unos 9 mil millones de años luz de distancia en la constelación de la Osa Mayor. Un año luz es la distancia que la luz recorre en un año.
El cuásar contiene un objeto central compacto con una masa equivalente a unos 3 o 4 mil millones de Soles. La mayoría de los científicos cree que es un agujero negro, pero Schild dice que sus hallazgos sugieren otra cosa: sorprendentemente, es magnético, a diferencia de un agujero negro.
Visión doble
Los investigadores escogieron a Q0957+561 porque está asociado con una así llamada lente cósmica. La teoría de la relatividad de Einstein sostiene que la gravedad de una galaxia curva el espacio cercano a ella. También actúa como una especie de lente, curvando la luz. El resultado de esto son dos imágenes de un cuásar distante y aumenta su luminosidad. Las estrellas y los planetas que están dentro de la galaxia también afectan la luz del cuásar, un fenómeno relacionado al que se conoce como "micro-lente gravitatoria".
"Con la micro-lente gravitatoria, podemos discernir más detalles de este así llamado "agujero negro" que se encuentra a dos tercios de distancia del borde del universo observable, que del agujero negro que se encuentra en el centro de la Vía Láctea", nuestra galaxia, dijo Schild. El científico monitoreó la luminosidad del cuásar a lo largo de 20 años, junto a un consorcio internacional de observadores en 14 telescopios.
El equipo estudió el núcleo del cuásar, definiendo un lugar propuesto donde se forman los chorros, algo que 60 años de investigación pasada no han podido explicar, agregó Schild.
Su equpo calculó que los chorros provienen de dos regiones que son ambas unas 25 veces más grandes que la distancia entre el Sol y Plutón. Estas se ubican directamente sobre los polos del objeto central compacto, a unas 200 veces la distancia Sol-Plutón.
Únicamente un escenario propuesto puede explicar fácilmente estas ubicaciones, dijo Schild. El objeto central es magnético, e interactúa con el disco a través del campo magnético que lo rodea. A medida que gira, el campo se enrolla. Eventualmente, se arrolla tanto que se "rompe" explosivamente antes de re-formarse a sí mismo en una configuración más relajada. Estas roturas liberan energía que impulsa a los chorros.
Pero un agujero negro en un disco de acreción no puede tener su propio campo magnético, agregó Schild. Normalmente, esto es así porque un objeto en rotación puede ser magnético únicamente si lleva una carga eléctrica. Un agujero negro no puede sostener una carga así, porque cualquier agujero con carga absorbería inmediatamente suficiciente material cargado opuestamente como para cancelar su propia carga.
Encogiéndose eternamente
El problema desaparece, sostienen Schild y sus colegas, con el nuevo tipo de objeto compacto que ellos proponen, el así llamado Objeto Magnetosférico Eternamente Colapsante, o MECO (Magnetospheric Eternally Collapsing Object).
Este objeto, una variedad de un objeto cuya existencia fue propuesta originariamente por el físico indio Abhas Mitra a fines de la década de 1990, es uno que no difiere de un agujero negro, en que continuamente se encoge en un espacio cada vez más pequeño.
Pero nunca llega a ser un agujero negro. En cambio, su encogimiento se frena hasta ser casi imperceptible, pero continúa encogiéndose, tan lentamente que podría sostenerse a lo largo de varias veces la vida del universo. A diferencia de un agujero negro, un MECO tiene un tamaño definido. Más aún, los objetos "chupados" pueden, teóricamente, salir nuevamente, aunque con extrema dificultad.
El MECO, esencialemente una densa bola de plasma, genera continuamente campos magnéticos por medio de corrientes superficiales, lo que explica su magnetismo, según Schild. La investigación de su equipo fue publicada en el número de julio de The Astronomical Journal.
No será fácil que la teoría MECO gane una amplia aceptación entre los científicos, según dicen los astrónomos, dado que los agujeros negros han sido el escenario aceptado desde Einstein. Pero Mitra y algunos otros pocos teóricos sostienen que los agujeros negros no existen en realidad, son únicamente Objetos Eternamente Colapsantes.
Una comprobación más ajustada podría estar disponible prontamente para resolver la disputa. En un plazo de 10 años, dicen los astrónomos, la tecnología les permitirá observar el rasgo caracteristico de los agujeros negros, el "horizonte de sucesos" (u horizonte de eventos). Esta es el área que rodea a un agujero negro, dentro de la cual ningún objeto que caiga puede volver a salir.
Estas observaciones podrían tanto confirmar la existencia de los agujeros negros, o podrían hacer surgir nuevas preguntas sobre ellos si no se encontraran horizontes de sucesos allí donde se los esperara.
Por ahora, Schild dijo que no está disputando la existencia de todos los agujeros negros. Únicamente se está enfocando en Q0957+561. Su equipo quiere evitar "pretensiones infladas", según escribió en un correo electrónico, ya que algunos críticos podrían utilizarlas para "desacreditar todo el cuerpo entero de trabajo".
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Ver también en Astroseti:
¿Existen realmente los agujeros negros?
Nuevas ideas sobre los quásares
Captura el Hubble a las estrellas más tenues
Enfocan las cámaras del telescopio espacial hacia un conjunto estelar, descubriendo los soles más tenues jamás vistos con anterioridad
Vía El Universal
Como los parpadeos de una joya, el telescopio espacial Hubble capturó una imagen inédita del conjunto estelar globular NGC 6397.
Esparcidas entre estas brillantes estrellas se encuentran algunas estrellas extremadamente difusas. La cámara avanzada del Hubble realizó un censo del conjunto de estrellas, descubriendo las estrellas más tenues jamás vistas con anterioridad en un conjunto estelar.
Los conjuntos globulares son concentraciones de cientos de miles de viejas estrellas, informó la agencia espacial estadounidense, la NASA.
La cámara avanzada encontró las estrellas enanas marrón más difusas (de magnitud 26), que son más frías y de menor masa que nuestro Sol.
También detectó las enanas blancas más tenues (magnitud 28), que son restos incinerados de estrellas normales.
La luz producida de las mas tenues enanas blancas se equipara a la luz producida por una vela en la Luna vista desde la Tierra.
Vía El Universal
Como los parpadeos de una joya, el telescopio espacial Hubble capturó una imagen inédita del conjunto estelar globular NGC 6397.
Esparcidas entre estas brillantes estrellas se encuentran algunas estrellas extremadamente difusas. La cámara avanzada del Hubble realizó un censo del conjunto de estrellas, descubriendo las estrellas más tenues jamás vistas con anterioridad en un conjunto estelar.
Los conjuntos globulares son concentraciones de cientos de miles de viejas estrellas, informó la agencia espacial estadounidense, la NASA.
La cámara avanzada encontró las estrellas enanas marrón más difusas (de magnitud 26), que son más frías y de menor masa que nuestro Sol.
También detectó las enanas blancas más tenues (magnitud 28), que son restos incinerados de estrellas normales.
La luz producida de las mas tenues enanas blancas se equipara a la luz producida por una vela en la Luna vista desde la Tierra.
Imágenes del Hubble del conjunto estelar NGC 6397 (Foto: Cortesía ESA)
En la imagen, la parte inferior derecha muestra las enanas blancas más tenues (el punto rojo dentro del círculo rojo) que fueron observadas por el Hubble.
La imagen en la parte superior derecha señala una de las enanas blancas más difusas (el punto azul dentro del círculo azul) vistas por el Hubble.
La estrella blanca ha estado enfriándose durante miles de millones de años. Es tan fría que en lugar de ser roja, ha sufrido un cambio químico en su atmósfera que la hace parecer azul.
El NGC 6397 es uno de los conjuntos globulares más cercanos a la Tierra. Está a 8 mil 500 años luz en la constelación austral de Ara. Las imágenes fueron capturadas en marzo y abril del 2005.
dm
El estudio de las estrellas más antiguas podrá determinar la edad del universo, según expertos
El estudio de las estrellas más antiguas podrá determinar la edad del universo, señalan astrónomos estadounidenses que han identificado dos procesos fundamentales en la física de las estrellas relacionados con la edad de la Vía Láctea gracias al telescopio espacial Hubble. Los resultados aparecerán mañana en la revista 'Journal', publicada por la Asociación Amerciana para el Avance de la Ciencia (AAS).
Vía Europapress
Durante cinco días, el astrónomo Harvey B.Richer y sus colegas analizaron las estrellas con menos luz y captaron imágenes de alta resolución. Con esta información, estos expertos señalan que podrán saber más acerca de las estrellas más pequeñas y con menos masa y mejorar la estimación de la edad de estos astros y del universo.
"Estas estrellas, que murieron hace tiempo, estaban entre las primeras que formaron el universo", afirma Richer. "También utilizaremos las estrellas blancas y pequeñas para determinar la edad del grupo y precisarla a cientos de millones de años. Esto hará comparar los modelos de formación de estrellas al inicio del universo", continúa.
La investigación también revela la masa que determina qué estrellas quemáran hidrógeno a través de la fusión y viven muchos billones de años y qué estrellas nunca crecerán lo suficiente como para ser ellas mismas y sólo viven cómo máximo un billón de años.
Vía Europapress
Durante cinco días, el astrónomo Harvey B.Richer y sus colegas analizaron las estrellas con menos luz y captaron imágenes de alta resolución. Con esta información, estos expertos señalan que podrán saber más acerca de las estrellas más pequeñas y con menos masa y mejorar la estimación de la edad de estos astros y del universo.
"Estas estrellas, que murieron hace tiempo, estaban entre las primeras que formaron el universo", afirma Richer. "También utilizaremos las estrellas blancas y pequeñas para determinar la edad del grupo y precisarla a cientos de millones de años. Esto hará comparar los modelos de formación de estrellas al inicio del universo", continúa.
La investigación también revela la masa que determina qué estrellas quemáran hidrógeno a través de la fusión y viven muchos billones de años y qué estrellas nunca crecerán lo suficiente como para ser ellas mismas y sólo viven cómo máximo un billón de años.
18/8/06 - DJ:
Observaciones por telescopio agitan todas las teorías
Los últimos datos recopilados por FUSE, el satélite de la NASA, han dado explicación al por qué de la extraña distribución del deuterio (o hidrógeno pesado) a lo largo de la Vía Láctea.
Vía Astroseti
Observaciones por telescopio hacen temblar todas las teorías
BOULDER, Colorado, 14 agosto 2006 (UPI) – Un estudio realizado por científicos estadounidenses ha encontrado una forma pesada de hidrógeno creada apenas unos instantes después de la irrupción del Big Bang, y en cantidades mayores de lo esperado en la Vía Láctea.
Y ese hallazgo podría alterar radicalmente las teorías actuales acerca de la formación de estrellas y galaxias.
El astrofísico de la Universidad de Colorado en Boulder, Jeffrey Linsky, dice que los nuevos datos recopilados por el satélite FUSE (Explorador Espectroscópico del Ultravioleta Lejano) de la NASA, demuestran por qué el deuterio aparece distribuido de modo dispar por nuestra galaxia, la Vía Láctea. (Imagen izquierda: Satélite FUSE).
Aparentemente, el deuterio ha estado sujetando a los granos de polvo interestelar, lo cual le hizo cambiar de una forma gaseosa fácilmente observable, a una forma sólida e inobservable, comentó Linsky.
“Desde la década de 1970, hemos sido incapaces de explicar por qué los niveles de deuterio varían a lo largo de la galaxia”, comentó Linsky. “La respuesta que hemos encontrado es tan turbadora como apasionante”.
Un documento sobre este asunto será publicado el próximo domingo 20 de agosto en la revista The Astrophysical Journal.
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Traducido por Miguel Artime para Astroseti
Vía Astroseti
Observaciones por telescopio hacen temblar todas las teorías
BOULDER, Colorado, 14 agosto 2006 (UPI) – Un estudio realizado por científicos estadounidenses ha encontrado una forma pesada de hidrógeno creada apenas unos instantes después de la irrupción del Big Bang, y en cantidades mayores de lo esperado en la Vía Láctea.
Y ese hallazgo podría alterar radicalmente las teorías actuales acerca de la formación de estrellas y galaxias.
El astrofísico de la Universidad de Colorado en Boulder, Jeffrey Linsky, dice que los nuevos datos recopilados por el satélite FUSE (Explorador Espectroscópico del Ultravioleta Lejano) de la NASA, demuestran por qué el deuterio aparece distribuido de modo dispar por nuestra galaxia, la Vía Láctea. (Imagen izquierda: Satélite FUSE).
Aparentemente, el deuterio ha estado sujetando a los granos de polvo interestelar, lo cual le hizo cambiar de una forma gaseosa fácilmente observable, a una forma sólida e inobservable, comentó Linsky.
“Desde la década de 1970, hemos sido incapaces de explicar por qué los niveles de deuterio varían a lo largo de la galaxia”, comentó Linsky. “La respuesta que hemos encontrado es tan turbadora como apasionante”.
Un documento sobre este asunto será publicado el próximo domingo 20 de agosto en la revista The Astrophysical Journal.
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Traducido por Miguel Artime para Astroseti
Galaxias lejanas bajo el microscopio
El instrumento SINFONI de ESO descubre grandes galaxias de proto-disco en rápida formación tres mil millones de años después del Big Bang.
Vía Astroseti
Comunicado de Prensa ESO PR 31/06.
Un grupo internacional de astrónomos ha descubierto grandes galaxias de disco similares a nuestra Vía Láctea que se deben haber formado en una escala temporal rápida, apenas tres mil millones de años después del Big Bang. En uno de esos sistemas, la combinación de técnicas de óptica adaptativa con el nuevo espectrógrafo SINFONI del Telescopio Muy Grande (VLT) de eso resultó en una resolución récord de apenas 0,15 arcosegundos, con lo se obtuvo una visión con un detalle sin precedentes de la anatomía de una galaxia de proto-disco como ésa.
“Hemos podido, por primera vez, obtener imágenes bidimensionales de buena resolución de los movimientos de gas en galaxias en formación lejanas, cuya luz ha viajado más de 11 000 millones de años para llegar hasta la Tierra”, dijo Reinhard Genzel, autor principal del artículo del número de esta semana de la revista Nature en el cual se presentan estos resultados.
Esto muestra la historia de cómo lucían las galaxias apenas 3 000 millones de años después del Big Bang.
A lo largo de la pasada década los astrónomos han establecido un marco global de cómo se formaron y evolucionaron las galaxias cuando el universo tenía apenas unos pocos miles de millones de años de edad. El gas de materia ordinaria se enfrió y se reunió en concentraciones de la misteriosa “materia oscura” (también llamadas halos de materia oscura). Desde esa época y hasta el presente, las colisiones y las fusiones de las galaxias llevaron subsecuentemente a la formación jerárquica de masas galácticas. Esta imagen general deja abiertos, sin embargo, los asuntos de las escalas temporales en las que se ensamblaron las galaxias y de cómo y cuándo se formaron los abultamientos y los discos, que son los componentes principales de las galaxias actuales.
Un gran estudio de galaxias distantes y luminosas de formación estelar con el VLT de ESO, la así llamada inspección SINS (Spectroscopic Imaging Survey in the Near-Infrared with SINFONI = Inspección Fotográfica Espectroscópica en el Infrarrojo Cercano con SINFONI) [1], ha dado como resultado un gran avance en estas cuestiones. Este estudio explotó a SINFONI, un nuevo “espectrómetro de campo integral” infrarrojo que genera simultáneamente imágenes claras, gracias a la óptica adaptativa, e información de colores (espectros) de alta resolución de un objeto en el cielo.
En el caso de la galaxia BzK155043 con un corrimiento al rojo cosmológico de 2,4, las observaciones SINFONI alcanzaron una resolución angular de 0,15 arcosegundos, es decir apenas 4 000 años luz a la distancia en que se encuentra esta lejana galaxia. Con esta resolución angular de calidad superior los datos revelan las propiedades físicas y dinámicas con un detalle sin precedentes. Sorprendentemente, las observaciones un gran y masivo proto-disco en rotación que está enviando gas hacia un abultamiento estelar central en crecimiento.
Las altas densidades superficiales de gas, la tasa muy alta de formación estelar y las relativamente jóvenes edades estelares derivadas de esas observaciones sugieren que el sistema se ensambló rápidamente, por fragmentación y por formación estelar en un proto-disco inicialmente muy rico en gas. Las observaciones SINS de otras galaxias masivas de gran corrimiento al rojo arrojan resultados similares.
“Cuando comenzamos el programa SINS”, dijo Genzel, “esperábamos ver principalmente movimientos irregulares y quizás incluso caóticos, causados por la frecuente actividad de fusión en el universo joven. Fue una gran sorpresa encontrar un número de grandes discos rotatorios ricos en gas cuyas propiedades son bastante similares a la Vía Láctea del presente”.
El hecho de que estas galaxias sean tan grandes y que roten rápidamente indica que el gas tiene una velocidad de rotación similar a la del halo de materia oscura a partir del cual se enfrió, resolviendo así empíricamente una importante cuestión de la formación galáctica.
Natascha Förster Schreiber, autora principal de otro reciente artículo SINS en el Astrophysical Journal, dijo: “Necesitamos comprender cómo evolucionaron en el tiempo estos proto-discos primitivos. Nuestra sospecha es que pudieron no haber sido estables”.
Los datos SINFONI sugieren que los proto-discos pudieron finalmente haberse transformado en densas galaxias elípticas, ya sea por procesos internos como los espectaculares flujos de gas observados en BzK15504, o por colisiones y fusiones con otras galaxias, que son frecuentes en los densos medioambientes en los cuales parecen residir las galaxias luminosas de formación estelar con alto corrimiento al rojo.
Otro aspecto importante del trabajo es la alta tasa de creación de estrellas deducida para muchas de las galaxias luminosas de formación estelar con alto corrimiento al rojo, y que es aproximadamente unas cien veces mayor que en nuestra Vía Láctea actual.
“Tenemos un creciente montón de evidencia de que las galaxias masivas se formaron mucho más rápidamente en el rango del corrimiento al rojo entre 2 y 3, que lo que anticipábamos originalmente”, dijo Andrea Cimatti, una miembro del equipo de la Universidad de Bolonia. “Los nuevos datos SINFONI nos ofrecen un primer vistazo de los procesos que pudieron haber ocurrido”.
El programa SINS del VLT es una demostración asombrosa de lo que llegará a ser posible en los próximos años, con la combinación de la espectroscopía de campo integral y la óptica adaptativa.
NOTAS:
[1].- SINFONI es una combinación de un novel “espectrómetro de campo integral” (SPIFFI) y un módulo especial de óptica adaptativa (MACAO). El módulo de campo integral SPITTI ofrece información detallada del color (o espectro) de cada uno de 2 000 puntos espaciales en el cielo, ordenados sobre un campo bidimensional continuo de 32 x 64 píxeles. El módulo de óptica adaptativa MACAO siente la distorsión de las imágenes creada por la refracción y la turbulencia de la atmósfera terrestre por medio de un rápido análisis de las imágenes de una estrella cercana al objeto que se estudia. Entonces, se emplea un espejo deformable en el sendero de luz del instrumento para contrarrestar las distorsiones causadas por la atmósfera. Así, en su modo único de óptica adaptativa, SINFONI produce imágenes de muy alta resolución para cada uno de los 2 000 canales espectrales. SINFONI fue desarrollado y construido por un consorcio internacional integrado por el Instituto Max-Plank de Física Extraterrestre (Garching, Alemania), FRG (P.I. Frank Eisenhauer), ESO (P.I. Henri Bonnet) y NOVA (Leiden, Holanda) (coordinador P. van der Werf). Para más información sobre SINFONI, véanse (en inglés) las páginas web de SINFONI y ESO PR 21/04.
[2].- Los científicos involucrados en el programa de Estudio Fotográfico Espectroscópico con SINFONI son: R. Abuter, N. Bouché, R. Davies, F. Eisenhauer, N.M. Förster Schreiber, R. Genzel, S. Gillessen, M.D. Lehnert, D. Lutz, N. Nesvadba, L.J. Tacconi & A. Verma (Max-Planck-Institute for Extraterrestrial Physics, Garching, Alemania), A. Cimatti (Osservatorio Arcetri, Italia), E. Daddi (NOAO, Tucson, USA), A. Sternberg (Tel Aviv University, Israel), K. Shapiro (UC Berkeley, USA), A. Renzini (Osservatorio Padova, Italia), X. Kong (Heifei, China), N. Arimoto (NAO Tokyo, Japón), M. Mignoli (Osservatorio Bologna, Italia), D.K. Erb (Center for Astrophysics, Cambridge, USA), A.E. Shapley (Princeton University, USA), C.C. Steidel (Caltech, USA), A. Gilbert (LLNL, USA). R. Genzel está también asociado con el Departamento de Fisica de la Universidad de California, Berkeley (USA).
[3].- Para detalles de los resultados, ver: N.M. Förster Schreiber et al. 2006, Astrophys. Journal 645, 1062, R.Genzel et al., Nature, 17 de Agosto de 2006
X.Kong et al. 2006, Astrophys.J. 638, 72
Contactos
Reinhard Genzel
Max-Planck-Institute for Extraterrestrial Physics,
Garching, Germany
Phone: +49 89 30000 3280
E-mail: genzel@mpe.mpg.de
Contactos nacionales para los medios
Bélgica - Dr. Rodrigo Alvarez +32-2-474 70 50 rodrigo.alvarez@oma.be
Finlandia - Ms. Riitta Tirronen +358 9 7748 8369 riitta.tirronen@aka.fi
Dinamarca - Dr. Michael Linden-Vørnle +45-33-18 19 97 mykal@tycho.dk
Francia - Dr. Daniel Kunth +33-1-44 32 80 85 kunth@iap.fr
Alemania - Dr. Jakob Staude +49-6221-528229 staude@mpia.de
Italia - Dr. Leopoldo Benacchio benacchio@inaf.it
Holanda - Ms. Marieke Baan +31-20-525 74 80 mbaan@science.uva.nl
Portugal - Prof. Teresa Lago +351-22-089 833 mtlago@astro.up.pt
Suecia - Dr. Jesper Sollerman +46-8-55 37 85 54 jesper@astro.su.se
Suiza - Dr. Martin Steinacher +41-31-324 23 82 martin.steinacher@sbf.admin.ch
Reino Unido - Mr. Peter Barratt +44-1793-44 20 25 Peter.Barratt@pparc.ac.uk
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Traducido para Astroseti.org por
Heber Rizzo Baladán
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Web Site: ESO Press Release 31/06
Artículo: “Far Away Galaxy Under The Microscope”
Fecha: Agosto 17, 2006
Vía Astroseti
Comunicado de Prensa ESO PR 31/06.
Un grupo internacional de astrónomos ha descubierto grandes galaxias de disco similares a nuestra Vía Láctea que se deben haber formado en una escala temporal rápida, apenas tres mil millones de años después del Big Bang. En uno de esos sistemas, la combinación de técnicas de óptica adaptativa con el nuevo espectrógrafo SINFONI del Telescopio Muy Grande (VLT) de eso resultó en una resolución récord de apenas 0,15 arcosegundos, con lo se obtuvo una visión con un detalle sin precedentes de la anatomía de una galaxia de proto-disco como ésa.
“Hemos podido, por primera vez, obtener imágenes bidimensionales de buena resolución de los movimientos de gas en galaxias en formación lejanas, cuya luz ha viajado más de 11 000 millones de años para llegar hasta la Tierra”, dijo Reinhard Genzel, autor principal del artículo del número de esta semana de la revista Nature en el cual se presentan estos resultados.
Esto muestra la historia de cómo lucían las galaxias apenas 3 000 millones de años después del Big Bang.
A lo largo de la pasada década los astrónomos han establecido un marco global de cómo se formaron y evolucionaron las galaxias cuando el universo tenía apenas unos pocos miles de millones de años de edad. El gas de materia ordinaria se enfrió y se reunió en concentraciones de la misteriosa “materia oscura” (también llamadas halos de materia oscura). Desde esa época y hasta el presente, las colisiones y las fusiones de las galaxias llevaron subsecuentemente a la formación jerárquica de masas galácticas. Esta imagen general deja abiertos, sin embargo, los asuntos de las escalas temporales en las que se ensamblaron las galaxias y de cómo y cuándo se formaron los abultamientos y los discos, que son los componentes principales de las galaxias actuales.
Un gran estudio de galaxias distantes y luminosas de formación estelar con el VLT de ESO, la así llamada inspección SINS (Spectroscopic Imaging Survey in the Near-Infrared with SINFONI = Inspección Fotográfica Espectroscópica en el Infrarrojo Cercano con SINFONI) [1], ha dado como resultado un gran avance en estas cuestiones. Este estudio explotó a SINFONI, un nuevo “espectrómetro de campo integral” infrarrojo que genera simultáneamente imágenes claras, gracias a la óptica adaptativa, e información de colores (espectros) de alta resolución de un objeto en el cielo.
En el caso de la galaxia BzK155043 con un corrimiento al rojo cosmológico de 2,4, las observaciones SINFONI alcanzaron una resolución angular de 0,15 arcosegundos, es decir apenas 4 000 años luz a la distancia en que se encuentra esta lejana galaxia. Con esta resolución angular de calidad superior los datos revelan las propiedades físicas y dinámicas con un detalle sin precedentes. Sorprendentemente, las observaciones un gran y masivo proto-disco en rotación que está enviando gas hacia un abultamiento estelar central en crecimiento.
Las altas densidades superficiales de gas, la tasa muy alta de formación estelar y las relativamente jóvenes edades estelares derivadas de esas observaciones sugieren que el sistema se ensambló rápidamente, por fragmentación y por formación estelar en un proto-disco inicialmente muy rico en gas. Las observaciones SINS de otras galaxias masivas de gran corrimiento al rojo arrojan resultados similares.
“Cuando comenzamos el programa SINS”, dijo Genzel, “esperábamos ver principalmente movimientos irregulares y quizás incluso caóticos, causados por la frecuente actividad de fusión en el universo joven. Fue una gran sorpresa encontrar un número de grandes discos rotatorios ricos en gas cuyas propiedades son bastante similares a la Vía Láctea del presente”.
El hecho de que estas galaxias sean tan grandes y que roten rápidamente indica que el gas tiene una velocidad de rotación similar a la del halo de materia oscura a partir del cual se enfrió, resolviendo así empíricamente una importante cuestión de la formación galáctica.
Natascha Förster Schreiber, autora principal de otro reciente artículo SINS en el Astrophysical Journal, dijo: “Necesitamos comprender cómo evolucionaron en el tiempo estos proto-discos primitivos. Nuestra sospecha es que pudieron no haber sido estables”.
Los datos SINFONI sugieren que los proto-discos pudieron finalmente haberse transformado en densas galaxias elípticas, ya sea por procesos internos como los espectaculares flujos de gas observados en BzK15504, o por colisiones y fusiones con otras galaxias, que son frecuentes en los densos medioambientes en los cuales parecen residir las galaxias luminosas de formación estelar con alto corrimiento al rojo.
Otro aspecto importante del trabajo es la alta tasa de creación de estrellas deducida para muchas de las galaxias luminosas de formación estelar con alto corrimiento al rojo, y que es aproximadamente unas cien veces mayor que en nuestra Vía Láctea actual.
“Tenemos un creciente montón de evidencia de que las galaxias masivas se formaron mucho más rápidamente en el rango del corrimiento al rojo entre 2 y 3, que lo que anticipábamos originalmente”, dijo Andrea Cimatti, una miembro del equipo de la Universidad de Bolonia. “Los nuevos datos SINFONI nos ofrecen un primer vistazo de los procesos que pudieron haber ocurrido”.
El programa SINS del VLT es una demostración asombrosa de lo que llegará a ser posible en los próximos años, con la combinación de la espectroscopía de campo integral y la óptica adaptativa.
NOTAS:
[1].- SINFONI es una combinación de un novel “espectrómetro de campo integral” (SPIFFI) y un módulo especial de óptica adaptativa (MACAO). El módulo de campo integral SPITTI ofrece información detallada del color (o espectro) de cada uno de 2 000 puntos espaciales en el cielo, ordenados sobre un campo bidimensional continuo de 32 x 64 píxeles. El módulo de óptica adaptativa MACAO siente la distorsión de las imágenes creada por la refracción y la turbulencia de la atmósfera terrestre por medio de un rápido análisis de las imágenes de una estrella cercana al objeto que se estudia. Entonces, se emplea un espejo deformable en el sendero de luz del instrumento para contrarrestar las distorsiones causadas por la atmósfera. Así, en su modo único de óptica adaptativa, SINFONI produce imágenes de muy alta resolución para cada uno de los 2 000 canales espectrales. SINFONI fue desarrollado y construido por un consorcio internacional integrado por el Instituto Max-Plank de Física Extraterrestre (Garching, Alemania), FRG (P.I. Frank Eisenhauer), ESO (P.I. Henri Bonnet) y NOVA (Leiden, Holanda) (coordinador P. van der Werf). Para más información sobre SINFONI, véanse (en inglés) las páginas web de SINFONI y ESO PR 21/04.
[2].- Los científicos involucrados en el programa de Estudio Fotográfico Espectroscópico con SINFONI son: R. Abuter, N. Bouché, R. Davies, F. Eisenhauer, N.M. Förster Schreiber, R. Genzel, S. Gillessen, M.D. Lehnert, D. Lutz, N. Nesvadba, L.J. Tacconi & A. Verma (Max-Planck-Institute for Extraterrestrial Physics, Garching, Alemania), A. Cimatti (Osservatorio Arcetri, Italia), E. Daddi (NOAO, Tucson, USA), A. Sternberg (Tel Aviv University, Israel), K. Shapiro (UC Berkeley, USA), A. Renzini (Osservatorio Padova, Italia), X. Kong (Heifei, China), N. Arimoto (NAO Tokyo, Japón), M. Mignoli (Osservatorio Bologna, Italia), D.K. Erb (Center for Astrophysics, Cambridge, USA), A.E. Shapley (Princeton University, USA), C.C. Steidel (Caltech, USA), A. Gilbert (LLNL, USA). R. Genzel está también asociado con el Departamento de Fisica de la Universidad de California, Berkeley (USA).
[3].- Para detalles de los resultados, ver: N.M. Förster Schreiber et al. 2006, Astrophys. Journal 645, 1062, R.Genzel et al., Nature, 17 de Agosto de 2006
X.Kong et al. 2006, Astrophys.J. 638, 72
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Traducido para Astroseti.org por
Heber Rizzo Baladán
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Web Site: ESO Press Release 31/06
Artículo: “Far Away Galaxy Under The Microscope”
Fecha: Agosto 17, 2006
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